jueves, 1 de diciembre de 2011

¿Qué significa: a quienes remitiereis los pecados le serán remitidos?

Me podria contestar ¿A qué se refiere este pasaje de las Escrituras? Juan 20:23: A quienes REMITIEREIS los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos. Muchas Gracias

Apreciado Rubén,

Saludos fraternales.

Gracias por enviarnos su pregunta.

El texto en mención dice: “A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos, y a quienes se los retuviereis, les son retenidos” (Juan 20:23).

Para comprender el sentido de este pasaje, así como el de todo pasaje bíblico, es necesario primero mirar el contexto en el que fueron dichas estas palabras.

Luego de la resurrección, Jesús se apareció a sus discípulos y les dio la gran comisión. Esta comisión está expresada de diferentes maneras en los cuatro evangelios: Mateo resalta la autoridad que dio Cristo a los apóstoles para que llevaran el evangelio a todas las naciones, bautizando a los discípulos (Mt. 28:16-20); Lucas resalta la función de los apóstoles como testigos de Cristo, anunciando el arrepentimiento en todas las naciones y el perdón de los pecados en el nombre de Jesús (Lc. 24:47-48); Marcos también resalta la comisión dada a los apóstoles de anunciar el evangelio por todo el mundo, con la consecuencia de salvación para los que creyeren y de condenación para los incrédulos (Mr. 16:15-16).

En los tres evangelios que hemos mencionado la comisión dada por Cristo a los discípulos está centrada en la predicación del evangelio de salvación a todas las naciones. Los apóstoles tenían la responsabilidad de predicar inicialmente este mensaje, el cual traería el perdón de los pecados a los que procedieren al arrepentimiento (Hch. 2:38), pero también traería condenación a los que no creyeren (Mr. 16:16).

Por lo tanto, el pasaje de Juan 20:23 significa esto: Ustedes han recibido mi Espíritu Santo y les he dado autoridad para predicar el evangelio. A todos los que creyeren en el evangelio le serán perdonados (remitidos) los pecados, y a todos los que no creyeren, no le serán perdonados (retenidos) sus pecados.

Su servidor en Cristo,

Julio César Benítez
http://www.caractercristiano.org/



Nota: Usted puede ver la respuesta a esta y otras preguntas ingresando a: http://forobiblico.blogspot.com/

¿A qué se refieren los ciento veinte años de la vida del hombre en Génesis 6?

Saludos fraternales. Quisiera que me aclara el pasaje bíblico del antiguo testamento GENESIS 6:3, pues lo puedo entender como la nueva edad de vida limite del hombre o también puede referirse a los años que le quedaba a la humanidad antes de ser destruida por el diluvio universal en época de NOE. Bendiciones y agradecimientos por su atención prestada.


Apreciado hermano Manuel,

Gracias por su pregunta.

Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años” (Gén. 6:3).

Génesis 6 es una clara demostración de la doctrina bíblica de la depravación humana. Los hombres se habían entregado a toda suerte de maldad y lo único que procedía de ellos era pecaminoso. Cuando el hombre está lejos de Dios, a causa del pecado, entonces nada bueno sale de él: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Gén. 6:5).

El colmo de la maldad de la raza humana había llegado a su punto más alto, de manera que Dios había determinado la destrucción de toda vida en la tierra: “Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho” (Gén. 6:7).

Esta destrucción se daría a través del diluvio universal, del cual solo Noé sería salvo, a través de un arca que demoró construyendo 120 años. La construcción del arca se convirtió en un evangelio expuesto gráficamente, pues, durante ese tiempo se pregonaba a los hombres que vendría la destrucción, y ellos en vez de proceder al arrepentimiento, continuaron en sus pecados, por lo cual recibieron el juicio divino. (1 Ped. 3:18-20; 2 Ped. 2:5).

Por lo tanto, cuando Dios dice que serán sus días ciento veinte años, se refiere al tiempo que le daría a la humanidad para que se arrepentiera y abandonara su camino de maldad. Al término de los ciento veinte años “fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas” (Gén. 7:11), viniendo la gran destrucción de la humanidad.

No se refiere a que los hombres y mujeres, luego del diluvio, tendrían una longevidad de ciento veinte años.

Su servidor en Cristo,

Julio César Benítez
http://www.caractercristiano.org/


Nota: Usted puede ver la respuesta a esta y otras preguntas ingresando a: http://forobiblico.blogspot.com/

¿Es Dios igual a los ángeles, pero con un poder superior?

