miércoles, 26 de octubre de 2011

¿Podemos atar y desatar cualquier cosa?

¿Cuál es el significado de Mateo 18:18-20? ¿Es posible que los cristianos atemos y desatemos en los demás cualquier cosa? ¿A qué cosas se refiere Jesús que podemos atar y desatar? ¿Algunos creyentes me han dicho que debo tener mucho cuidado con lo que digo porque puedo estar atando o desatando cosas sobre mí y los demás?  Mateo 16:19




Antes de dar la respuesta a esta importante pregunta, leamos Mateo 18:15-20, con el fin de tener en cuenta el contexto del pasaje en estudio:

Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. 18De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. 19Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Los términos atar y desatar utilizados por Jesús no representan ninguna dificultad real para su interpretación, al menos en el tiempo del primer siglo y en épocas subsiguientes de la Iglesia cristiana donde la influencia de la Nueva Era y las creencias neo-gnósticas no habían calado en las iglesias cristianas. Lastimosamente en el día de hoy, pasajes que eran claros en su interpretación se han tornado difíciles debido a la mezcla notoria de cristianismo y conceptos paganos que se dan en el seno de muchas iglesias llamadas cristianas. Pero el sentido real y claro de los términos atar y desatar se encuentra en el mismo contexto del pasaje y no debe prestarse para confusión. Lastimosamente muchos líderes cristianos muy populares hoy día por sus creencias semi-paganas, semi-gnósticas y especialmente de la Nueva Era, han tergiversado este y otros pasajes para dar a entender lo que no dicen.

Con el fin de comprender bien los términos atar y desatar utilizados por Jesús en este pasaje miremos el contexto en el cual son utilizados.

Este pasaje de Mateo 18:15-20 está tratando el asunto de la disciplina en la Iglesia. Hagamos un seguimiento:

  1. Hay un ofensor, alguien que ha cometido un pecado contra otro, y persiste en ello. V.15
  2. El primer paso que la persona dañada u ofendida debe hacer es hablar con el ofensor con el fin de mostrarle su falta de amor, llamarla al arrepentimiento y buscar la reconciliación. V. 15
  3. Si este diálogo personal entre los dos afectados no produce resultados positivos, entonces se debe seguir al siguiente paso, buscar a dos hermanos de confianza y testimonio para que ellos sean testigos. V.16
  4. Si el ofensor persiste en su falta de arrepentimiento y continúa pecando y haciendo daño, no escuchando los consejos y la reprensión de los testigos, entonces no queda otro remedio, sino apelar a la corte mas alta en esta tierra, es decir, la Iglesia. V.17.
  5. Si la Iglesia reunida con sus pastores o ancianos no logra llevar al arrepentimiento al miembro pecador, y no lo convence de desistir de su pecado notorio y escandaloso, sino que éste se aferra más y más a su pecado, entonces no queda otro remedio que la excomunión de la fraternidad eclesiástica. Esto es lo que significa la expresión, muy judaica, “tenle por gentil y publicano”, es decir, ya no lo tengan como creyente o miembro de la Iglesia, sino como un incrédulo, pues, su comportamiento corresponde, no al de un cristiano, sino al de alguien que es inconverso. En el mundo judío de la época de Cristo los publicanos eran considerados como una de las clases mas pecadoras y aborrecibles. De tal manera que decirle a un judío “publicano” era decirle que pertenecía a la peor clase de gentes. Esto era así debido a su función de cobrar los impuestos a su propia gente para entregárselos a un gobierno extranjero, como lo era el imperio romano. Al respecto el Nuevo Diccionario Bíblico Certeza dice: “Sus prácticas generalmente extorsivas los convertían en una clase especialmente odiada y despreciada, de modo que nuestro Señor pudo referirse a ellos como ejemplos típicos de una actitud egoísta (Mt. 5:46). Para el judío estricto, sin embargo, esta actitud tan natural de odio se veía agravada por la consideración religiosa de que el publicano era ceremonialmente impuro, por su continuo contacto con los gentiles, y porque debía trabajar en el día de reposo[1]. Por otro lado, el término o la designación gentil, era tan oprobiosa para un judío, como el término publicano. Gentiles era la designación común para las gentes del resto de las naciones que no pertenecían al pueblo judío, por lo tanto, idólatras, paganos, impuros y pecadores. Si bien es cierto que Jesús amaba a los publicanos, así como a los gentiles y jamás los despreció como hacían normalmente los judíos, sino que los acogió con amor tierno como lo demuestran las innumerables escenas en los Evangelios, el uso de la expresión “tenle por gentil y publicano” está siendo utilizado de acuerdo al contexto judaico de su tiempo, es decir, “tengan al miembro de la iglesia no arrepentido como aquel que se comporta de acuerdo a la conducta de un pecador publicano y un pagano gentil”, es decir, no lo consideren como un miembro de la Iglesia, lo que es igual a la excomunión.
  6.  Es en este momento cuando dice Jesús “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”. Aquí nuevamente Jesús está utilizando la terminología judaíca, o mas exactamente, rabínica de su tiempo. Atar y desatar eran dos palabras que en el tiempo de Jesús la utilizaban los rabinos para referirse a la acción de “permitir o prohibir”, es decir, “quitar o imponer una obligación[2]. En Mateo 16:19 Jesús utiliza estas palabras respecto a la autoridad que ha dado a Pedro, y al resto de los apóstoles y a todos los siervos de Jesús, para declarar lo que está permitido o prohibido en materia doctrinal,  y en este pasaje de Mateo 18 se refiere a la autoridad que Cristo ha dado a la Iglesia para ejercer disciplina en sus miembros.

Es deber de la Iglesia como un todo y representada por quienes el Señor ha señalado para gobernarla, atar, esto es, prohibir la violación de estos principios, y desatar, esto es, permitir todo lo que esté en armonía con ellos[3]. Esta acción de permitir o prohibir se ejerce mediante la predicación bíblica. Todo pastor está obligado a declarar el santo consejo de Dios a los miembros de la iglesia local, enseñando lo que es agradable al Señor (permitido) y declarando lo que es desagradable ante el santo Dios (prohibido). De la misma manera la Iglesia ata o excomulga a aquellos impenitentes que quieren vivir como incrédulos y desata o permite la readmisión de los que habiendo sido expulsados se arrepienten. Esto no es algo mágico que las iglesias hacen, es simplemente el ejercicio de la disciplina siguiendo los principios bíblicos. Ahora, es importante resaltar la autoridad que Cristo ha dado a las iglesias locales para que ejerzan la disciplina entre sus miembros, sus palabras son contundentes “lo que atéis en la tierra será atado en el cielo, lo que desatéis en la tierra será desatado en el cielo”, es decir, la disciplina que la iglesia ejerce sobre sus miembros no debe ser tenida como poca cosa, pues no es solo la decisión de un grupo de creyentes sino que Jesús, en el cielo, toma atenta nota de esta decisión. Es por ello que ninguna iglesia local debe ser descuidada en ejercer la disciplina bíblica, pero también debe cerciorarse de seguir el debido proceso, pues, Jesús acogerá en sus tiernos brazos a aquellos que han  sido excomulgados de la congregación local sin una justa causa y sin el debido proceso.

Habiendo entendido el significado de los términos atar y desatar pasemos a explicar lo que NO SIGNIFICA:

  1. No significa que las iglesias tengan el poder para declarar cualquier cosa respecto a alguien y esperar que esto sea realizado efectivamente por Dios, por ejemplo, una iglesia no tiene la autoridad para declarar que una enfermedad o maldición específica vendrá sobre una persona y ésta efectivamente será realizada por Dios. Esto no es lo que enseña este pasaje. La autoridad que Cristo le ha dado aquí es para que discipline a sus miembros, expulsándolos de la comunión, y efectivamente en el cielo se toma nota de ello, o para recibirlos cuando se han arrepentido.
 No significa que los creyentes de una manera particular puedan declarar cosas que aten o desaten a él mismo o a otros. He escuchado a muchos creyentes decir: “No te ates diciendo que estás enfermo”, como si los creyentes tuviéramos un poder mágico para decir cualquier cosa con nuestra boca y lo que digamos tenga el poder sobrenatural para tornarse en una realidad. Esto corresponde a las enseñanzas metafísicas de la nueva era y su insistencia en el lenguaje positivo y la energía positiva. Los creyentes no creemos en esas cosas fantasiosas. No somos una especie de dioses pequeños que tenemos poder en nuestras palabras para crear cosas, solo Dios tiene el poder de crear lo que no existe con sus palabras.


