lunes, 9 de enero de 2023

Una presentación respetuosa de la Iglesia Bautista Reformada la Gracia de Dios

 

IGLESIA BAUTISTA REFORMADA “LA GRACIA DE DIOS”

 

 

¡BIENVENIDOS!

 

 

¿QUIÉNES SOMOS?

 

 

A continuación, usted encontrará un resumen de lo que somos como iglesia cristiana, evangélica, bautista y reformada

 

 

 

 

Una declaración conjunta de la Asociación de Iglesias Bautistas Reformadas la Gracia de Dios, aceptada voluntariamente por cada una de las iglesias asociadas.

 


 

¡Un saludo pastoral!

 

El consejo de pastores está muy agradecido con Dios por su interés en conocer más de nuestra iglesia.

 

Oramos a Dios para que usted pueda encontrar en nuestra congregación local una comunidad cristiana de crecimiento integral para la gloria de Dios.

 

Los pastores estamos dispuestos a ayudarle, con la colaboración de otros hermanos, en todo lo que podamos, aconsejarle e instruirle, acompañarle en el proceso de discipulado y membresía y, cómo involucrarse en las diferentes áreas de servicio.

 

Lo animamos a leer este documento con sumo cuidado, además de estudiar nuestra Confesión de fe, antes de presentar la solicitud de membresía, pues, cuando nos hacemos miembros de una iglesia local, asumimos el compromiso sagrado de ser fieles al Señor en dicha iglesia; salvo que ella se vuelva herética, mundana, o que el miembro deba cambiarse de residencia.

 

Queremos que usted conozca nuestros distintivos como iglesia local.

 

Es nuestra oración que Dios le guíe en el proceso de hacerse miembro en nuestra comunidad cristiana.

 

Sus servidores en Cristo,

 

 

Consejo de pastores de la iglesia local

 

1.       Somos iglesias reformadas

Una de las primeras cosas que usted debe saber es que somos una iglesia evangélica reformada. Es decir, tenemos una herencia histórica arraigada en la Reforma Evangélica del siglo XVI. Nos identificamos con los grandes principios doctrinales que expusieron los Reformados, en especial, Juan Calvino; los Puritanos y los teólogos calvinistas.

 

Una de las doctrinas que permite diferenciar a las iglesias reformadas del resto de iglesias evangélicas es la soteriología (doctrina de la salvación). Los “calvinistas” o “reformados”, defendiendo la fe ante los seguidores del teólogo holandés, Jacobo Arminio, desarrollaron los cinco puntos o las cinco doctrinas de la gracia, que son la marca distintiva más marcada de las iglesias evangélicas reformadas. Estas doctrinas son:

1.       La depravación total del género humano. El hombre desde la caída, ha sido afectado totalmente por el pecado (su mente, alma y cuerpo) y, todo en él ha sido invadido por el mal. Su mayor deleite es pecar y rebelarse contra Dios. Incluso, sus mejores obras están afectadas por el pecado y no son agradables a Dios. Él no puede buscar a Dios por sí mismo y se opone siempre a su voluntad revelada.

2.       La elección incondicional. El ser humano no quiere ni puede buscar a Dios a causa del estado espiritual caído; si él viene a Cristo en un acto de arrepentimiento y fe sincero, sólo se debe a que el Padre lo escogió para esta salvación desde antes de la fundación del mundo. Únicamente son salvos aquellos que han sido escogidos por el amor de la gracia electiva, los demás son abandonados en su rebeldía.

3.       La expiación limitada. La muerte de Cristo es eficaz para todos aquellos por la cuales fue derramada. Solo los que estuvieron incluidos en el plan redentor, efectivamente serán salvos, pues, la muerte de Cristo es poderosa para reconciliarlos con Dios. Jesús murió solamente por su pueblo escogido y nadie más.

4.       La gracia irresistible. Un día serán llamados, externamente por la predicación del evangelio, todos los elegidos por los cuales Cristo murió. Por sí mismos no podrán venir al Salvador, sino que el Espíritu Santo, obrará en su interior un llamado poderoso, les dará el nuevo nacimiento y, les capacitará para arrepentirse y creer en el evangelio.

5.       La perseverancia o preservación de los santos. Todos los que han sido elegidos por la gracia de Dios (por los cuales Cristo murió y un día fueron llamados eficazmente por el Espíritu de Dios) no solo creerán al principio, sino que continuarán creyendo por siempre y nunca se desligarán de Cristo. Ellos mismos no tienen la capacidad de sostenerse con sus manos en la gracia de Cristo; sino que están escondidos y sostenidos por las poderosas y seguras manos del Padre, quien obrará en ellos, de tal manera que nunca caerán del estado de gracia o salvación.