Pastor, mis hijos me hacen la siguiente pregunta: Que si Dios es igual a los ángeles, solo que con un poder adicional o superior? y si por eso el diablo quiso ser igual a Dios?


De antemano gracias por su respuesta.



Apreciado hermano Daniel,

Gracias por enviarnos su pregunta.

Nuestros hijos muchas veces nos sorprenden con ciertas preguntas teológicas de gran profundidad y complejidad. Recuerdo la ocasión cuando mi hijo, Juan Sebastián, a la edad de 4 años, luego de escuchar la predicación del pastor de la iglesia donde nos congregábamos en Bogotá, me pregunta: Papi, si Dios nos manda a perdonar a nuestros enemigos, y Satanás es el enemigo de Dios, ¿por qué el Señor no lo perdona?

Bueno, regresando a su pregunta, podemos responderla con los siguientes argumentos bíblicos:

- Dios no es igual a los ángeles porque él los creó (Neh. 9:6; Sal. 148:2-5; Col. 1:16-17)). Los ángeles no son eternos y no pudieron venir a la existencia por sí mismos. Su existencia se deriva del poder creador de Dios y ellos existen porque Dios les da la existencia. Por el contrario, Dios no necesita de nadie más para existir, y él no vino a la existencia por el poder de nadie más, pues, Él es eterno y no tiene principio ni fin. Los ángeles tuvieron un principio.

- Los ángeles rinden servicio a Dios y lo adoran, lo cual muestra que él no sólo es superior, sino que es único (Is. 6:1-3; Apo. 4-5). Los ángeles no se adoran entre ellos mismos. Por cierto, Satanás busca la adoración a sí mismo, pero esto es un pecado, porque solo a Dios se debe adorar. De manera que si los ángeles no deben ser adorados (Ap. 22:8-9), y sólo a Dios se debe adorar (Luc. 4:8), entonces Dios no es un ángel superior, ni siquiera el más grande de los ángeles, sino el creador de los ángeles y el Soberano del Universo visible e invisible.

- Si Dios fuera un ángel con poder superior o adicional, nos deberíamos preguntar ¿de dónde procede este poder? Es decir, todo poder debe venir de una fuente. El poder no existe por sí mismo. Pero la Biblia nos dice que el poder viene de Dios, él es la fuente del poder (1 Cro. 29:12; Job. 12:13; Sal. 62:11). Los ángeles tienen diferentes grados de poder, porque Dios se los ha dado, pero a Dios nadie le ha dado poder, porque éste viene de él. De manera que Dios no solo es superior a los ángeles, sino que es distinto a los ángeles. Dios es único y no hay otro como él.

- Satanás fue creado por Dios (Ez. 28, Is. 14), así como el resto de ángeles. Pero Satanás quiso ser como Dios, no porque Dios sea de la misma esencia de los ángeles, sino porque Satanás se había llenado de orgullo, vanidad, arrogancia, y había caído en el lazo de su ignorancia. Él pensaba que por haber recibido mucho poder de parte de Dios, entonces podía llegar a ser tan poderoso como él. Pero esto era el razonar de un ser que se había dejado engañar por su propio pecado y orgullo (1 Tim. 3:6.

Por estas razones, y muchas más que la Biblia nos presenta, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que Dios es diferente a los ángeles, incluso a los más poderosos, y que la distancia entre él y los poderosos arcángeles es infinita. Dios es el Soberano ante el cual, hasta los poderosos ángeles, deben inclinarse y adorarlo.

Su servidor en Cristo,

Julio César Benítez

www.caractercristiano.org



Nota: Usted puede ver la respuesta a esta y otras preguntas ingresando a: http://forobiblico.blogspot.com/

¿Cuál es el sustento bíblico de la sujeción de la mujer al varón?