[1] Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, Página 1124
[2] Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, página 150
[3] William Hendriksen, Mateo, página 736.

Debemos poner el nombre en el sobre de los diezmos


Buenos dias Pr Julio,

Primero que todo quiero expresarle una vez mas lo bendecido que he sido en la congregacion, estoy muy contento de poder disfrutar una exposicion de la Escritura como lo anhelaba hace mucho tiempo. He estado recorriendo sus  blogs leyendo las respuestas que ha dado, lo cual me despierta mucha admiracion. Y al mismo tiempo quisiera aprovechar para preguntarle sobre algo que hace tiempo tengo como duda sobre los diezmos

Desde que conoci el evangelio se me enseñó a diezmar, previniendome de la maldicion en lugar de mostrarme la bendicion. Al mismo tiempo que escribiamos el nombre para que el Pastor supiera si uno diezmó o no. ¿Será esto correcto? Sin duda que yo en el nuevo testamento no veo 'la ley' del diezmo, siempre más que todo San Pablo habla de dar liberalmente, cuando habla a varias iglesias. En los evangelios hay cierto pasaje donde Jesus dice ' era necesario hacer una cosa sin dejar de hacer la otra'.  En este pasaje se me explicaba hace años que Jesus aprobaba la ley del diezmo sin dejar de hacer el resto de cosas, lo que me dejaba inconforme. Me gustaria saber si realmente este pasaje aplica para los creyentes del nuevo testamento para diezmar.

Pastor Julio, tambien comprendo que el diezmo no es exclusivo de la ley, si no que Jacob pagó diezmos a Melchisedec mucho antes que la ley fuera dada. Basado en esto y en mi experiencia diezmando y ofrendando veo que es bueno y beneficioso para mi vida espiritual y material. Tampoco creo que por el hecho de que Sn Pablo no lo instituyó como una ordenanza entonces los creyentes nos 'libremos' de dar guardando el 100% de nuestros ingresos. Es entonces bíblico dar a Dios el 10% o sea  los  'diezmos' de todo lo que gano? 

Saludos fraternales.



Gracias por enviarnos su inquietud.
Creo que buena parte de la pregunta ya ha sido respondida en otra oportunidad. Para ver dicha respuesta ingrese a: http://forobiblico.blogspot.com/search/label/%C2%BFEs%20el%20diezmo%20una%20ley%20vigente%3F y respecto a la maldición mencionada en Malaquías también puede ver la respuesta ingresando a: http://forobiblico.blogspot.com/search/label/La%20maldici%C3%B3n%20de%20Malaquias%203%3A8-10

Ahora, usted menciona que el pastor pide a todos escribir su nombre en el sobre de los diezmos con el fin de enterarse de quiénes lo hacen y quiénes no. Las Sagradas Escrituras exhortan a los pastores para que velen por las personas que el Señor ha puesto en su cuidado, y dentro de esas responsabilidades se encuentra el ayudarles para que aprendan a ser generosos y no mezquinos para con la obra del Señor.
No obstante, en algunas iglesias cristianas se ha optado por no pedir que los ofrendantes escriban su nombre o la cantidad en el sobre donde depositan el dinero, con el fin de evitar las siguientes situaciones:

1. Que las personas con mayores ingresos sean presa del orgullo a causa de las abultadas cifras que entregan en ofrendas. Siendo que “engañoso es el corazón más que todas las cosas” (Jer. 17:9) entonces debemos evitar propiciar espacios donde el corazón de nuestros hermanos se infle a causa de sus generosas acciones. El señor Jesús, hablando sobre el tema de las donaciones dijo:
2. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
3. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
4. para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. (Mt. 6:2-4).

2. Que las personas den sus ofrendas o diezmos por pura obligación, pues, éstas deben proceder de un corazón agradecido, alegre y dispuesto. No creo que el Señor acepte aquellas ofrendas o diezmos que son dadas por coacción u obligación. Pablo, el apóstol, enseñó a la iglesia a que ofrendara “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” 2 Cor. 9:7.

3. Que los que diezman u ofrendan con mayor fidelidad y tal vez en mayor cantidad, se sientan con derechos para imponer sus puntos de vista usando la manipulación, por lo general, con amenazas de irse de la iglesia si las cosas no se hacen como ellos creen. En algunas ocasiones los pastores se ver forzados a ceder ante posiciones no bíblicas, solamente por temor a que se vaya la persona que más dinero ofrenda. Si no se usan sobres marcados, entonces nadie sabe cuánto está donando cada uno y se evita, en un alto grado, la manipulación a través del dinero.

Ahora, sé que algunos pastores hermanos considerarían que al no usarse el sobre marcado con los diezmos y ofrendas, algunos feligreses se descuidarían en la entrega de los mismos; pero, mi pregunta es ¿De qué sirve recibir dinero entregado por obligación o por mantener apariencias? Los hermanos deben ser enseñados en la doctrina bíblica a ofrendar generosamente para el avance del Reino de Cristo, sin necesidad de que alguien los esté fiscalizando.

Su servidor en Cristo,
Julio César Benítez

Quién detiene la aparición del anticristo


Te saludo en esta linda mañana esperando que las nuevas Misericordias del Señor para tu vida sean abundantes y que El te bañe con Su Gracia Soberana para que vayas de poder en poder y de Gloria en Gloria.
Estoy muy agradecida por el cheque del Banco de la fe que todos los días me haces llegar, me edifico mucho y es una palabra muy clara que ministra mi vida y me da ánimos para seguir adelante, que el Señor te recompense por esta labor tan especial, al igual que el estudio del libro de Hebreos y las oraciones poetizadas que te inspira el Santo Espiritu de Dios.
Ahora quiero hacerte una pregunta para que me la respondas por favor, está en  la segunda epístola de Pablo a los Tesalonicenses Capitulo 2 versículos 6 y 7, donde Pablo dice que sabemos lo que detiene al anticristo, es lo que deseo saber, qué cosa es aquello que lo detiene, he oído varias cosas pero quiero estar segura de lo que en realidad es, espero que cuando puedas me hagas saber la respuesta, agradeciéndote de antemano tu atención y colaboración.





Saludos fraternales.

En el texto de 2 Tes. 2:6-7 hay dos partes esenciales. La primera es muy fácil de interpretar: vendrá el hombre de pecado, el hijo de perdición, el inicuo. Éste también es llamado en otras partes de las Escrituras el Anticristo (vea 1 Jn. 4:3; 2:18). Aunque ahora, y desde hace mucho tiempo, está actuando el espíritu del anticristo, el cual se opone a la fe cristiana, un día aparecerá la encarnación de toda oposición a Cristo. Este hijo de perdición tratará de imitar la encarnación del verdadero Cristo y se presentará como si fuese el hijo de Dios o Dios mismo, y engañará a muchas personas (Mt. 24).

Pero la segunda parte de estos dos pasajes presenta gran dificultad para su interpretación, toda vez que Pablo no nos explica claramente quién es el que al presente detiene la aparición de este hijo de perdición. Los creyentes de Tesalónica sabían quién detiene la manifestación completa del anticristo, pero nosotros no hemos recibido dicho conocimiento de una forma clara.

En la historia de la iglesia se han presentado varias teorías de quién puede ser el que detiene la aparición del hijo de perdición, les presentaré las más relevantes, y luego indicaré con cuál me identifico más y el porqué:

1. Algunos creen que lo que detiene la aparición del anticristo es la iglesia. Que una vez ella sea raptada (doctrina premilenial dispensacional) y deparezca de la tierra, entonces se manifestará el hijo de perdición. El problema con esta interpretación es que el término griego para “lo que lo detiene” es neutro en el verso 6 (katechon) y masculino en el 7 (ho katechön), no aplicable a la iglesia, que es femenino (Ekklesia).

2. Otros creen que el que detiene la manifestación del anticristo es el Espíritu Santo. Que un día el Espíritu Santo desaparecerá de la escena terrena y entonces el hijo de perdición se manifestará. Pero también con esta teoría hay problemas muy serios porque del Espíritu Santo nunca se podrá decir que “sea quitado de en medio”. Él estará presente en la historia de la humanidad hasta que el día final, en el cual resucitará a todos los hombres para ser juzgados, unos para vida y otros para muerte.