 

2.       Somos iglesias bautistas

El nombre “Bautista” contiene varias verdades. Primero, hace referencia a la verdad bíblica de quiénes son los sujetos y cuál es el modo del bautismo. Creemos que las Sagradas Escrituras enseñan que sólo los creyentes deben ser bautizados.

Los sujetos del bautismo no pueden ser descubiertos en el Génesis o en el pacto con Abraham, sino en el Nuevo Pacto, pues, el bautismo solo puede ser comprendido a la luz de la revelación del Nuevo Pacto.

 

Cada mandato bíblico relacionado con el bautismo, cada ejemplo de su práctica en las Sagradas Escrituras y cada enseñanza respecto a la naturaleza simbólica del bautismo, nos da suficientes pruebas para ver que es aplicado solamente a creyentes.

 

Respecto al “modo” del bautismo, creemos que la forma bíblica apropiada es por inmersión. La palabra griega usada comúnmente para inmersión es baptismo y se encuentra de manera frecuente en el Nuevo Testamento.

 

En segundo lugar, el nombre “bautista” significa que sólo los convertidos y bautizados tienen derecho a ser miembros de la iglesia de Cristo, es decir, creemos en una membresía regenerada conforme a las enseñanzas del Nuevo Testamento.

En tercer lugar, el nombre “bautista” implica que creemos en la autonomía o independencia de la iglesia local. Que cada comunidad local de creyentes ha recibido de Cristo el poder para autogobernarse sin injerencia de alguna otra iglesia o concilio o sínodo.

 

3.       Autoridad y suficiencia de las Sagradas Escrituras

Como iglesia bautista reformada creemos que la Biblia es la suficiente y autoritativa Palabra de Dios. Ella es la máxima norma en materia de fe y conducta. La iglesia se guía solamente por esta revelación y no acepta ninguna otra fuente de inspiración. Todo lo que ella contiene es suficiente para que los creyentes sean perfectos en Cristo.

 

Todo asunto espiritual o doctrinal debe ser resuelto a la luz de este sacrosanto libro, y no aceptamos nada que ella no contenga. Todas las áreas de la iglesia deben ser reguladas por la Biblia.

 

4.       Confesionalidad

Como iglesia bautista reformada estamos convencidos que la Biblia es la máxima norma en materia de fe y conducta. No queremos creer nada espiritual que esté por fuera de ella. Pero siendo que todas las iglesias y sectas dicen creer lo que la Biblia dice, aunque creen cosas opuestas y contradictorias entre sí; nuestras iglesias profesan que desde los tiempos apostólicos ha sido una sana costumbre resumir en declaraciones cortas las principales doctrinas enseñadas por las Sagradas Escrituras, lo cual, nos pone en armonía con lo que los santos han creído de la Biblia en todas las épocas.

 

Es por eso que en nuestras iglesias confesamos, junto con el resto de iglesias reformadas lo que está contenido en los principales credos de la iglesia, el apostólico y el niceno.

 

Pero, como iglesias bautistas reformadas, nos identificamos completamente con el resumen doctrinal que hizo un grupo de piadosos pastores puritanos en el siglo XVII, conocido como la Confesión de Londres de 1689. Esta confesión debe ser estudiada por los pastores, maestros y miembros de las iglesias.

 

5.       La iglesia existe para la gloria de Dios y ella es central en los propósitos divinos

Nos distinguimos por la incuestionable convicción que la iglesia existe para la gloria de Dios (Ef. 3:21; 5:26, 27); por lo tanto, la adoración a Dios y su Palabra son centrales en la vida. Creemos que la Iglesia es la casa de Dios, no la casa del hombre, en consecuencia, debemos preocuparnos más por el deleite de Dios que el del hombre.

 

La iglesia es el lugar donde Dios se reúne con su pueblo, pero esto no significa que es sombrío y aburrido, no; es el sitio más glorioso y santo en la tierra puesto que Dios mora; es un oasis para el alma sedienta que busca la gracia de Dios.

 

Pero también creemos que el lugar donde Dios mora es solemne y santo, como dijera Jacob: “¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo” (Gén. 28:17). Es por esta convicción que las iglesias bautistas reformadas tomamos con mucha reverencia y seriedad el tema de la adoración a Dios.

 

La iglesia local es fundamental para los propósitos de Dios en la tierra, y por eso rechazamos que instituciones para-eclesiásticas usurpen esta misión.

 

La misión de llevar el evangelio a todo lugar no les corresponde a instituciones para-eclesiásticas sino a las iglesias locales, pues ellas y sólo ellas, fueron comisionadas por Cristo.

