lunes, 7 de septiembre de 2015

Judas 4. Característica de los falsos maestros y las falsas doctrinas

Características de los falsos maestros y las falsas doctrinas (Parte 1)
v. 4
Por Julio César Benítez

Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
Introducción:
La historia de la humanidad es testigo de las luchas y conflictos que se presentan entre personas, culturas, sociedades y naciones. Los intereses de las personas, reinos o naciones, en ocasiones les conducen a desatar guerras o luchas con el fin de mantener la hegemonía o no permitir el ser subyugados por otros.
En nuestra época hemos sido testigos de las guerras frías entre movimientos políticos opuestos, pero de manera especial hoy se desatan fieras competencias entre las grandes empresas multinacionales, las cuales buscan mantener o incrementar su posición en los mercados.
Aunque algunas guerras fueron ganadas a través de la fiera batalla cuerpo a cuerpo, es una realidad que muchas otras fueron ganadas de manera sigilosa, permeando al enemigo, entrando sigilosamente a través de espías, a través de filosofías que poco a poco dañaban o convertían a las personas hacia los fines de los contrincantes.
Introducirse en medio del terreno enemigo, de manera sigiloso, es una táctica que los enemigos han usado para derrocar a naciones, imperios y empresas.
La Iglesia de Cristo libra una batalla crucial contra el mal. El enemigo de las almas no cesa de rodear a la iglesia para hacerla desfallecer y conducir a los creyentes a una vida espiritual mediocre, sin vida. Satanás busca dañar nuestro testimonio cristiano, con lo cual hace mucho daño al avance del evangelio.
Siendo que estamos en un campo de batalla donde el enemigo usa toda clase de estrategias es nuestro deber estar alertas a sus astucias.
El enemigo de la iglesia es muy astuto, él no escatima esfuerzo alguno para hacer daño.
Él sabe que los daños más grandes causados a la iglesia no provienen de afuera, de los enemigos externos, sino de dentro. Los grandes escándalos de los líderes de las iglesias han sido los instrumentos afilados que Satanás usa para dañar la poca fe de los que están iniciando la vida cristiana.
Judas, en el versículo 4, da una descripción de los enemigos que la iglesia tiene dentro de ella, y estos son mas peligrosos que aquellas personas que de manera abierta y franca se levantan en contra de ella.
El Señor nos ayude a conocer estas características de los falsos maestros, de manera que huyamos de ellos, denunciando su falsedad para que el resto no siga sus nefastas y mortales pisadas.
1. Los falsos maestros hacen su trabajo de manera solapada.
Judas dice que algunos hombres han entrado encubiertamente a la iglesia. Él usa la palabra griega pareisdyein, la cual significa literalmente “hundirse o zambullirse, y así deslizarse secretamente…”[1]. Las personas que entran a una casa o lugar de manera sigilosa o encubierta, por lo general, es porque están haciendo o quieren hacer algo perverso. Esta es una palabra muy fuerte que también designa “… las palabras halagüeñas y seductoras de un contendiente astuto que se filtran gradualmente en las mentes…[2].
Judas usa una palabra que en español puede ser traducida como solapada, estos hombres han entrado a la iglesia solapadamente. Un término que en nuestros diccionarios de la lengua española significa “ocultar maliciosa y cautelosamente la verdad o la intención”[3], una persona solapada es aquella “que oculta maliciosa y cautelosamente sus planes y pensamientos”[4].
Este pastor de la iglesia apostólica no puede estar tranquilo cuando él sabe que algunos hombres perversos están entrando a la iglesia de una manera subrepticia, es decir, a escondidas. No por la puerta principal, sino por detrás. Estos no traen buenas intenciones.
Ellos pudieron entrar haciéndose pasar por cristianos, pero realmente no lo son, ellos ocultan sus verdaderos planes, y esto causa preocupación. El pastor, como el miembro más aguzado y diestro, está alerta ante los ataques del enemigo, así como el jefe de una manada de venados está alerta a los depredadores que se esconden debajo de la maleza, estos fieros enemigos se arrastran en medio del pasto con el fin de tomarlos por sorpresa.