3. Ý una última teoría, consiste en afirmar que lo que detiene la aparición del anticristo es el poder de la ley y la legalidad que todavía impera en casi todos los gobiernos del mundo. En la Biblia la Ley de Dios tiene como uno de sus propósitos refrenar el pecado, impedir que el hombre exprese libremente su pecado. Esta ley se encuentra inmersa en todos los sistemas legales del mundo, en algunos con más o con menos fuerza, pero todavía la ley impera. Una vez que la ley y la legalidad retrocedan y cedan el paso a lo ilegal, entonces el hijo de perdición tendrá el camino despejado para hacer su aparición. Es mi parecer que esta teoría es más plausible que las otras dos, toda vez que en el verso 8 al hijo de perdición se le llama el inicuo, o como lo traduce el especialista en griego William Hendriksen: “el sin ley”. Su gobierno será contrario a toda ley moral y el libertinaje será su plataforma de conquista.

Aunque no es fácil determinar qué es lo que detiene la aparición del hijo de perdición, si podemos decir con total seguridad, que, siendo Dios el Soberano que gobierna con autoridad sobre todas las cosas, y quien mueve los hilos de la historia conforme a su perfecto plan, él impide que el anticristo aparezca antes del tiempo establecido, y en su momento le permitirá su manifestación. ¿Cuál es el instrumento que Dios utiliza para impedir la malvada aparición del hijo de perdición? Nos es difícil determinarlo, pero, sabemos que Dios está al control de todo, y en últimas, solo su Soberanía lo detiene.

Su servidor en Cristo,

Julio César Benítez

martes, 25 de octubre de 2011

Significado de la frase: entrará y saldrá, y hallará pastos


Buenos días Pastor
Aprovecho la oportunidad que me da preguntar, pues esta mañana leí el capítulo 10 de Juan y me encontré que el verso 9 dice: "Yo soy la puerta; el que por mi entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos"
La pregunta es a que se refiere a que entrará y saldrá? de donde?
Gracias por su respuesta y un abrazo.

Saludos fraternales.

Indudablemente Jesús se está presentando como el único medio a través del cual los hombres pueden ser salvos. Solo a través de él se puede disfrutar de la reconciliación con Dios y no hay otra forma de alcanzarla.
Con el fin de instruir de una manera clara y comprensiva a sus oyentes judíos, Jesús usa la imagen del pastor y del redil, algo muy familiar para una cultura ovina. Las ovejas de determinado redil están seguras solamente cuando escuchan y obedecen la voz de su pastor. Jesús ya se ha presentado como el pastor de las ovejas, es decir, como el verdadero guía de los miembros del pueblo de Dios. Pero, siguiendo con la alegoría, Jesús no es solo el pastor, sino también la puerta por donde deben entrar todas las ovejas. Creer en él como el único y suficiente salvador es la puerta de entrada al Reino de Dios.
Ahora, la frase, “entrará y saldrá” forma parte de la alegoría, es decir, significa que las ovejas de este redil, guiadas por este exclusivo pastor, pueden disfrutar de la completa libertad que él les brinda. “Entrará y saldrá” es una expresión hebrea que significa “libertad”. “… al que sale no se le cierra la puerta como a un extraño, sino que es libre para regresar a casa; y al que entra, no se le tiene por intruso, pues, viene a su propia casa; pueden ir al campo, al quehacer diario, por la mañana, y volver al redil, a descansar, por la tarde; y en ambos lugares hallará pastos; hierba, en el campo; forraje, en el redil”[1].
Las ovejas, es decir, las personas que creen en Cristo, empiezan a gozar de la verdadera y completa libertad que se obtiene cuando nos sabemos reconciliados con Dios. Este concepto de completa libertad es repetido por Jesús a los judíos cuando les dice: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:32, 36). El que cree en Cristo experimenta la liberación de todo daño y peligro, porque él está siendo guiado por el buen pastor que, no solo está dispuesto a dar su vida por las ovejas, sino que efectivamente la dio.

Las ovejas ahora pueden andar tranquillas, pues su pastor las cuida y las guía hacia los pastos verdes de la salvación.

Su servidor en Cristo,

Julio C. Benítez


[1] Henry, Matthew. Comentario Bíblico. Página 1412

lunes, 24 de octubre de 2011

Diferencias entre los bautistas reformados y la convención bautista

Además de esto sí es posible en que cosas ustedes se diferencian de la denominación Nacional Bautista.

Respecto a la segunda pregunta, en qué se diferencian los bautistas reformados de los bautistas de la denominación o convención bautista de Colombia, creo que podemos empezar por los puntos en común: Ambos creemos que Jesús es la máxima cabeza de toda iglesia local; creemos en la autonomía de las iglesias locales, que las asambleas de miembros tienen voz y voto en la toma de decisiones de los asuntos eclesiásticos; que no debe haber jerarquía alguna entre iglesias o pastores; creemos en la separación entre la Iglesia y el Estado, en la libertad que tiene cada iglesia local para asociarse o no con otras iglesias en el desempeño de labores evangelísticas o sociales; creemos que la Biblia es la máxima autoridad y norma en materia de fe y conducta, que el bautismo por inmersión de adultos es un requisito indispensable para ser recibido en la membresía de la iglesia, que solo podemos recibir como miembros a personas regeneradas.

Y con muchas iglesias bautistas de la convención, aunque no con todas, compartimos que la salvación es solo por gracia, es decir, un don de Dios. Que fuimos escogidos por Dios para salvación desde antes de la fundación del mundo, que el ser humano no tiene la capacidad para venir a Dios por sí mismo, es decir, que no tenemos libre albedrío para tomar la decisión de creer en Cristo, sino que el pecado nos esclaviza de manera que no queremos ni podemos buscar a Dios (Romanos 3), lo cual hace necesario la regeneración, y que ésta es obrada por un acto supremo del Espíritu Santo quien, como el viento, sopla de donde quiere y va a donde quiera, lo cual indica que el va produciendo el Nuevo Nacimiento o la regeneración conforme a un designio soberano decretado desde antes de la fundación del mundo. Creemos que solo creerán en Cristo aquellos que fueron escogidos desde antes de la fundación del mundo, y esto será a través de la predicación del Evangelio, por lo tanto es deber de toda iglesia predicar todo el evangelio a toda criatura, aunque solo creerán los que sean objeto de la gracia especial de Dios, por medio de la cual les concede el don de la fe, el arrepentimiento y la regeneración. Creemos que siendo que la salvación se recibe solo por gracia, entonces esta no se pierde sino que es dada como un don irrevocable y eterno.

 Pero tenemos diferencias con algunas de las iglesias de la convención bautista colombiana, aunque no con todas, y con otras que se llaman fundamentalistas, en el tema del arminianismo. Esta es una doctrina filosófica que aboga por el libre albedrío en el hombre, es decir, que el ser humano tiene la capacidad en sí mismo de tomar la decisión de creer en Cristo o no.

Nosotros creemos, conforme a las Sagradas Escrituras, que ningún hombre puede venir a Dios como resultado de una decisión propia, pues, su condición espiritual es de muerte. Todo hombre y mujer nace espiritualmente muerto, después de la caída de Adán. (lea Romanos 3). Por lo tanto, aunque les hablemos de Cristo y le damos las mas claras razones de por qué deben creer en Cristo, ellos, por su mismo, no pueden venir a él, pues, están muertos en sus delitos y pecados. Para que puedan creer es necesario que Dios mismo, primero, les de vida espiritual, es decir, el nuevo nacimiento. Por eso Jesús le dijo a Nicodemo que nadie puede entrar al reino de Dios si primero no nace de nuevo. Es necesario nacer de nuevo, pero nosotros no producimos este nuevo nacimiento, sino que como le dice Cristo a Nicodemo, esto es producido por el Espíritu Santo, de manera soberana “cómo él quiere”. Por eso la forma de evangelizar entre un arminiano y un creyente bíblico es muy diferente. El arminiano trata de producir una decisión en el evangelizado, trata de llevarlo a que tome una decisión y haga una oración. Nosotros evangelizamos predicando la Ley y la Gracia, es decir, mostrando cuánto hemos desagradado a Dios, cuánta miseria nos cubre y entonces presentamos a Cristo, quien con su muerte en Cruz obró la redención de su pueblo. Presentamos el Evangelio e invitamos a la gente al arrepentimiento pero no tratamos de producir “conversiones”, pues esta no es nuestra función. El Espíritu Santo es quien convence de pecado, de juicio y de justicia. Nosotros sembramos, otros riegan, pero el crecimiento lo da Dios.