 

Todos los creyentes deben hacerse miembros de una iglesia local.

 

6.       La salvación y la santificación

Las iglesias bautistas reformadas nos distinguimos por la convicción de que la salvación altera radicalmente la vida del convertido.

 

La mayor parte de las iglesias evangélicas de nuestro tiempo practica el decisionismo. Ellos creen que, si una persona repite una oración (que es como una fórmula) ya es salva; independientemente si rompe o no con el pecado. Consideran que una persona puede vivir de acuerdo a los que habitan el infierno, pero finalmente van a ir al cielo por la oración que hicieron.

 

Aunque algunos maestros afirman que esto no es más que una gran manifestación de la gracia de Dios, en realidad, como dice Judas 4, “convierten en libertinaje la gracia de Dios”.

 

En nuestro caso, profesamos que la verdadera conversión se refleja en un cambio radical del corazón. Pablo dice que antes de ser creyentes éramos tinieblas, pero ahora somos luz en el Señor. Creemos que Jesús vino a salvar a su pueblo de sus pecados (Mt. 1:21). Proclamamos la verdad escritural que si alguien está en Cristo nueva criatura es (2 Cor. 5:17) y, que Jesús vino para tener un pueblo celoso de buenas obras (Tito 2:14).

 

Rechazamos como anti-bíblico, la idea de que una persona puede abrazar a Jesús como Salvador mientras rechaza su señorío. La Biblia no enseña en ningún lugar que Cristo puede ser dividido; si alguien tiene a Cristo lo tiene en tu totalidad como sacerdote, rey y profeta.

 

7.       La ley de Dios

Las iglesias bautistas reformadas tenemos la convicción que la ley de Dios, como es expresada en los diez mandamientos, es regulativa en la vida del creyente en el Nuevo Pacto (Jer. 31:31-34; 1 Juan 2:3-4).

 

Pablo dice que “La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios” (1 Cor. 7:19).

 

Afirmamos que el cristianismo antinomiano (contrario a la ley), en el cual no hay demandas sobre el convertido, es una perversión del evangelio, puesto que la Biblia enseña que “sin santidad (práctica), nadie verá al Señor” (hebreos 12:14). El camino hacia el cielo es el camino de la santidad, en el cual solo pueden andar los que realmente han sido convertidos.

 

Creemos que la ley escrita en el corazón es la misma ley de los Diez Mandamientos. Juan enseña que, si decimos conocer a Dios, pero no guardamos los mandamientos, somos mentirosos y la verdad no está en nosotros. Jesús dijo a sus discípulos que ellos sabrían si le amaban, sí obedecían sus mandamientos.

 

8.       El día del Señor o sábado cristiano

Como iglesia bautista reformada creemos que los creyentes tienen el deber de guardar un día a la semana para la adoración colectiva; conforme ha sido ordenado en el Decálogo. Ese día era, en el Antiguo Testamento, el séptimo de la semana, pero a partir de la resurrección de Cristo, pasó a ser el primer día (Domingo); tal y como fue practicado por la iglesia apostólica del siglo I.

 

Adicional a esto, profesamos que Dios exige a los creyentes dar de su tiempo para adorarlo, apartándose de cualquier labor mundana.

 

Creemos que las iglesias evangélicas de nuestro tiempo están erradas al irse en contra del cuarto mandamiento. Los creyentes aún debemos guardar el sabat, el primer día de la semana, ya que es el más especial para que la familia junta se congregue a rendir adoración al Santo Dios, bajo la guía de los ancianos, centrados en la predicación de la Palabra del Señor, entonando solemnes himnos, ofrendando de corazón sincero para el avance del Reino de Dios, y celebrando los sacramentos.

 

El domingo, cuando se guarda gozosamente a la luz de las Sagradas Escrituras, es un anticipo de la vida en la eternidad.

El día domingo no debe ser usado para trabajar (excepto los casos necesarios como personal de salud, policía, etc), ni para el ocio o las diversiones mundanas; sino para la adoración congregacional y familiar.

 

9.       Predicación expositiva

Como iglesias bautistas reformadas creemos que la predicación de la Palabra es fundamental para la vida de la iglesia. Este es el medio preferido por Dios para salvar a los pecadores. Y también es el medio para exhortar, consolar y edificar a los santos. A través de la predicación, Cristo es presentado de una manera poderosa al alma y a la mente (1 Cor. 1:21; Ef. 4:11-16; 2 Tim- 4:1).