Pastor, mucho gusto. Es para mi un privilegio saludarle, espero que Dios le bendiga mucho y que su presencia sea más grande cada día en su vida, su familia y los hermanos. Con un poco de atrevimiento quiero solicitarle, si fuera tan amable, aclararme una duda que me inquieta un poco. Desde que conozco la verdad del evangelio y despues de haber salido de una iglesia pentecostal donde a las mujeres se les llamaba pastoras y ejercian cargos y enseñanzas en la congregación; supe que nuestro papel en la iglesia no es este, pero estoy un poco confundida con el tipo de enseñanza que una mujer puede ofrecer.......se que no le es permitido enseñar en el culto, pero me gustaria saber en que contextos puede hacerlo, y a que tipo de personas, ¿acaso la enseñanza de una mujer se basa unicamente en la predicación del evangelio a nuevos?, la pregunta la hago porque la teologia me parece fantastica, las enseñanzas de las doctrinas me impactan mucho, los métodos de estudio bíblicos y los fundamentos de la Escritura, y en un futuro me gustaría certificarme en estudios teológicos. Sin embargo no estoy segura del tipo de sujeción al que una mujer deba someterse, ¿ a qué tipo de autoridad o de persona no me seria permitido enseñar?....temo pecar alterando principios bíblicos que deban obedecerce, pero no tengo total claridad sobre este asunto, por esto me tomo el atrevimiento de pedir su opinión; Agradezco de antemano el tiempo que toma para leer estas palabras y seria para mi un gozo obtener alguna respuesta de su parte. Dios le guarde y su gracia le acompañe más abundantemente.

Apreciada Ingrid, Saludos fraternales.

Gracias por enviar sus preguntas, las cuales son justas y creo que atienden un tema de gran relevancia actualmente debido al caos que, en la iglesia y el hogar, ha generado el movimiento feminista extremo.

Vamos a dividir su pregunta en varias, con el fin de dar mayor claridad al respecto, respondiéndolas en un orden que nos permita ir comprendiendo el tema:

1. ¿Cuál es el sustento bíblico de la sujeción de la mujer al varón?

2. ¿Se les debe dar el reconocimiento a las mujeres de pastoras o predicadoras?

3. ¿Qué funciones no deben realizar las mujeres en la iglesia?

4. ¿Qué funciones pueden ejercer las mujeres en la iglesia?

Empecemos con la primera pregunta: ¿Cuál es el sustento bíblico de la sujeción de la mujer al varón? Para ello, transcribiré un estudio que di sobre Efesios.

Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. V. 23.

La mujer debe sujeción y obediencia a su esposo porque él es su cabeza. Él varón es el directamente responsable ante Dios por el cuidado del hogar, tanto en el aspecto material como en el espiritual. Esto no quiere decir que la mujer no tiene responsabilidades espirituales, pero estas serán en sujeción a su marido. ¿Por qué el hombre es cabeza de la mujer y no a la inversa?

Encontramos varios argumentos que Pablo presenta en otras epístolas: En el orden establecido por Dios para los roles en el hogar y la Iglesia hayamos los siguientes patrones:

1. El hombre es cabeza de la mujer, por lo tanto solo él puede realizar funciones de liderazgo espiritual. 1 Cor. 11:3-16. Este principio debe ser guardado en el hogar (Efe. 5:21-33) y en la Iglesia. (1 Tim. 2:8-14). Así como esta sujeción debe ser realizada voluntariamente, la cabeza debe ejercer un liderazgo amoroso, tierno y sacrificial. El mejor ejemplo de liderazgo es Jesucristo mismo, quien amó tanto a la Iglesia que estuvo dispuesto a sacrificarse por ella. De la misma manera el esposo y los líderes espirituales de la Iglesia deben guiarla con un amor tan profundo y un cuidado tan especial, que deben estar dispuestos al sacrificio más grande.

2. La mujer debe someterse voluntariamente a la dirección o guía espiritual de su esposo (si este es creyente) y de los pastores o líderes varones que Dios ha dado a la Iglesia. Efe. 5:22-24). Estos roles tienen un sustento, no solo en los pasajes mencionados, sino en el resto de las Escrituras. - 1 Tim. 2:14. El órden de la creación y la entrada del pecado al género humano:
a. Primero fue creado el hombre, luego la mujer. Gén. 2:7,,20,21,22,23. Estos pasajes nos dejan ver que la mujer fue creada por causa del hombre. Ella fue creada para ser la ayuda del hombre, y también su gloria (1 Cor. 11:7-9). El nombre asignado por Dios a la mujer también afirma la dependencia que tiene del hombre como primer ser creado (Hombre = Ish, Mujer= Ish-sha) Gen. 2:23. Cuando la mujer reconoce esta diferencia en el orden de la creación es que puede ser de gran ayuda y bendición para el hombre. Incluso, ella puede ejercer una influencia muy poderosa y beneficiosa sobre él, en sumisión, para la felicidad de los dos y especialmente para la Gloria de Dios.
Cuando la mujer asume el papel de liderazgo, no solo está violando el principio de la creación, sino que engendra caos (aunque en un principio parezca que las cosas andan mejor) y no está glorificando a Dios.