Estos hombres malvados pueden llegar a ocupar cargos tan importantes como el de anciano o pastor, profeta, maestro de seminarios, pueden llegar a ser predicadores afamados, pero no lo hacen con el fin de glorificar al Salvador, sino para alcanzar sus planes ocultos.
El Señor Jesús, cuando se presentó como el verdadero pastor que está dispuesto a dar su vida por sus ovejas, también habló de esta clase de hombres o pastores que entran subrepticiamente con el fin de hacer daño al rebaño y conseguir sus fines egoístas. “De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta es el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir… mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata a las ovejas y las dispersa” Juan 10:1, 10, 12.
Judas Iscariote estuvo con Cristo, por un tiempo se identificó con él y llegó a ser parte del cuerpo apostólico, pero estaba allí no porque amaba al Señor y estaba interesado en la salvación de las personas, sino porque el estar con Cristo le representaba a él ingresos económicos, pues “… teniendo la bolsa (la tesorería del ministerio de Jesús), sustraía de lo que se echaba en ella” Juan 12:6
Muchos falsos hombres han entrado de tanto en tanto a la iglesia, en todas las épocas, y estos hombres, cuando están dentro de ella y se hacen pasar por miembros del cuerpo de Cristo y líderes de la iglesia, llegan a hacer más daño que el que pueden producir los enemigos externos de ella.
Formas solapadas de introducir herejías destructoras dentro de la iglesia pueden ser:
La música cristiana. Los movimientos gay y algunas filosofías han usado la música como un vehículo efectivo para transmitir sus ideales y calar de manera furtiva o disimulada a la sociedad. Los movimientos ecuménicos, los movimientos judaizantes y la nueva era están introduciendo sus ideologías a la iglesia a través de la música. Hoy día todas las iglesias cantan las mismas canciones y usan los mismos ritmos, de manera que el cantante cristiano no tiene problemas hoy día en alabar al Señor cantando a un solo coro con los católicos romanos, los adventistas o los de la nueva era. La música es el lenguaje universal que une a las distintas culturas, pero también a las religiones. El ecumenismo busca que la gente crea en todos los caminos que las religiones proponen para llegar al cielo, y para eso usan la música cristiana, una música ambigua en su contenido, donde solo se habla de amar a Dios, de adorar a Dios, y se repiten hasta el cansancio frases como “te amo, te adoro, te quiero”, pero nunca se habla realmente de este Dios, de las exigencias de este Dios Santo y de la exclusividad de la fe cristiana.
Los milagros y los dones carismáticos. Hoy día se hacen campañas de sanación en las iglesias bautistas, en las católicas, en las de la nueva era y hasta en los templos de los brujos amazónicos (chamanes). Vemos en la televisión como muchos hombres que se hacen pasar por predicadores cristianos, usan los supuestos dones milagrosos para introducir herejías en la cristiandad, para promover el ecumenismo y apartar de la fe a los incautos. Jesús ya advirtió que los falsos profetas harían milagros y obras portentosas que engañarían a la gente: “Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mt. 24:24). Las grandes desviaciones doctrinales de la cristiandad evangélica están introduciéndose de manera solapada o encubierta a través de hombres que sustentan sus enseñanzas con las señales y milagros que caracterizan sus ministerios. Muchos canales de televisión cristiana y emisoras de radio son fuentes podridas de falsa doctrina, pero los creyentes les escuchan porque ellos hablan de milagros, pero recordemos que estas señales no son necesariamente obra del Espíritu Santo, sino que son instrumentos de Satanás, pues, el apóstol Juan declara “Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia…” Apo. 13:11-14.
La iglesia de hoy, como la de la época de Judas y Pedro, ha sido infectada por numerosas doctrinas erróneas, pero sus falsos maestros lo han hecho de una manera tan astuta, que la mayor parte del pueblo cristiano ni siquiera se han dado cuenta que ahora están creyendo algo totalmente opuesto o desviado de la doctrina bíblica. La astucia de estos malos hombres es tal que el apóstol Pedro declara “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras…” (2 Pedro 2:1).