 

Pero no solamente profesamos que la predicación es el elemento central en la vida de la iglesia, sino que ésta debe ser expositiva, es decir, fiel al texto sagrado, libro por libro, capítulo por capítulo y versículo por versículo.

 

Como bautistas reformados, teniendo una mente bíblica, rechazamos las tendencias que muchas iglesias evangélicas han desarrollado en este tiempo hacia la enseñanza superficial de la Biblia o la doctrina, hacia los cultos de adoración centrados en testimonios, milagros, películas, teatro, danzas, o, espectáculos musicales a través de bandas de jóvenes interpretando canciones religiosas con ritmos inapropiados para la adoración a un Dios majestuoso.

 

10.   Principio regulativo de la adoración

Las iglesias bautistas reformadas mantenemos un enfoque serio sobre la adoración. Creemos que la forma aceptable de adorar verdaderamente a Dios ha sido instituida por él mismo en las Sagradas Escrituras. No podemos adorarle de acuerdo a nuestras imaginaciones, deseos o intereses culturales o contextuales.

 

El culto de adoración sólo debe contener lo que ha sido declarado de manera clara en la Biblia, y no podemos incluir nada que no haya sido mandado por el Señor o, los santos apóstoles a través de los escritos canónicos.

 

Al Dios que adoramos es un Dios de majestad, gloria y santidad. El Dios de la Biblia es aquel ante quien los ángeles de manera constante claman: “Santo, Santo, Santo”. Él es muy grande y digno de suprema alabanza.

 

Creeos que cuando las iglesias se reúnen para adorar al Dios de la Biblia deben hacerlo con suma reverencia y con un temor grande y glorioso. A él nos acercamos con temor en nuestros corazones.

 

Esto no significa que en el culto a Dios no debe haber alegría; sí la hay, pero es una alegría santa en Dios y que no surge de un sentimiento natural o carnal, sino de una comprensión bíblica de quién es el Señor. En el culto de adoración hay gozo, pero es moderado y controlado por la reverencia. Hay mucha diferencia entre un servicio muerto y un servicio espiritual serio. Se debe evitar la frialdad muerta y el emocionalismo infantil.

 

Adicional, la música en el culto debe ser gobernada por el gran hecho central de Aquel a quién adoramos. Muchas iglesias evangélicas han sido invadidas por una música carnal que imita al mundo. El culto se ha convertido en un espectáculo mundano de músicos y artistas que, en nombre de Dios, se promueven ante los demás, así como se hace en la televisión o en los conciertos multitudinarios.

 

El espíritu del mundo gobierna esta adoración centrada en que el “adorador” se sienta bien y sienta emociones que le conducen a creer vanamente que está “experimentando” la presencia de Dios.

 

Creemos que lo sagrado no debe ser prostituido y utilizado como entretenimiento. El ritmo y los instrumentos musicales que acompañan la adoración también deben estar acordes con la majestad de aquel a quién dirigimos nuestros cantos.

 

El ritmo de bolero o balada romántica se utiliza para cantarle a la novia o a la esposa; no a Dios. La cumbia, salsa, merengue, vallenato, rock, entre otros, se utiliza para las parrandas, la discoteca o el baile mundano; no para adorar al Santo Dios.

 

Los salmos o himnos que se entonan en el culto deben estar acompañados por un ritmo musical que no apele de manera desmedida a las emociones de nuestra carne, sino al espíritu, a través de un ritmo sereno y apacible.

 

Consideramos que la música instrumental en la iglesia es un acompañamiento para que el canto congregacional fluya y navegue con mayor facilidad, pero no debe ser tan notorio que las voces se apaguen.

 

La letra de los himnos debe ser bíbliocéntrica y cristocéntrica; no ambigua, es decir, que no se pueda usar para cantarla a Dios y también al esposo. Es una letra que expresa la obra de la redención, la gracia y se centra en Dios, no en el adorador. Preferimos el canto de los salmos, aunque no desechamos los himnos solemnes tradicionales.

 

La adoración pública no es un acto individualista en el cual cada uno se centra en sí mismo para tener comunión con Dios, sino que todos juntos, como uno solo, adoramos a Dios de manera reverente e inteligente a través de la lectura de la Palabra; las oraciones comunitarias guiadas por un director; los himnos y cánticos espirituales; la predicación expositiva; las ofrendas generosas, como Dios haya prosperado a cada uno y, la celebración de los sacramentos.

 

Si bien es más cómodo cerrar los ojos cuando oramos, con el fin de no distraernos, debemos evitar aislarnos del resto de la congregación cuando se adora a Dios en cualquiera de los elementos que forman parte del culto.