 Y evidentemente tenemos diferencias con algunas iglesias de la convención bautista en el tema del papel de la mujer en la iglesia (creemos que no pueden ser pastoras, predicadoras o directoras de culto), en el tema la continuidad de los dones espectaculares (creemos que aunque Dios puede hacer milagros hoy, los dones milagrosos y de revelación cesaron con la muerte de los apóstoles), en la adoración (creemos que la adoración debe estar centrada en Dios y no en el hombre), en el rol que cumplen las confesiones de fe (creemos que los bautistas tenemos un legado confesional precioso como la confesión bautista de Londres de 1689), en el gobierno de la iglesia (creemos que las iglesias locales deben ser gobernadas por un cuerpo de pastores o ancianos, no creemos que las iglesias locales deban tener solo un pastor o anciano), entre otros.

 De todas maneras, muchas iglesias de la convención o denominación bautista se identifican con los bautistas históricos (conocidos como calvinistas o reformados) en todo. De manera especial en la convención bautista del sur hay un fuerte movimiento de restauración y cientos de iglesias están regresando a las fuentes originales que caracterizaron a los que son considerados fundadores o baluartes de la fe bautista, los cuales todos fueron reformados y se identificaron con lo que nosotros creemos hoy: John Bunyan (el escritor del progreso del peregrino), Carlos Spurgeon (el príncipe de los predicadores), Arthur Pink, y los fundadores de la Convención del Sur, y los primeros presidentes de los seminarios de la convención bautista del sur.

El papel de las mujeres en las iglesias bautistas

Hola Julio que el Señor te bendiga. Tengo una inquietud, me congrego en una iglesia adscrita a la Denominación Nacional Bautista y usted es de la Iglesia Bautista Reformada; oí decir que ustedes no permiten que una mujer desempeñe función alguna en sus iglesias. Quisiera saber si esto es así y cuál es el asidero bíblico para ello. Además de esto sí es posible en que cosas ustedes se diferencian de la denominación Nacional Bautista
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Saludos fraternales.
Gracias por sus preguntas.
Respecto a la primera pregunta quiero aclarar de entrada que nuestras iglesias bautistas reformadas SI permiten, facilitan y promueven el que las mujeres desempeñen numerosas funciones dentro de la iglesia, pues, esto es conforme a las Sagradas Escrituras. En los tiempos bíblicos las mujeres desempeñaron muchas funciones y hoy también lo deben hacer. Pero como iglesias que nos esforzamos cada día por seguir las claras instrucciones que la máxima cabeza de la Iglesia, Jesús, dio a través de su revelación escrita (La Biblia), entonces damos el lugar debido y bíblico al rol de la mujer.
Es decir, las Sagradas Escrituras son muy claras respecto a los roles que el Señor asignó a los hombres y a las mujeres. A lo varones el Señor los puso como cabeza y a las mujeres les dio un rol de sujeción. Esta es una enseñanza muy clara desde Génesis hasta Apocalipsis. Ahora, no estoy diciendo que el hombre sea superior y la mujer inferior, el tema de la sujeción nada tiene que ver con superioridad o inferioridad, o, si uno tiene mayor dignidad o inteligencia que el otro. Por favor, lea la explicación que doy en mi blog http://forobiblico.blogspot.com/ sobre el tema de la sujeción bíblica.
En todas las Escrituras encontramos que a los hombres el Señor les dio la responsabilidad de ser la cabeza en el hogar, en el tabernáculo, en el templo, en la nación, en lo militar, y luego en el Nuevo Testamento a los varones el Señor les dio la responsabilidad principal en la Iglesia (apóstoles, pastores-maestros), de manera que el mismo principio es vigente siempre.
El apóstol Pablo es claro en aplicar el principio autoridad-sujeción en la iglesia y prohíbe a las mujeres ejercer autoridad sobre los varones. “Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre…” 1 Tim. 2:12. De manera que cualquier función o rol eclesiástico en la cual las mujeres asuman un papel de liderazgo sobre los hombres debe ser evitado. Sé que vivimos en un siglo pluralista donde hablar de autoridad y sujeción, en cualquier área de la vida, suena a algo anticuado y obsoleto. Pero Dios diseñó al mundo para que funcionara bajo este principio, y, cuando se conserva la relación autoridad-sujeción, el orden es preservado, pero cuando se viola, el resultado es el caos, tal como lo estamos viendo en la sociedad de hoy: los matrimonios duran poco y los divorcios cada día se incrementan, precisamente porque nadie quiere ser cabeza y nadie quiere sujetarse. Lo mismo sucede en las iglesias de hoy. Cuando se rompe este principio de autoridad-sujeción el caos cunde.
De manera que seguimos los principios bíblicos y por lo tanto no tenemos pastoras ni predicadoras, ni directoras de culto. Creemos que la Biblia es clara en mostrarnos que estos roles de autoridad fueron dados a los varones. Incluso, los requisitos que la Biblia establece para que alguien aspire al obispado (pastor, anciano) son claros en demarcar un límite: solo para varones, maridos de una sola mujer.
Ahora, esto no significa que las mujeres no hacen nada en la iglesia. No, ellas tienen mucho campo en la vida eclesiástica: La evangelización, la enseñanza a los niños y a otras mujeres, las misiones, las obras de misericordia, la música, entre otros. Pero no las podemos poner a cumplir una función que Dios no ha autorizado para ellas. Las iglesias bíblicas de todos los tiempos han sido fieles a este principio, tanto en la patrística, en la reforma, en la época de los puritanos y hoy día.
Cuando una iglesia tiene “pastoras” claramente lo está haciendo en una contradicción contra los principios y el ejemplo de las Sagradas Escrituras. Cuando esto se da, entonces han empezado el camino del liberalismo teológico, y muy pronto entrarán otras perversiones que dañarán la fe. Como está pasando hoy día con las primeras denominaciones que empezaron a ordenar mujeres al pastorado (algunas iglesias luteranas, anglicanas, presbiterianas en USA y Europa), las cuales, violentando de manera flagrante los principios bíblicos que establecen estas funciones de autoridad para los varones, ahora no tienen problemas en seguir violando los principios bíblicos, de manera que están trabajando para ordenar homosexuales y lesbianas al ministerio, o aprobando los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Interpretación literal y la escatología

Yo escucho a los dispensacionalistas hablar de una interpretacion Literal, Historica-Gramatical de la biblia. Es esta la misma forma de ustedes de interpretar las escrituras?

 Los reformados hemos insistido desde la época de la reforma en la interpretación histórico-gramatical de la Biblia, esto no es algo exclusivo de los dispensacionalistas, sino que viene desde mucho antes, y felicito a todos los grupos cristianos que interpretan de esta manera las Escrituras. Este principio hermenéutico histórico-gramatical, lo que significa es que la biblia debe ser interpretada conforme a las normas de interpretación de los textos, es decir, en la Biblia un verbo no es un sustantivo, sino un verbo.
Así que llegamos a la Biblia buscando su significado más obvio y directo, conforme al estilo del texto que estamos interpretando. Esto significa que no interpretamos de la misma manera un proverbio que una ley, o una poesía con una prosa didáctica (doctrina).
La prosa didáctica en la biblia es lo mas fácil de interpretar porque su sentido es el mas obvio o literal, por ejemplo, "no matarás", eso es prosa didáctica. Allí no hay que buscar ningún sentido especial, ni figuras, nada más. Pero cuando la biblia dice que "los montes aplauden", es obvio que no lo podemos interpretar como si fuera prosa didáctica, pues, los montes no aplauden. Eso es lenguaje poético, y en la Biblia el lenguaje poético se interpreta como se interpretan los poemas.
Debemos buscar el sentido de lo que quería decir el autor. Así como en español podemos decir "en esta noche preñada de encanto" - Sería absurdo que alguien pensara que el autor está queriendo decir que la noche está embarazada, pues la noche no es una cosa viva que pueda ser embarazada. La interpretación histórico-gramatical no significa que los poemas, o los proverbios, o el lenguaje figurado obvio de la Biblia se interpreta de manera literal, es decir, que cuando la Biblia habla de dragones realmente está diciendo que esos animales mitológicos existieron, sería un absurdo, y sería desconocer el estilo literario de los judíos y del mundo oriental que siempre estuvo lleno de frases figuradas o simbólicas.
En la Biblia hay pasajes que claramente son simbólicos o figurados, y esta es una de las características de los libros apocalípticos, o proféticos. Es una irresponsabilidad con el sentido original del escritor bíblico, tratar de interpretar literalmente algo que inicialmente fue dado en símbolos y figuras, es distorsión del mensaje bíblico. Ahora, el intérprete bíblico debe ser cuidadoso en tener claridad sobre el estilo literario del pasaje a interpretar.
No podemos decir que las epístolas de Pablo usan lenguaje figurado, pues, claramente es prosa didáctica, es decir, es enseñanza literal y textual. Esa es la interpretación histórico-gramatical y nosotros la defendemos con toda el alma.