Algunos argumentan que la sumisión de la mujer al hombre se derivó especialmente del pecado, y que, por la obra de redención efectuada a través de Jesús, el ideal original de la creación humana fue restaurado de tal manera que tanto los hombres como las mujeres pueden ser cabeza tanto en el hogar como en la Iglesia. Pero este razonar no es de acuerdo al tenor de las Escrituras, puesto que el orden de la creación, primero fue creado el hombre y luego la mujer, por causa del varón, fue antes de la caída. Este principio es utilizado por el apóstol Pablo como argumento teológico para establecer diferencias en el papel que los hombres y las mujeres tienen en la vida del hogar y la Iglesia.
Aunque el orden la creación de la raza humana parezca algo insignificante y trivial (primero el hombre, luego la mujer), realmente tiene consecuencias en lo que se relaciona con los roles y funciones. Dios no hace las cosas por capricho ni porque le salieron así, en todo lo que hace tiene un plan perfecto, y en el orden de la creación tenía papeles importantes para el hombre y la mujer. Él sería la cabeza, el maestro, el sacerdote, la guía, ella sería el corazón. Los dos se complementan y no son felices sin el otro. (1 Cor. 11:11). Pero cada uno cumpliendo sus roles. El resultado de violar el principio: “Él dirige, ella sigue” fue la entrada del pecado al mundo. Adán era responsable de tomar las decisiones más importantes, Eva debía seguirle. Los asuntos espirituales debían ser dirigidos por Dios a través del hombre, al cual le había dado la función de cabeza. Él era el sacerdote, y como tal los asuntos espirituales también estaban bajo su responsabilidad. Él debía buscar cada día el conocimiento de Dios para trasmitírselo a su mujer. Era su responsabilidad enseñarla y guiarla a conocer la voluntad de Dios. Pero Eva desechó su rol de esposa y trató de convertirse en sacerdotisa cuando fue contactada por Satanás. La serpiente le habló de asuntos espirituales, le dijo “Si comes de este fruto llegarás a ser como Dios”, este era un asunto que debía ser consultado con la cabeza, Adán conocía mejor los principios espirituales puesto que tenía la responsabilidad de enseñar a su mujer, debía estar mas preparado en estos asuntos. Pero ella violó el principio establecido por Dios y tomó una decisión final que era competencia del hombre. Decidió ser como Dios. Ella probablemente pensó que así era mejor, ahora no estaría obligada a obedecer a su marido, sino que tendría el mismo o mayor conocimiento en asuntos espirituales. Ella fue engañada primero (1 Tim. 2:14). Satanás no enfrentó directamente al hombre, porque lo más probable es que este consultaría el asunto con Dios, puesto que la propuesta tenía gran influencia espiritual, y él como cabeza de la creación debía ser cuidadoso en estas decisiones. Pero el varón estaba ligado al corazón de la mujer. Él no podría obedecer la voz extraña de la serpiente, pero si podría ser conquistado por el corazón amoroso de la esposa.
Si bien el hombre dirige, la mujer tiene gran influencia sobre el varón, porque ella es su corazón. Pero cuando la mujer aprovecha este poder de influencia sobre el hombre para llevarlo a tomar decisiones finales, de acuerdo a lo que ella ha planeado de antemano, está violando su rol de sumisión. Satanás aprovechó esto y convenció primero a Eva, por naturaleza ella es más emotiva, y es la primera que muestra interés en asuntos espirituales. Luego de convencerla a ella sería más fácil que Adán escuchara el consejo destructor en boca de su mujer. El resultado fue el caos, la entrada del pecado al mundo creado por Dios.
Pablo no está afirmando en 1 Tim. 2:14-15 que solo la mujer fue engañada. Adán también pecó. Él no asumió su responsabilidad de cabeza, sino que se dejó llevar por la emotividad espiritual de su esposa, y en vez de cuidarla y protegerla decidió hundirse con ella en el pecado.