 

11.   La evangelización

Las iglesias bautistas reformadas creemos que el evangelismo es parte esencial de la misión de la iglesia local. No tenemos simpatía por el hiper-calvinismo ni arminianismo.

 

No creemos que exista una contradicción entre la soberanía de Dios, en la salvación de su pueblo elegido, y su mandato para que las iglesias locales lleven el evangelio a toda criatura. Si no podemos conciliar estas verdades escriturales en nuestras mentes, es resultado de la oscuridad de nuestra comprensión; más es nuestro deber obedecer la Palabra de Dios, sea que lo entendamos o no.

 

Esto no significa que las iglesias bautistas reformadas reconocemos como evangelismo lo que muchas iglesias evangélicas de nuestro siglo practican con ese nombre, pues, creemos que mucho de lo que hoy día se llama “evangelización” no es más que psicología y el arte de vender.

 

Actualmente se practica un evangelismo superficial, caracterizado por presiones carnales, trucos y métodos humanos, que tienen como objetivo principal producir “decisiones” y cumplir con ciertas estadísticas.

 

Es nuestra responsabilidad dar a conocer el evangelio, primero, en nuestras propias comunidades de Colombia y, segundo, en todo el mundo. Las iglesias locales debemos preparar y enviar misioneros (tal vez en cooperación con otras iglesias de la misma fe).

 

12.   Liderazgo masculino

Como iglesia bautista reformada estamos firmemente convencidas que la Biblia enseña la igualdad en dignidad tanto del hombre como la mujer. Son iguales en creación, caída y redención. No obstante, Dios ha ordenado soberanamente que el liderazgo en el hogar, el estado y la iglesia le sea asignado al varón. Dios creó dos sexos y a cada uno le corresponde diferentes papeles o roles.

 

Muchas iglesias evangélicas han sido influenciadas por una mentalidad mundana y han tergiversado los roles de liderazgo en la adoración y la familia.

 

La Biblia dice que los esposos y padres son la cabeza en el hogar (Ef. 5; 6; Col. 3) y esto no está condicionado por la cultura. Asimismo, sostiene que los varones deben ser los pastores o ancianos (1 Tim. 2 y 3) y son quienes deben conducir la oración, enseñanza y predicación; nosotros debemos inclinar nuestros corazones en sumisión y obediencia. La cultura no es la que debe guiar a la iglesia del Señor Jesucristo, sino los principios bíblicos.

 

Las iglesias bautistas reformadas creemos que los padres (varones) son los sacerdotes en sus casas para guiar el devocional familiar y, son los responsables de liderar las iglesias locales. Ellos, conforme a los dones recibidos del Señor, son los encargados de la dirección de los cultos, las oraciones públicas, la predicación de la Palabra y, el enseñar y pastorear. En nuestras iglesias, las esposas de los pastores no son llamadas “pastoras”, pues, este oficio es exclusivo para los varones.

 

13.   Autonomía o independencia de la iglesia local

Las iglesias bautistas reformadas profesamos que las congregaciones locales están compuestas por creyentes bautizados, unidos con Cristo, quien es la cabeza, y cada una es totalmente autónoma e independiente.

 

Esto no significa que las iglesias locales no pueden cooperar las unas con las otras en misiones y otros proyectos conjuntos; cada iglesia bíblicamente establecida, está autorizada por Cristo para gobernar sus propios asuntos, bajo la guía del cuerpo de pastores o ancianos, junto con la asamblea de miembros. Por lo tanto, las iglesias bautistas reformadas no conformamos denominaciones o asociaciones con jerarquías gubernamentales ajenas a cada iglesia local.

 

14.   La importancia de la membresía

Nuestras iglesias consideran con suma importancia y respeto los deberes y responsabilidades de los miembros, en otras palabras, la membresía es fundamental y valiosa en cada congregación. Tenemos presente la advertencia de hebreos 10:24-25 “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos…

 

En cada una no debe haber diferencia entre el número de asistentes al culto del domingo o el servicio de oración entre semana. Es imposible participar de la vida de la iglesia, como Dios manda, y ausentarse de los servicios que ella tiene. Algunas iglesias demandan a sus miembros este deber, pero realmente debe ser un compromiso del miembro para con Dios, los pastores y los hermanos.

 

15.   La vida de oración congregacional

Como iglesias bautistas reformadas creemos que un eje transversal de la vida saludable de la iglesia local es su total dependencia de Dios, por lo tanto, no solo tenemos espacio para las oraciones congregacionales en el culto de domingo, sino que, a mitad de semana, tenemos el culto de oración, en el cual presentamos nuestras peticiones con acciones de gracias delante de Dios, oramos por las misiones y por el gobierno y por las peticiones que los hermanos nos hacen llegar; además tenemos una corta predicación de la Palabra de Dios.