 Ellos dicen que los reformados no siempre interpretan las escrituras literalmente y por eso la negacion del milenio, el no hacer diferencias entre el pueblo judio y la iglesia, y otros asuntos más. De no interpretar ustedes la biblia literalment (hasta donde sea posible por supuesto), no afecta eso tambien otros asuntos doctrinales aparte de la escatologia? 

 La Biblia debe interpretarse literalmente, es decir, de acuerdo a su literatura. Génesis es un libro histórico narrado en prosa didáctica, allí no hay fábulas, ni acertijos, así que lo interpretamos como historia. Proverbios está lleno de analogías, y muchas figuras poéticas del mundo oriental, la interpretación literal dice que debemos interpretar ese libro conforme a la literatura, es decir, no son leyes, son consejos. Los profetas del Antiguo Testamento tienen una literatura mas compleja, pues, en algunos hay historia, poesía, lenguaje figurado, no obstante cada pasaje debe ser interpretado conforme a la literatura.
Isaías dice que Dios sembró una vid que creció y en sus ramas las naciones venían a refugiarse, sería absurdo decir que algún día existió una planta que creció tanto, No, allí está hablando en lenguaje figurado refiriéndose a una nación. Eso es interpretación literal, dar el verdadero sentido y significado a la Biblia de acuerdo al estilo literario que se usa. Por cierto, los libros apocalípticos, como el Apocalipsis de Juan, usan esa clase de lenguaje en símbolos. El Dragón no se refiere a la existencia de un animal mitológico, sino que representa a Satanás, en Apocalipsis se mencionan animales de varias cabezas, es absurdo pensar que existen esos animales, mas bien debemos buscar en el resto de la Biblia que significa cada una de esas cosas.
 Ahora, interpretar de manera literal la Biblia, es decir, conforme a su literatura, nos previene de interpretar mal las doctrinas. Puesto que nosotros no sacamos doctrinas de los pasajes en lenguaje apocalíptico o figurado o poético. Las doctrinas están bien claras en los libros o pasajes escritos en prosa didáctica, como las epístolas, y los otros libros, incluso el apocalipsis, deben ser interpretado a la luz de la doctrina.

¿Qué es la carne?


Con abundante sustento bíblico, ayúdame contestando estos interrogantes, pero basados en principios bíblicos, no en conceptos humanos:

¿Qué es la carne?
¿Qué es la vieja naturaleza?
¿Qué es el viejo hombre?
¿Qué es la naturaleza pecaminosa?
¿Qué es el cuerpo de pecado?


Saludos fraternales.

 Disculpe la demora en responder, he estado un poco enredado en muchas cosas, pero ahora he podido sacar tiempo para buscar en las Sagradas Escrituras lo que ella habla sobre los temas que usted me comenta.
 Vamos a ir mirándolos uno a uno, tratando de aplicar dos sanos principios a la hora de interpretar la Biblia: El principio de que la Biblia se interpreta a si misma, y el principio de ser fieles a la gramática o las palabras que fueron usadas por los autores de las Sagradas Escrituras.
 1 ¿Qué es la carne?
En el Antiguo Testamento esta palabra se relaciona especialmente con la materia de que está compuesta el hombre, y en algunos pasajes se refiere a la totalidad del hombre. En Génesis 40:19 se usa la palabra hebrea basar y se refiere al componente principal del cuerpo humano.
En proverbios 14:30 significa todo el cuerpo, y en el Salmo 16:9 significa el hombre en su totalidad: “mi carne también reposará confiadamente”.
En el Antiguo Testamento también se usa la palabra carne para referirse a la debilidad natural del ser humano, no en el sentido moral, sino en cuanto su cuerpo es frágil.
 En el Nuevo Testamento se usan varias palabras griegas para carne. Sarx es una traducción de la palabra hebrea basar usada en el Antiguo Testamento y se refiere a la parte carnosa del cuerpo. (Apo. 19:18;) también la palabra carne significa todo el cuerpo (Gál. 4:13).
En algunos pasajes también significa el hombre completo “no tuvo sosiego nuestra carne…” (2 Cor. 7:5; Rom. 7:18).
En el Nuevo Testamento la palabra carne también puede significar que alguien es de la misma familia, por ejemplo se dice que Cristo era del linaje de David según la carne (Ro. 1:3). Pablo habla de Israel según la carne. (1 Cor. 10:18), Pablo también habla de los israelitas como sus parientes según la carne (Ro. 9:3)
 En el Nuevo Testamento también se habla de carne en el sentido de existencia física en su totalidad, sin que signifique algo malo. Por ejemplo hay referencias de ser “visto en la carne” (Col. 2:1 la Reina Valera no usa la palabra carne), también se dice que Cristo estuvo en la carne (Ef. 2:15; 1 Ped. 3:18; 1 Juan 4:2), incluso Pablo dice que la vida que vivía siendo cristiano era “en la carne” (Gál. 2:20).
 Pero, con gran fuerza, el Nuevo Testamento contrasta la carne con el espíritu. Vivir en la carne es lo contrario de vivir en el espíritu. El apóstol Pablo da una lista del fruto del espíritu, es decir, de lo que caracteriza a los que viven conforme al Espíritu, conforme al carácter de Cristo (Gál. 5:22-25). Por el contrario, quien vive conforme a la carne hace y produce lo opuesto al carácter de Cristo. (Gál. 5:19-21). Así que podemos definir la carne, en este sentido negativo, como la parte terrenal del hombre, que lo vincula estrechamente con la situación caída de la creación, que lo aleja de Dios y lo arrastra hacia lo puramente terreno, material, en lugar del servicio a Dios.
 La carne tiene sus concupiscencias y sus deseos (Ef. 2:3). Los que se concentran en los deseos concupiscentes “piensan en las cosas de la carne” (Ro. 8:5). Pero el ocuparse, en este sentido negativo, de la carne, es muerte y se constituye en enemistad contra Dios (Ro. 8:6-7). La carne, es decir, lo puramente terreno, limita la vista espiritual del hombre, y lo lleva a oponerse a Dios (Ro. 8:7) En el Nuevo Testamento a la carne se le relaciona con las pasiones y deseos puramente terrenos (Gál. 5:24). 
La carne se caracteriza por la concupiscencia y esta esclaviza los miembros del cuerpo y también domina la mente (1 Juan 2:16; Gál. 5:16; 1 Pedro 4:2; 2 Pedro 2:10; Efesios 2:3), incluso la carne llega a dominar tanto la mente que Pablo llega a hablar de “la mente de la carne” (Ro. 8:5,7). 
Colosenses 2:23 presenta a la carne como algo que llega a ser tan habitual como lo es el comer, la carne tiene apetitos insaciables, siempre quiere más, y la religiosidad o el legalismo no sirve para frenar esos apetitos. Gálatas 6:8 dice que los hombres pueden sembrar para su carne y el resultado será una cosecha abundante de corrupción carnal (Gál. 6:8). 
Los que andan conforme a la carne se caracterizan por una vida dominada de las pasiones pecaminosas (Ro. 7:5), son incapaces de obedecer la Ley de Dios (Ro. 8:3) o de agradar a Dios (Ro. 8:8). Los que andan en sus deseos carnales son hijos de ira (Ef. 2:3). 
 Esto significa que una persona regenerada NUNCA podrá ser carnal en todo el sentido de la palabra. No podemos hablar de cristianos carnales, pues, es una contradicción de términos, o es cristiano o es carnal. Los verdaderos cristianos están en la carne, pero no andan según la carne (2 Co. 10:3; Gál. 2:20). No obstante, los cristianos debemos velar porque los hechos de la carne embotan la percepción espiritual (Ro. 6:19). Somos llamados una y otra vez a no rendir nuestros miembros o nuestro ser al servicio de la carne (Ro. 8:12; Fil. 3:3; Gál. 3:3. 
EL creyente ha recibido un principio de vida que desaloja el principio de muerte que representa la carne (Ro. 8:4, 9, 13; Gál. 5:16-17; 2 Corin. 4:10, 11). El apóstol Pablo llama “carnales” a los corintios debido a su falta de madurez espiritual y sus continuos pleitos y divisiones (1 Cor. 3:1-4). 
En algunas versiones la palabra carnal se traduce como sensual. Los expertos en griego dicen que la palabra usada aquí para carnal, no se refiere a la substancia, sino a la apariencia. Los Corintios a los que se diri
ge Pablo son realmente cristianos, pues, él les llama hermanos (1 Cor. 3:1), pero se habían dejado seducir por los deseos terrenos y habían entrado en divisiones y comportamientos que los hacen ver como carnales, es decir, como incrédulos. El cristiano verdadero debe poner su mirada en las cosas de arriba y no en las de la tierra (carne), pues, las cosas de la carne tienen a atrapar y esclavizar. (Col. 3:1-3)