b. Los varones tienen la función de liderazgo en todas las Escrituras. En la época patriarcal Dios se comunicaba directamente con los varones jefes. Ellos eran responsables de transmitir el mensaje divino a su mujer e hijos. Esta fue la primera figura de la Iglesia. El orden era que el varón dirigiera y enseñara a esta iglesia. Noé (Gén. 3:13-22; 7:1-5; 9:1-17), Abraham (Gén. 12:1-5; 15:1-9; 17:1-22; 18:1), Isaac (Gén. 26:2-5), Jacob (Gén. 32:22-30; 35:1, 9-15). En el pueblo de Israel Dios organiza el sacerdocio y la adoración colectiva en torno al templo, dando la función sacerdotal y de liderazgo espiritual a los varones. Aarón y sus hijos varones fueron consagrados como sacerdotes (Ex. 28:1). Las instrucciones para el ministerio sacerdotal solo pueden aplicarse a los varones: No podrán casarse con mujer ramera o repudiada (Lev. 21:7), tomarán por esposa a una mujer virgen (Lev. 21:13-14). Los jueces y los reyes eran varones. Ellos eran responsables de dirigir al pueblo de Dios.
Solamente cuando los hombres se volvieron débiles e irresponsables en sus funciones, Dios permitió el surgimiento de mujeres con gran liderazgo como una excepción mas no como regla. Débora es un ejemplo de ello (Jue. 4:4). Ella surgió como gobernadora debido a la pecaminosidad del pueblo y la debilidad de los varones (Jue. 4:1). Incluso ella era conciente de su papel para avergonzar a los varones, quieres eran responsables de dirigir y proteger al pueblo. Su valentía debía hacer ver a los varones como irresponsables y débiles. (Jueces 4:8-9).
Cuando las mujeres deben abandonar su papel especial en el hogar, para dedicarse a funciones de liderazgo, es por la debilidad y flaqueza de los hombres, y no porque Dios así lo haya diseñado. Siempre que las damas asumieron un papel de liderazgo obedeció a dos factores: Primero, los varones habían flaqueado y Dios los avergonzó utilizando a las mujeres en funciones netamente masculinas, o, Segundo, ellas usurparon el rol de los hombres, pero las consecuencias fueron funestas. (vea el ejemplo de Jezabel quien dirigía a su pusilánime esposo, rey de Israel. Las consecuencias de esta debilidad fue la entrada de la idolatría en Israel (1 Rey. 16:29 – 21:29), o mire la influencia directiva de las esposas sobre Salomón en asuntos espirituales, la consecuencia, nuevamente idolatría (1 Rey. 11), o ver el caso de Atalía (2 Rey. 11:1)). Volviendo al pasaje de Efesios 5:23 es importante aclarar la forma cómo la cabeza (el marido) debe guiar a su esposa.
Así como Cristo es la cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo y él es su Salvador. La relación cabeza-cuerpo ofrece muchas verdades a considerar:
 Primero, la cabeza guía al resto del cuerpo. El hombre es guía de su esposa y del hogar. Pero no debe ser cualquier clase de guía, esta no es arbitraria ni tirana. El mejor ejemplo de cabeza lo ofrece Cristo mismo. Él dirige sabiamente a la Iglesia y la conduce a vida abundante. El esposo debe esforzarse por cuidar y proteger a su hogar como si fuera lo más preciado para él. Un marido que descuida la protección y felicidad de su casa tendrá que rendir cuentas ante el Soberano creador. El esposo no solo guía y dirige a su esposa e hijos, sino que debe ser como Su Salvador, así como Cristo salvó a la Iglesia. El esposo no debe escatimar esfuerzo alguno en traer a todos los miembros de su hogar a Cristo. Él debe esforzarse por estudiar y conocer más de Dios y su revelación para instruir a su esposa e hijos en la fe. La salvación no es solo la profesión de fe en Cristo, sino el conocerle y obedecerle en todo, de esa forma seremos salvados de todos los ataques de Satanás, el mundo y la carne.

Su servidor en Cristo,
Julio César Benítez
http://www.caractercristiano.org/
Nota: Usted puede ver la respuesta a esta y otras preguntas ingresando a: http://forobiblico.blogspot.com/

¿Fue el pecado de los ángeles en Judas 6, el pecado sexual de Génesis 6?

Buenos dias Pr Julio, De nuevo me gustaria hacerle una pregunta. En el libro apocrifo de Enoc se contiene una descripcion de los eventos mas detallados de Genesis 6, especificamente sobre la rebelión de unos angeles. Sn Judas y Sn Pedro parecen hacer referencia a este recuento. Es recomendable tomar como apoyo historico estos escritos del libro apocrifo de Enoc? Muchas Gracias Pr Julio, Bendiciones en Cristo. Anderson Steban

Apreciado Anderson, Saludos fraternales.