Creemos que en las oraciones congregacionales no todos deben elevar la voz sino que un varón levanta su voz en oración y el resto la sigue, dando un resonante Amén al final, en señal de que esa fue la oración de toda la iglesia (1 Cor. 14:16-17).

 

16.   Gobierno a través de ancianos

Las iglesias bautistas reformadas profesamos firmemente que el modelo de gobierno eclesiástico presentando en el Nuevo Pacto consiste en iglesias locales siendo gobernadas por un cuerpo de ancianos o pastores.

 

Creemos que la Biblia no establece diferencia alguna entre obispos, ancianos y pastores, sino que estas características deben ser encontradas en los varones que lideran las iglesias locales. Asimismo, estamos convencidos que siempre que el Nuevo Testamento habla de los líderes de la iglesia local, lo hace en términos de pluralidad y paridad, es decir, nunca se presenta a la iglesia local siendo gobernada por un solo anciano o pastor, sino por varios.

 

Aunque es posible que uno de los ancianos sobresalga en la predicación, todos deben tener la cualidad de ser maestros, doctos en la Escritura, y con la misma autoridad.

 

Muchas iglesias bautistas, especialmente las no reformadas, practican un gobierno netamente congregacional con un solo pastor (mono obispal) y varios diáconos. Pero, la mayoría de iglesias bautistas reformadas, conforme lo enseña la Palabra de Dios, creemos que las iglesias locales son una Teocracia, pues, somos gobernados por Dios a través de su Palabra.

 

Adicional a esto, profesamos que Cristo, a través de los apóstoles, ordenó que cada iglesia local tuviera un consejo de ancianos, obispos o pastores para que fungieran como guías y administradores de la casa de Dios (Hch. 14:23; 15:2; Tito 1:5).

 

El Nuevo Testamento da testimonio que la congregación o asamblea de miembros debe participar con su voz y voto en la recepción, expulsión o excomunión de miembros (Mt. 18:17-20; 1 Cor. 5) y, la elección de oficiales (pastores y diáconos) Hch. 6. No obstante, en la Biblia no vemos que la congregación era consultada para otros asuntos, sino que esto competía al rol de los pastores.

 

17.   Misiones y plantación de nuevas iglesias

 

Uno de los distintivos de la Iglesia Bautista Reformada la Gracia de Dios es su pasión por las misiones y la plantación de iglesias bíblicas.

Creemos que esto está en el ADN de la iglesia de Jesucristo, quien la comisionó para que llevara el evangelio por todo el mundo, constituyendo asambleas locales de creyentes en todo lugar donde sea posible (Mt. 28).

Por lo tanto, procuramos plantar iglesias a nuestro alrededor siguiendo el siguiente modelo:

Cuando una iglesia local ha sido establecida, con sus oficiales y miembros, alcanzando así la plena autonomía de la iglesia misional o plantadora, es su deber orar y preparar a hombres dotados que puedan ser instrumentos para plantar una nueva iglesia. Usualmente tomamos algunos miembros que vivan en un sector determinado, los cuales se puedan reunir en una casa o lugar de culto, empezar a celebrar cultos de adoración y predicación, evangelizando a la comunidad local, confiando en que el Señor añada cada día a los que están siendo salvos.

Una vez el grupo se consolida, con la ayuda de la iglesia misional, se empieza el proceso de dar forma a la naciente congregación, y se continúa con la preparación de uno o varios varones para el pastorado, bajo la supervisión de la iglesia misional.

Una vez se constituye la membresía de la naciente iglesia, y esta alcanza la madurez al constituir sus propios oficiales, bajo la supervisión de los ancianos de la iglesia misional, se constituye como una iglesia autónoma, en vida asociativa con las iglesias hermanas de la común fe bautista reformada de la región.

Y esta nueva iglesia también continuará con el proceso de plantar nuevas iglesias, hasta que hayamos llenado a toda Antioquia y Colombia con iglesias bíblicas donde la gloria de Cristo es exaltada.

 

18.   Vida asociativa de la iglesia

Un distintivo nuestro, como bautistas reformados, es la plena autonomía de cada iglesia local. A ella le ha sido dado el poder de las llaves del Reino, y ella tiene la capacidad y autoridad dada por Cristo para manejar sus propios asuntos sin interferencia de otras iglesias locales, ni siquiera de la iglesia misional que la plantó.