Siembra económica para vacaciones de un pastor

Mi inquietud es la siguiente : Asisto a una iglesia en donde uno de los copastores o pastor adjunto en dos ocasiones me ha pedido que le siembre pasajes o dinero para cuando sale de vacaciones, esto es correcto? El año pasado no me pareció mal, y le sembré pasajes y viaticos, pero este año nuevamente me preguntó que sino le iba a sembrar algo para sus vacaciones proximas, pero hay algo dentro de mi que me dice que no esta bien...que si yo le sembrara algo porque a mi me nace sin que el me lo pidiera seria diferente. O ambas cosas estan mal? Agradezco inmensamente me de su opinion si es posible con fundamentacion biblica.



Saludos fraternales.

Gracias por enviarnos tu inquietud.

El concepto de "siembra", en las Sagradas Escrituras se relaciona con varios asuntos:

- "Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" (Gál. 6:7). Aquí el apóstol está hablando de las acciones de los hombres. Si yo hago lo malo, entonces recibiré el mal. Si ando en mis propios caminos pecaminosos, entonces recibiré la muerte. Este pasaje se puede entender a la luz de lo que dice Pablo en el siguiente versículo: “porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el espíritu, del Espíritu segará vida eterna”.

- El apóstol Pablo, escribiendo a los Corintos les dice2 Corintios 9:6: "Pero esto digo: El que SIEMBRA escasamente, también segará escasamente; y el que SIEMBRA generosamente, generosamente también segará”. En este contexto la siembra se refiere a la ayuda económica que damos a los creyentes más pobres, a los que están pasando necesidad económica, a los creyentes que están en las cárceles, en fin, a todos los hermanos en la fe que están sufriendo muchas necesidades económicas. ¿En qué consiste la siega o la cosecha de esta siembra económica? No es tanto en esperar más bienes materiales. No. Jesús promete una bendición especial para aquellos que se acuerdan de sus hermanos más pequeños o más necesitados. En el Reino de los cielos, los hermanos dadivosos para con los necesitados, recibirán un honor especial (Mt. 25:31-40).
Por lo tanto, cuando el copastor le está pidiendo que usted le costeé sus próximas vacaciones como una siembra que luego recibirá recompensa, no está actuando conforme a las Escrituras, sino que está usando el erróneo concepto de la “siembra económica”, propuesta por modernos falsos profetas. De manera que usted debe hacer una de estas dos cosas:

- Donar al pastor el dinero para sus vacaciones, pero no verlo como una siembra, y explicarle al pastor que no puede manipular a la gente usando esos conceptos erróneos, o
- Decirle que, a mi parecer, hay necesidades más urgentes en las cuales se puede invertir el dinero: como ayudar a los creyentes más pobres, los cuales están pasando muchas necesidades.

Estoy adjuntándole una copia del estudio sobre LAS SIEMBRAS ECONÓMICAS, y un mensaje que recientemente prediqué sobre Judas 11

Su servidor en Cristo,

Julio César Benítez

¿Pueden los verdaderos creyentes llegar a ser apóstatas?


Pastor aprovecho la oportunidad para aclarar una duda que me surgio en cuanto a su excelente ensenanza en cuanto al pecado imperdonable..
Pastor Julio dice que esta carta era para Creyentes que abandonan la Fe.. Y se entra un Terreno dificil de entender para mi.. Si estos apostatas abandonan lafe UNO entonces no eran Creyentes y dos  nos enfocariamos en la discussion de que la salvacion se pierde.. Lo cual no es cierto.. Entonces :
La carta va dirigida a Creyentes ?? O a los dos
El apostate era un farsante y nunca fue del pueblo?
Gracias Pastor por su amor por la obra y perdone Ud.. Pero al contarle de su predicacion a un amigo que se fue de la Iglesia me hablo de estas preguntas.. 
Dios le guarde siempre y nuevamente gracias por su apoyo en todo 
Con profundo respeto



Respecto a su pregunta, la carta está dirigida a "los hermanos", como dice en el capítulo 3, es decir, a la iglesia, a los creyentes.
Las advertencias de esta carta, que son usadas por los arminianos para sustentar su tesis de que los verdaderos creyentes pueden perder la salvación, no tienen como fin argumentar este error, pues, todas las Sagradas Escrituras están a favor de la doctrina de la perseverancia final de los santos; incluso la misma carta contiene claras enseñanzas respaldando esta verdad.
 No obstante, como dice Arthur Pink en su comentario a Hebreos: ¿Cuáles son los medios que usa Dios para que perseveremos hasta el fin? “Estas advertencias”, responde él. Cuando el Señor advierte a los creyentes del peligro serio que corren si deciden abandonar el cristianismo bíblico para ir en pos de cualquier otra cosa, está afirmando nuestra fe. Pero a la misma vez es un mensaje para los falsos creyentes, pues, es común que dentro de los miembros de iglesias bíblicas, haya algunos que no conocen a Dios realmente, como dice Pablo. Estos serán confrontados en su fe, y al revisar y encontrar que no tienen la fe que caracteriza a los que perseveran hasta el fin, entonces el Señor usará esa advertencia para traerlos al evangelio.
 Ahora, la pregunta que algunos se pueden hacer es: Si Dios sabe que ningún verdadero creyente apostará, entonces ¿Por qué darles advertencias de algo que nunca harán? Bueno, esto es un misterio, pero es la forma que Dios usa para mantenernos despiertos. El Señor Jesús también nos dio muchas instrucciones acerca del peligro de regresar: él dijo que el que toma el arado y mira hacia atrás no es digno de él. No obstante, el autor de hebreos, al finalizar la exhortación de Hebreos 10, dice, con total seguridad: "Nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que perseveran para salvación del alma". Esta es la seguridad del creyente, que, luego de haber examinado su fe, encuentra que efectivamente está presente, y entonces tiene la certeza de que nunca abandonará a Cristo, ni será abandonado por él.
&nbs
p;Vuestro servidor,

 Julio C. Benítez

Por qué los bautistas reformados no bautizan a los niños

Estimado pastor Julio. Un saludo especial, que el Señor le siga guiando a través de toda la obra que desempeña para la extención de la proclamación del evangelio. Hermano Julio quisiera por favor usted me orientara acerca de en que radica la diferencia entre el concepto del bautismo entre presbiterianos y bautistas reformados, puesto que no tengo casi material al respecto y veo que nuestros hermanos presbiterianos están muy seguros con el concepto del paedo bautismo , y quisiera saber como ha librado usted estas diferencias. Agradezco su colaboración.