Primero abordaremos la pregunta ¿Está relacionado el pecado de los ángeles, mencionados en Judas 6, con las relaciones sexuales ilícitas entre los hijos de Dios y las hijas de los hombres, mencionados en Génesis 6? Para ello transcribiré apartes de un sermón que di sobre el verso 6 de Judas.

“Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada...”

Algunos ángeles creados por Dios decidieron rebelarse contra el creador, y fueron arrojados de los cielos. A estos ángeles les llamamos hoy: ángeles malos.
No sabemos realmente cuál fue su pecado, pero Judas los describe como no guardando su posición de autoridad y abandonando su propia morada.
Desde tiempos antiguos se tejió la teoría de que estos ángeles abandonaron su propia morada espiritual y bajaron a la tierra a buscar mujeres para tomarlas como esposas. El libro apócrifo de 1 Enoc aboga por esta interpretación de Génesis 6. Pero luego, la iglesia abandonó esta teoría al considerar que Jesús se opone a la posibilidad de que los ángeles puedan casarse.
Leamos el relato de Génesis 6. “Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los Hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos”. (6:1-2, 4).

Una primera pregunta que debemos hacernos es ¿Quiénes son los hijos de Dios mencionados en el texto? Algunos creen que se refiere a los ángeles, pues, en Job 1:6; 2:1 y 38:7 se les llama hijo de Dios. Pero no solo a los ángeles se les da esa designación, pues, a los creyentes, los hombres de la línea de la fe también se les llama hijos. (Det. 32:5; 73:15; Oseas 1:10; Juan 1:12; Rom. 8:14; Fil. 2:15). Así que, según otra perspectiva, los hijos de Dios mencionados en el capítulo 6 de Génesis designa a los descendientes de Set, los cuales habían preservado la fe en el verdadero Dios, pero se empezaron a descarriar al contraer matrimonios con mujeres incrédulas.
Algunos intérpretes de la Biblia han llegado a la conclusión que los hijos de Dios mencionados en el pasaje son ángeles, porque el resultado de esta unión demoniaca-humana fue el surgimiento de una raza de gigantes.
Aunque en las Sagradas Escrituras se nos habla de algunos hombres que se distinguieron por su gran estatura física (Los hijos de Anac, Números 13:33; Goliat, 1 Samuel 17:4), no obstante los nefilín que se mencionan en Génesis 6 no necesariamente son hombres de gran estatura física, sino que la palabra usada en hebreo significa literalmente “nacidos de la tierra”, es decir, los gigantes o nefilín hacen referencia al hombre caído, al que tiene una mente animal, carnal. Mientras que los hijos de Dios son los hombres de la fe, los nacidos de nuevo.
La palabra nefilín también hace referencia a hombres valientes, guerreros, pero no a personas de gran estatura, necesariamente. Además, es importante resaltar, que Génesis 6:1-2 y el verso 4 resaltan que los gigantes no fueron el resultado de la unión sexual entre los hijos de Dios y las hijas de los hombres, sino que éstos ya existían antes de que se diera este yugo desigual, y también después.
Ahora, considero que estos hijos de Dios no son los ángeles caídos por varias razones:

Primero, los ángeles son seres espirituales, no tienen cuerpo como el de los hombres. Si bien en algunas ocasiones el Señor autorizó a unos pocos ángeles para que asumieran una apariencia humana y se mostraran a algunos hombres en la historia sagrada, la verdad es que estas apariciones fueron escasas y siempre de ángeles santos, nunca de ángeles caídos. Solo la unión de células reproductivas de miembros de una misma especie tiene la capacidad de producir nueva vida. La esencia de los ángeles es muy diferente de la de los hombres.
Segundo, Jesús dijo que los ángeles no se casan ni se dan en casamiento. (Mateo 22:30). Ellos no tienen capacidades reproductivas, no fueron creados con ese fin. El mandato de reproducción lo dio el Señor a los hombres y los animales, pero no a los ángeles.
Tercero, la frase inicial del versículo 7 “como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, ...” no indica que el pecado de los ángeles fue de índole sexual, sino que Dios castigó a Sodoma y Gomorra así como castigó a los ángeles que pecaron y a los israelitas incrédulos.

Tu servidor en Cristo,
Julio C. Benítez
http://www.caractercristiano.org/
juliobenitez@caractercristiano.org