lunes, 5 de agosto de 2019

Conociendo a Israel - Nazaret - El hogar de la infancia y juventud de Jesús

Nazaret: El hogar de la infancia y juventud de Jesús

Vista de la moderna ciudad de Nazaret. Foto propiedad de Julio C. Benítez

Continuando con nuestro recorrido desde el norte de Israel, encontramos a la ciudad de Nazaret, la cual cuenta con una alta población árabe y cristiana.

Foto propiedad de Julio C. Benítez
En tiempos de Cristo era una pequeña e insignificante villa ubicada en la provincia de Galilea. sus habitantes eran agricultores o criadores de ovejas. Era una aldea tan pequeña y pobre que, excepto los evangelios, casi no es mencionada, ni en el Antiguo Testamento, ni por los historiadores judíos. Tal vez, por esa razón, y con el ánimo de desacreditar el movimiento de Jesús, tanto a él como a sus seguidores se les dio el nombre de Nazarenos, es decir, una insignificante secta como la villa que porta ese nombre.

Cueva ubicada dentro de la Iglesia de la Anunciación. Foto propiedad de Julio C. Benítez
La tradición de la Iglesia Católica Romana ubica la casa de María, la madre de Jesús, en el sitio donde actualmente se encuentra erigida la Iglesia de la Anunciación (nombre que recuerda el momento cuando el ángel del Señor visitó una rústica casa en la diminuta Nazaret para anunciar a una joven virgen que el poder del Espíritu vendría sobre ella y quedaría embarazada de un niño varón, el cual sería el Salvador de Israel, el Rey del mundo).

Foto propiedad de Julio C. Benítez
A pesar de que nadie sabe con certeza cuál fue el lugar de la morada de María, o la casa donde creció el niño Jesús, los católicos romanos suelen visitar con más frecuencia y devoción esta iglesia para "venerar" (adorar - literalmente) a María; de allí que la moderna Nazaret cuente con un alto porcentaje de habitantes cristianos, especialmente de corte ortodoxo y romano.

Estilo de casas en la Nazaret del primer siglo. Foto propiedad de Julio C. Benítez
Siendo una aldea muy pequeña y pobre, las casas también se caracterizaron por ser muy modestas y sencillas. Por lo general constaban de dos habitaciones y un patio, el cual contenía una cisterna para almacenar agua de lluvia.

Techo de una casa típica de Nazaret en el siglo I. Foto propiedad de Julio C. Benítez
Por los restos arqueológicos encontrados, se estima que las casas eran construidas con piedras sin labrar, apiladas una encima de la otra. Estas paredes rústicas se recubrían con una capa de arcilla o de estiércol mezclado con paja. El techo se hacía con paja o junto, la cual se sostenía con unos postes de madera. Por encima del techo se aplicaba barro o arcilla para proteger la paja y la madera de la lluvia y aislar del calor.



Foto propiedad de Julio C. Benítez

El piso de las casas era de tierra apisonada. En una casa de estas condiciones creció Jesús. Siendo una aldea muy pequeña, Jesús y su familia eran conocidos por las no más de 30 familias que debieron vivir en Nazaret. Jesús, en su infancia y juventud, disfrutó con su familia de la vida tranquila de una pequeña comunidad, lejos de la ruidosa y convulsionada Jerusalén. Era tan tranquila que, durante la destrucción de Israel por parte de los romanos en el año 70, en esta villa no hubo acciones de guerra.

Representación de mujer judía del tiempo de Cristo tejiendo. Foto propiedad de Julio C. Benítez
Siendo María una mujer virtuosa, como la descrita en Proverbios 31, al igual que la mayoría de mujeres judías de su tiempo, se dedicó a las labores de la crianza, el cuidado de la casa y la elaboración de vestidos y demás elementos de abrigo, hechos con lana, para el bienestar de la familia.

Habitación de una casa en Nazaret del tiempo de Cristo. Foto propiedad de Julio C. Benítez
Aunque las casas podían tener dos habitaciones, una se usaba para dormir y la otra como comedor y taller (en la casa de José era el taller de carpintería y el telar de María). Las camas o lechos eran muy sencillos, en realidad eran esteras o alfombras.