Saludos fraternales.
El tema que mencionas en este mensaje ha sido uno de los que más discusiones ha generado en la historia de la iglesia cristiana. De manera especial este aspecto de la doctrina ha impedido la completa unión entre presbiterianos y bautistas reformados.
Las dos corrientes teológicas tienen muchos puntos en común, tal vez pudiéramos decir que son los únicos grupos cristianos que comparten prácticamente el mismo cuerpo doctrinal. La confesión de fe que usan los bautistas reformados (confesión de Londres de 1689) es una copia, modificada en ciertos artículos de la eclesiología, de la confesión de fe de Westminster (presbiteriana); de manera que ambas denominaciones han compartido la misma herencia teológica, y han mantenido cierta unidad. Los autores presbiterianos como R. C. Sproul, Luis Berkhof, Charles Hodges, son muy leidos por los bautistas reformados; de la misma manera, autores bautistas reformados como Carlos Spurgeon, Arthur Pink, Jhon Bunyan son leídos por los presbiterianos. A pesar de esta unidad en casi el 99% de la doctrina profesada, persiste una diferencia insalvable, la cual está relacionada con el tema del bautismo.
Los presbiterianos dicen que el bautismo es una continuación en el nuevo pacto del sacramento de la circuncisión del antiguo pacto, y así como los padres judíos tenían la obligación de aplicar el sacramento de la circuncisión en sus hijos a una edad tierna, también los padres creyentes deben aplicar el sacramento del bautismo a sus pequeños hijos, como una señal de que ellos nacieron bajo la bendición del pacto.
Los bautistas, por el contrario, decimos que los niños no pueden ser bautizados, sino solamente los creyentes. Ahora, ¿Porqué los bautistas reformados no hacemos como el resto de reformados en el mundo, respecto al bautismo de niños? Los bautistas reformados, así como los presbiterianos, creemos que hay un solo pacto de gracia, el cual viene desde antes de la fundación del mundo y cobija a todos los períodos de la iglesia desde su inicio en Edén. Este pacto de gracia se ha manifestado a través de diferentes pactos, en especial del Antiguo y el Nuevo Pacto. Entre los dos hay continuidad, pero también hay transición.
El Antiguo Pacto, en su forma externa, incluía a todos los descendendientes de Abraham, a través de Isaac, y Jacob, el padre de Israel. Todos los niños que nacían en Israel eran considerados miembros del pueblo del pacto, por lo tanto debían recibir la señal del mismo, el cual era la circuncisión (realmente la circuncisión solo se aplicaba a los niños varones, en esto vemos una transición muiy significaba en el nuevo pacto, donde el bautismo debe ser aplicado a todos los que nacen de nuevo, tanto mujeres como varones). Esto no garantizaba que todos eran salvos, pues, solo los que eran de la fe eran verdaderos hijos de Abraham. No obstante, siendo la circuncisión una señal externa que identificaba a los miembros del pueblo de Dios (un pueblo nacional con límites geográficos, y relacionado con una etnia, aunque en ocasiones se recibieron extranjeros), entonces se aplicaba sobre todos los varones.
Ahora, cuando pasamos al Nuevo Pacto hay una importante transición. Ahora el pueblo de Dios no estaría limitado a un sitio geográfico, ni a una etnia en particular. La iglesia estaría en todas partes, en medio de este mundo hostíl. El autor de la carta a los Hebreos nos deja ver que las ceremonias del Antiguo Pacto, las cuales estaban revestidas de muchos elementos externos, eran sombras temporales de una realidad espiritual y eterna que vendría con Cristo. Una de esas realidades eternas y espirituales que vinieron con el Mesías, fue que el pueblo de Dios ahora no estaría marcado tanto por una identidad externa (aunque si tiene muchas manifestasciones externas) sino por una nueva realidad interna. El pueblo de Dios estará en medio del mundo y será conocido por Dios mismo, el pueblo tiene un sello espiritual y es de índole espiritual. Siendo que ahora este pueblo está marcado por un distintivo netamente espiritual, entonces a él no se entra sino solamente a través de un nacimiento espiritual. Esto no significa que en el Antiguo Pacto se entraba realmente al pueblo de los salvos por medio del nacimiento físico, pero la señal debía aplicarse sobre todos, salvos y no salvos, lo único que se requería es que naciera de una familia hebrea. Siendo que la iglesia en el Nuevo Testamento no tiene un distintivo nacional con límites geográficos, ni de raza o etnia, y siendo que a ella se entra a través de un nacimiento espiritual, entonces, la señal del pacto debe aplicarse a los que nazcan espiritualmente en la familia de Dios. Si bien es cierto que solo Dios sabe quién nació de nuevo, no obstante hay unas señales externas que pueden indicarnos que una persona nació de nuevo. Es decir, una profesión creíble de fe en Cristo puede ser un indicativo de que dicha persona ha nacido de nuevo, por lo tanto, todo aquel que haga esta profesión de fe y esté dispuesto a obedecer los mandatos del evangelio debe ser bautizado. Esto es lo que practicaba la iglesia apostólica.
De manera que el mismo principio que regía en el Antiguo Pacto sigue en el Nuevo, es decir, todos los niños deben ser bautizados, pero ahora no se trata de niños en su elemento físico, sino de niños en Cristo. Todos los que van naciendo de nuevo son bebés en Cristo, y ellos deben recibir la señal del pacto, es decir, el bautismo.
 Los padres creyentes aunque no pueden bautizar a sus niños porque en ellos aún no podemos ver una profesión de fe creíble en Cristo, tienen la responsabilidad de guiarlos en la fe, de criarlos en la amonestación y disciplina del Señor, de educarlos en los principios de la fe cristiana, enseñarles las Sagradas Escrituras, orar con y por ellos, unirlos a las actividades de la iglesia local e involucrarnos en la misma.
Los padres creyentes confiamos en que el Señor, en su Gracia electiva, haya escogido a nuestros hijos para salvación y por eso los educamos en la fe. En el Nuevo Testamento no encontramos ninguna enseñanza respecto al bautismo de infantes, ni por ejemplo ni por precepto.
Los hermanos presbiterianos suelen usar el silencio de las Escrituras o inferencias llevadas al extremo para concluir que en el Nuevo Testamento si se menciona el bautismo de niños, usando aquellas ocasiones en las cuales en el libro de los Hechos se nos dice que algunas personas se bautizaron junto con sus familias o sus casas. Ellos presuponen que en esas casas debía haber niños pequeños, los cuales, en consecuencia, fueron bautizados. Pero es muy peligroso armar doctrinas basadas en el silencio de la Biblia o en inferencias tan extremas. Toda vez, cuando en el mismo Nuevo Testamento encontramos el principio para saber a quiénes se debía bautizar: “El que creyere y fuere bautizado…” (Mr. 16:16). La secuencia es: primero creer y luego ser bautizado. “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados…” Hch. 2:41), recibir la palabra significa: creer de corazón en el evangelio, este es el requisito inicial que la iglesia apostólica debía ver en el candidato para luego ser bautizado.

viernes, 16 de abril de 2010

¿Podemos atar y expulsar demonio de acuerdo a Marcos 16:17-18?

Apreciado hermano,

Gracias por enviarnos su pregunta.

Es verdad que muchas de nuestras prácticas, como iglesia cristiana de este siglo, no necesariamente están basadas en la clara enseñanza de las Sagradas Escrituras, sino en erróneas concepciones que algunos maestros o pastores tuvieron en el pasado, y ahora nosotros las aceptamos como correctas debido al auge que ha tenido entre las iglesias.
Pero debemos ser cuidadosos en estos asuntos, pues, como iglesia somos columna y baluarte de la verdad, y por lo tanto, responsables de preservar las sanas palabras de la fe que fue dada una vez a los santos.

Respecto a los pasajes que ha citado quiero hacer el siguiente comentario:

Juan 14:12 es una maravillosa promesa de Jesucristo, dada a los discípulos. “De cierto, de cierto os digo: el que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre”. Ellos creyeron en esta promesa y pudieron hacer maravillosas obras. Al comienzo del capítulo 14 Jesús los anima a tener fe en Dios, pues, una vez que el Salvador parta de la tierra, ellos serán perseguidos y sufrirán grandes afrentas, pero no deben temer, pues, aunque sean llevados a la muerte, Jesús les está preparando morada, para que donde él esté ellos también puedan ir. En ese contexto, Jesús les dice que ellos harán obras mayores, y de cierto que las hicieron. Mientras Jesús predicó el evangelio solo en las regiones de Judea, Galilea, Perea y Samaria, los discípulos irían a casi todo el mundo conocido de esa entonces. Ellos permearían al imperio romano con las enseñanzas cristianas. Sus obras fueron mayores en este sentido. Ahora, algunos creen que las obras mayores se refieren a los milagros, pero solo con hacer un poco de observación en los Evangelios y el libro de los Hechos, nos damos cuenta que los apóstoles no superaron a Jesús en actos milagrosos. Así que las obras mayores hacen referencia a la predicación del evangelio, el cual alcanzaría a casi todas las naciones conocidas de la época y a nosotros en este tiempo. La iglesia cristiana se encuentra presente en todo el mundo. Esto no lo hizo Jesús cuando estuvo en la tierra, sino que el Espíritu Santo lo hizo a través de la iglesia.