Pero, creemos que estas iglesias plenamente establecidas con sus oficiales y miembros tienen el deber de orar las unas por las otras y apoyarse mutuamente en aquellas cosas relacionadas con el avance del Reino a través de las misiones y el sabio consejo cuando sea requerido.

Por lo tanto, creemos en la vida asociativa de las iglesias, es decir, podemos conformar asociaciones de compañerismo y ayuda inter-eclesial con iglesias de la misma confesión de fe.

Entre más cosas en común tengan las iglesias más compañerismo podrá disfrutarse. Por lo tanto, todas las iglesias que han sido plantadas por la Iglesia Bautista Reformada la Gracia de Dios en Medellín han decidido, voluntariamente, conformar la Asociación de Iglesias Bautistas Reformadas la Gracia de Dios, junto con las nuevas iglesias locales que cada una de ellas plante.

Es una asociación entre iglesias iguales, donde cada iglesia local envía a sus representantes, usualmente los pastores, para orar las unas por las otras, establecer proyectos de cooperación misionera, y aconsejar cuando alguna de ellas lo requiera.

La asociación no puede tomar decisiones que sean de obligatorio cumplimiento para las iglesias locales, pues, ellas son autónomas, solo será en el ámbito de consejos, y cada cuerpo de pastores de las iglesias locales tomarán la decisión de seguirlo o no.

 

19.   Catolicidad o universalidad de la iglesia

 

Creemos que la Iglesia de Cristo es universal o católica. Ella está esparcida en todo el mundo a través de una diversidad de iglesias que creen las doctrinas fundamentales de la Palabra de Dios.

Por lo tanto, creemos que, aunque las iglesias Bautistas Reformadas son la expresión más cercana a la fe apostólica, el Señor tiene su iglesia en otras congregaciones o denominaciones que profesan la fe cristiana.

Los hermanos más cercanos en doctrina son las iglesias que se identifican como reformadas, que, aunque tenemos puntos en desacuerdo, coincidimos en la perspectiva de la Biblia como la Palabra autoritativa de Dios, la Salvación por gracia (cinco puntos del calvinismo) y otras doctrinas fundamentales. En esta categoría están las iglesias presbiterianas, reformadas, etc.

El Señor se ha preservado un pueblo fiel para sí, incluso dentro de denominaciones que no tienen una soteriología reformada (doctrina de la salvación) con los cuales no mantenemos una fraternidad estrecha, pero los reconocemos como hermanos en Cristo.

 

20.   Separación

Las verdaderas iglesias de Cristo deben separarse del mundo de pecado y de los sistemas religiosos falsos como el catolicismo romano, las iglesias ortodoxas orientales y otra parecidas, debido a que sucumbieron ante la idolatría y adoptaron doctrinas fuera o contrarias a la Palabra de Dios.

También creemos que debemos separarnos de algunos grupos de iglesias que, aunque se identifican como evangélicas o protestantes, se han apartado de los principios doctrinales fundamentales de las Sagradas Escrituras, han apostatado y han adoptado doctrinas y prácticas por fuera o contrarias a la Palabra de Dios, como aquellas iglesias que ordenan mujeres al pastorado, que aceptan el homosexualismo como algo normal, que están de acuerdo con la ideología de género, entre otras aberraciones más.

 

21.   Cesacionismo en los dones de revelación y milagros

Las iglesias bautistas reformadas estamos plenamente convencidas que las Sagradas Escrituras enseñan que los dones de revelación y milagros fueron dados por Cristo a los apóstoles, y su círculo cercano de emisarios, con el fin de ser señales que confirmaban al pueblo judío que la fe cristiana es la fe que viene del cielo; Cristo es el Hijo de Dios y, el evangelio predicado por los discípulos de Cristo, es el evangelio del Dios viviente.

 

Una vez que las señales cumplieron su papel de confirmación ante los judíos, estas dejaron de ser y la iglesia ahora es edificada a través de la predicación solamente de la Palabra escrita de Dios (la Biblia). Por lo tanto, creemos que los dones de milagros, sanidades, lenguas, interpretación de lenguas, profecías, entre otros, no continuaron en la iglesia después del siglo I. Cualquier supuesta manifestación de los mismos en la actualidad, debe ser puesta en duda.

 

Hoy, el Señor puede hacer milagros, y de seguro que los hace, más no a través de una persona que reclame tener un don especial. Santiago instruye a los santos para que, en caso de estar enfermos, busquen a los ancianos para que oren por ellos.

 

22.   Escatología amilenial

Las iglesias bautistas reformadas afirmamos nuestro rechazo a la moderna interpretación de la escatología bíblica con un enfoque dispensacional y premilenial.