Comedor que se solía usar en el tiempo de Jesús. Foto propiedad de Julio C. Benítez
El comedor también era muy sencillo. Las personas solían sentarse en el piso para disfrutar sus comidas, y en la casa de José, siendo carpintero, tal vez contaban con una mesa baja donde ubicaban los alimentos.

Horno parecido al que se usaba en los tiempos de Jesús. Foto propiedad de Julio C. Benítez
Los elementos de la cocina consistían en: un horno, ollas de barro y otros elementos construidos con bejucos, donde se guardaban los productos del campo.

Herramientas usuales en la casa de un carpintero. Foto propiedad de Julio C. Benítez
Jesús aprendió el oficio de carpintería, ya que este era el arte y el modo de vida de José, su padre putativo. Indudablemente, la habitación donde dormían José, María, Jesús y sus hermanos, debía estar llena de madera, aserrín, un banco de carpintería, hacha, serruchos de hierro, brocas, martillos con cabeza de piedra, mazo de madera, limas de hierro, clavos para ensamblar, regla, compás y lápices para marcar los trazados.

Cultivo de olivos en Nazaret. Foto propiedad de Julio C. Benítez
 El cultivo de olivos era algo muy común en Nazaret y en todo el territorio de Israel. De su fruto se extraía el saludable aceite de olivas, el cual se usaba para la preparación de los alimentos,  también tenía ciertos usos medicinales o curativos en tiempos de Jesús, se usaba para preparar cosméticos y como combustible para encender las lámparas. Por ejemplo, cuando Jesús ilustró su enseñanza sobre el amor al prójimo, en la parábola del buen samaritano dijo que éste se acercó al hombre herido que yacía en el camino "vendó sus heridas, echándoles aceite y vino" (Lc. 10:34).

Prensa donde se extraía el aceite de olivas. Foto propiedad de Julio C. Benítez
Jesús estuvo familiarizado con las prensas de donde se extraía el aceite de Oliva. Las aceitunas debían ser prensadas varias veces, y como en el modelo de la foto, esta se presionaba tres veces con el fin de extraer el mejor aceite. De la misma manera Jesús fue prensado por Dios en el jardín de Getsemaní, en el Monte de lo olivos, donde, al igual que el triple prensado de las aceitunas, tres veces fue llevado a orar con profunda angustia delante del Padre, pues, esto era necesario para ofrecer una perfecta salvación a Su pueblo.

Cultivo de uvas, y en la parte baja de la foto, piso donde se extraía el vino o el fruto de la vid. Foto propiedad de Julio C. Benítez
El cultivo de uvas también era algo muy común en Nazaret. Casi siempre, al pie o debajo del cultivo, sobre un suelo de piedras o rocas naturales se establecía, en pendiente, el lugar donde se pisaban las uvas con el fin de obtener el preciado vino, el cual servía como bebida de gran valor nutritivo para los judíos, se usaba como medicina y era común en las fiestas y bodas. Por ejemplo, Pablo le recomendó a Timoteo que, debido a sus enfermedades estomacales, "Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino" (1 Tim. 5:23). En una aldea cercana a Nazaret (Caná de Galiela), mientras asistía a la boda de un familiar, Jesús convirtió el agua en vino, mostrando con esta primera señal que él no era un simple hombre, sino el Hijo de Dios.

Molino para moler el trigo. Foto propiedad de Julio C. Benítez
Jesús usó muchas ilustraciones de la vida común de su tiempo para dar importantes lecciones espirituales. Él habló mucho del trigo, la levadura y el pan. En el patio trasero de las casas se solía tener un molino para moler y procesar el trigo. Era tan pesado que se requería del concurso de dos personas para manipularlo. La pesada piedra, al ser movida circularmente a través de un poste de madera, molía hasta triturar completamente el trigo. Esto se requería para preparar los deliciosos panes y tortillas que formaban parte esencial de la alimentación de Israel. Jesús mismo fue molido por Dios con el fin de ser el Pan de vida. A través de su muerte en Cruz, su sepultura y resurrección, sufrió los terrores del infierno, y ahora es el Pan de vida para todo aquel que cree en él.


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