Ahora pasemos al pasaje de Marcos 16:17-18: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán”.
Como usted deja ver en la pregunta, comprende que esta palabra fue dicha a los apóstoles, pues Marcos 16 nos narra los últimos sucesos, luego de la resurrección de Jesús, habiéndose aparecido a muchas personas, pero el verso 14 es específico al indicarnos que finalmente se apareció a los once y les dio la gran comisión, incluyendo esta promesa de los versos leídos. Aunque la gran comisión, en sus responsabilidades generales, no solo fue para los 11, sino para toda la iglesia, debemos tener cuidado en pensar que estos dos versos son una promesa para todos los creyentes de todos los tiempos, pues, debemos tener en cuenta la palabra “señales”.

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Las acciones milagros de estos pasajes son descritas como señales, y este término hace referencia a algo que apunta a o avisa de algo. En el Antiguo Testamento encontramos el uso de las señales milagrosas. Éstas siempre estuvieron presente en momentos en los cuales Dios estaba dando profecías nuevas que consituían parte de la revelación del plan redentor. En época de Moisés el Señor dio buena parte de la revelación del Antiguo Testamento, por lo tanto fue un tiempo lleno de muchas señales milagrosas, apuntando así a demostrar que esta revelación venía de Dios y era autoritativa para todo cristiano. Lo mismo sucedió en época de los demás profetas. En el tiempo de Cristo, él mismo estaba completando la revelación (Lea Hebreos 1:1), y por lo tanto nuevamente hubo abundancia de señales milagrosas. Pero no siempre hubo abundancia de esta clase de señales en el Antiguo Testamento. Fueron momentos especiales.

Luego, bajo el ministerio de los apóstoles, especialmente al comienzo, hubo abundancia de señales milagrosas, las cuales fueron dadas también con el fin de confirmar la palabra del Evangelio que estaban anunciando, y que luego se constituiría en el Nuevo Testamento. Esto es lo que dice el autor de Hebreos, advirtiendo a sus lectores del gran peligro que reviste escuchar el evangelio y no anteder seriamente a su llamado “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos ído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme (La Ley), y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación (evangelio) tan grande? La cual (el evangelio) habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron (los apóstoles), testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad” 8Hebreos 2:1-4.

En este texto el autor de Hebreos, un creyente de segunda generación, considera como algo pasado el tiempo de las señales y maravillas que fueron hechos por los apóstoles con el fin de confirmar la palabra que estaban dando, es decir, el Evangelio. Ellos no pensaron que estas señales iban a ser para siempre, pues, la revelación no se iba a estar dando siempre, sino en la era apostólica.

De la misma manera el apóstol Pablo considera que las señales mencionadas en Marcos, eran una marca que distinguiría a los verdaderos apóstoles del cordero. Él usa este argumento para defender su apostolado de todos aquellos que estaban cuestionándolo: “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros, en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros” (2 Corintios 12:12). Los primeros cristianos consideraron que las señales mencionadas en Marcos eran un distintivo apostólico, pues, Dios quería refrendar la Palabra dicho por ellos, ya que estaban dando la revelación final que completaría las Sagradas Escrituras. Por lo tanto, una vez que la Escritura es completada, como puede verificarse en la historia de la iglesia, las señales y maravillas van decayendo poco a poco.

Ahora, esto no significa que el Señor no continuaría obrando milagros en medio de su pueblo. De seguro que él lo hizo y lo hace aún hoy. Él sigue escuchando y respondiendo las oraciones de su pueblo, conforme a su voluntad preciosa, de manera que él sana a un enfermo cuando así lo quiere, sin necesidad de recurrir a un sanador o “apóstol”, sino como dice Santiago: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él”. Stgo. 5:14.

Ahora, respecto al echar fuera demonios, esto es solo prerrogativa divina. Jesús dijo que solo el hombre mas fuerte, puede atar al hombre fuerte. Y el único ser que es mas fuerte que el diablo, es Dios. Él ató a Satanás y esto lo demostró expulsando a muchos demonios. En Marcos 16 él da autoridad especial a los 11 para que también expulsen demonios, y en Hechos vemos evidencia de esa autoridad delegada.

Pero, además de los apóstoles, algunos hombres también quisieron hacer lo mismo, y el resultado fue desastroso (Hechos 19:13-16). El pastor Judas debe escribir a una iglesia adviertiendole de los falsos y orgullosos maestros que andaban por todas partes alardeando de su poder, y les dice que estos falsos profetas blasfeman de las potestades superiores y se entromenten en asuntos espirituales que no son de su competencia, pues, ni siquiera el arcángel Miguel, cuando contendía con el diablo, no se atrevió a proferir juicio de maldición sino que dijo: Que Jehová sea quien te reprenda.

Por lo tanto, nosotros los creyentes no estamos autorizados para andar atando o reprendiendo potestades o demonios, nuestra misión es anuncia el evangelio de Jesucristo a toda criatura, y este evangelio, siendo la verdad de Dios, los hará libres, como dijo Jesús es Juan 8:32.

No obstante, en caso que nos enfrentemos con un verdadero caso de posesión demoníaca, toda la iglesia debe unirse en ayuno y oración, suplicando al Señor que conceda la liberación a esa alma aprisionada por Satanás, confiando en que muy pronto vendrá la libertad para la desafortunana persona, predicándole a todo momento el evangelio redentor de Cristo.

Su servidor en Cristo,

Julio César Benítez
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viernes, 4 de septiembre de 2009

¿Qué diferencia existe entre Tentar y Probar?

DON JULIO AYÚDEME CON UNA PREGUNTA
NO TENGO CLARO EL VERSICULO 12 DE SANTIAGO 1
12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
Que diferencia hay en estas dos palabras


Apreciado David,

Saludos.

Santiago usa las dos palabras como sinónimos. Tentación y prueba. Satanás es el tentador. Dios no induce a la gente a pecar, porque Él es santo y odia el pecado.

No obstante, Dios prueba la fe de los creyentes con el fin de fortalecerles, o mostrarles su pecado.

Por ejemplo, Adán fue probado en su obediencia, y falló, pecó contra Dios. Dios inició, por así decirlo, la prueba, al darle un mandamiento que cumplir. Luego Satanás, obviamente por permiso divino, trajo la tentación a Adán, y éste pecó. Dios no lo indujo a pecar. El hombre mismo quiso pecar, cediendo a la tentación.

Job fue probado en su fe. Dios mismo introduce el tema de Job en la conversación con Satanás, incitando así al Diablo a tentarlo o probarlo. Dios probó la perseverancia de Job, pero para ello usó a Satanás, quien es especialista en tentar.

David fue probado en su obediencia. Satanás lo induce a hacer un censo, es decir, usa el orgullo pecaminoso de David. Pero en últimas, esto fue una prueba de parte de Dios. Lee 2 Samuel 24:1; 1 Cr. 21:2. Dios se guarda de no tener relación alguna con el pecado, aunque puede usar a Satanás para probar la santidad de los creyentes.

En el caso de Cristo, debía ser probado en todo, ese era el propósito divino. Y para ello usa a Satanás, el tentador, quien llena de tentaciones el ministerio de Jesús.

El apóstol Pedro debía reconocer la impetuisidad de sus palabras, pero la fragilidad de las mismas, así que Jesús le dice que Satanás le ha pedido al Padre permiso para tentarle, y Jesús le dice que sí. Es decir, Dios soberanamente quiere darle una lección a Pedro, pero como esta lección implica una tentación, entonces usa a Satanás. Como dijo Calvino, Satanás es el pobre diablo de Dios. Le sirve aunque no quiera.

En todo esto vemos que las pruebas son necesarias para nuestro crecimiento, y Dios las permite en su soberana voluntad, pero nunca tienen como propósito conducir al hombre a pecar, sino a fortalecerse en su fe, a reconocer su propia pecaminosidad y depender totalmente de él.

Ahora, si pudiéramos establecer una diferencia entre las palabras "tentar" y "probar" sería esta:

La prueba de parte de Dios tiene como propósito fortalecer la fe del creyente, reconociendo su propia debilidad y necesidad del poder de Dios.

La tentación viene solamente de Satanás y tiene como propósito conducir al creyente a la caída, al pecado.