 

Creemos que la Biblia no enseña que la segunda venida de Cristo estará precedida por un rapto secreto y un milenio literal, sino que cuando Jesús venga por segunda vez, se dará la resurrección de los muertos, justos e impíos, y este hecho será el inicio de la introducción del estado eterno, de gloria para los elegidos, y de condenación para los impíos.

 

Afirmamos que los mil años mencionados en Apocalipsis representan el período de tiempo comprendido entre la primera y la segunda venida de Cristo y, que la Iglesia es el verdadero Israel sobre el cual reina Cristo de manera espiritual, librándonos del poder del maligno, quien ha sido atado por el poder del Señor a través de su vida, obra, muerte y resurrección.

 

 

Si tiene alguna inquietud le invitamos a comunicarse con nosotros:

 

 

Página Web:  www.caractercristiano.org

Correo electrónico:

iglesiabautistareformada2016@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

Asociación de Iglesias Bautistas Reformadas “La Gracia de Dios”

Directorio de Iglesias locales y misiones

 

EN MEDELLÍN

Carrera 41 No. 46-28 Barrio Bomboná

CONTACTO: 3205713745 y 6045740886

www.caractercristiano.org

iglesiabautistareformada2016@gmail.com

H o r a r i o s

·         Domingo        

Clases Confesión de Fe 8:00 a.m.              

Escuela Dominical Familiar 9:00 a.m.

Culto de Adoración 10:30 a.m.

·         Miércoles

Culto de oración 7:00 p.m.

 

 

BARBOSA

Calle 16 No. 11-30 Cerca al Colegio Cooperativo

TELÉFONO:    3015316728 y 3167095632

H o r a r i o s

·         Domingo:

Escuela Dominical 9:00 a.m.

Culto de Adoración 10:30 a.m.

·         Miércoles:

Culto de Oración 7:00 p.m.

 

 

BELLO

Calle 52 No. 52-19 Piso 2

CONTACTO:  3196972369 y 3043440232

H o r a r i o s

·         Domingo

Confesión de Fe 8:00 a.m.

Culto de Adoración 9:00 y 11:15 a.m.

·         Miércoles

Culto de oración 7:00 p.m.

 

 

CAUCASIA

Carrera 23 Calle 10A, Barrio Brisas del Triángulo.

CONTACTO: 3054689032

H o r a r i o s

·         Domingo

Escuela Dominical 9:00 a.m.

Culto de Adoración 10:30 a.m.

·         Miércoles

Culto de oración 7:00 p.m.

 

 

EL CARMEN DE VIBORAL

Carrera 31 A No. 44 - 28

CONTACTO:  3232865817

lagraciacv@gmail.com

www.lagraciacv.org

YouTube: IBR La Gracia de Dios Oriente Antioqueño

H o r a r i o s

·         Domingo

Escuela Dominical 9:00 a.m.

Culto de Adoración 10:30 a.m.

·         Martes Servicios en línea

Devocional Varones 6:00 a.m.

Discipulado Damas 5:00 p.m.

·         Miércoles

Culto de oración 6:30 p.m.

·         Jueves Servicios en línea

Estudio de Confesión de Fe 7:00 p.m.

 

LA ESTRELLA

Carrera 61 No. 77 Sur -27, Centro Comercial Venecia Piso 4

CONTACTO:  3052630605

ibrgdsur@gmail.com

H o r a r i o s

·         Domingo

Escuela Dominical 9:00 a.m.

Culto de Adoración 10:30 a.m.

·         Martes

Reunión Virtual de Intercesión 6:00 a.m.

Confesión de Fe 7:00 pm

Reunión de Matrimonios quincenal virtual 8:00 p.m.

·         Miércoles

Culto de Oración 7:00 p.m. 

·         Sábado

Reunión quincenal y presencial de Jóvenes 4:00 p.m

 

QUIBDÓ

Calle 25 A No. 10 A-51 Barrio las Margaritas, sector Venecia.

CONTACTO:  3052630605

ibrgdsur@gmail.com

H o r a r i o s

·         Domingo

Escuela Dominical 9:00 a.m.

Culto de Adoración 10:30 a.m.

·         Martes

Reunión Virtual de Intercesión 6:00 a.m.

Confesión de Fe 7:00 pm

Reunión de Matrimonios quincenal virtual 8:00 p.m.

·         Miércoles

Culto de Oración 7:00 p.m. 

·         Sábado

Reunión quincenal y presencial de Jóvenes 4:00 p.m

 

 

C O N T A C T O S  EN OTROS MUNICIPIOS:

 

SANTA FE DE ANTIOQUIA

CONTACTO: 312 8054359

 

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