2. A los falsos maestros les espera la condenación.
Los que desde antes habían sido destinados para esta condenación
Aunque quisiéramos tener una iglesia totalmente limpia, donde todos nos amemos de manera perfecta y no haya pecado, la verdad es que mientras estemos en este mundo, la imperfección siempre estará en nosotros. Anhelamos la llegada del día glorioso cuando el Señor perfeccione lo imperfecto, mientras tanto es nuestro deber estar alertas, golpeando nuestra carne y mortificando nuestro pecado.
Las Escrituras son claras en mostrarnos la realidad, no muy halagüeña, de que lo falso coexistirá con lo verdadero en esta creación caída. De manera especial las falsas doctrinas, enseñadas por falsos pastores y maestros, siempre han estado peligrosamente cercanas al pueblo de Dios, y en muchas ocasiones dentro de ella.
No es nuevo que hoy haya muchos falsos maestros dentro de la iglesia, de esto han hablado las escrituras.
Esto es lo que está diciendo Judas. Una traducción más acertada de esta frase, debiera ser “… de quienes hace mucho tiempo se escribió que habrían de ser condenados[5]. La palabra que traduce Reina-Valera como destinados (progegrammenoi) es un “participio perfecto pasivo de prographö escribir de antemano”[6].
Así como las Escrituras nos hablan de la entrada de falsos maestros en medio del pueblo de Dios, también nos han hablado de la condenación que les espera, pues, el daño que ellos hacen al pueblo de Dios es muy grande. Son como el comején o la polilla que poco a poco se introducen en la estructura de una casa, y en poco tiempo tornan vana la madera, de manera que la casa se ve en serio peligro.
Estos falsos maestros son como estos insectos, abundan y entran solapadamente para infectar con su doctrina virulenta a la cristiandad, de manera que si la iglesia no tiene pastores atentos como Judas, podrán causar mucho daño.
Pero las cosas no quedarán así. Un día, el Juez de toda la tierra, dará su justo merecido a estos impíos. La condenación de los falsos maestros, la condenación de la rebeldía no es algo nuevo, desde hace mucho tiempo las Escrituras nos han hablado de ello.
Es por eso que en los versos 5 al 15 el autor de la lacónica carta se dedicará a mostrar con claros ejemplos bíblicos la condenación de los impíos: hablará del juicio sobre los israelitas incrédulos en el peregrinaje a Canaán, los ángeles que pecaron, Sodoma y Gomorra.
La idea de Judas es advertir a los creyentes, que si ellos no están alertas a los movimientos astutos de los falsos maestros, y no están dispuestos a luchar vigorosamente por la doctrina bíblica, entonces muchos en la iglesia serán afectados y seguirán a estos pastores impíos, pero no solo creerán una falsa doctrina, sino que recibirán un castigo ejemplar por haber desechado la verdadera fe cristiana y acoger lo falso. Los israelitas que en el desierto se dejaron influenciar por la mala cizaña que sembraron unos pocos, recibieron la misma condenación de los falsos maestros.
Esto debe ser una advertencia para todos nosotros. Hoy día vemos como en una iglesia local pasan de una doctrina a otra. Por ejemplo, conozco a numerosas iglesias bautistas que durante algún tiempo caminaron en la doctrina apostólica, en la doctrina bíblica. Pero un día llegó un pastor neófito o influenciado por las filosofías de la época y cambió todo. Cambió el contenido y la forma de la predicación, ahora solo predica de temas psicológicos, motivacionales o positivistas. Cambió el culto o la liturgia, de los himnos pasó a los estribillos sin contenido doctrinal donde se repiten una y veinte veces las mismas palabras, de la evangelización bíblica ahora pasó al decisionismo y a las prácticas de la moderna sanidad interior; pero lo sorprendente es que pocas, pero muy pocas personas en dichas iglesias se siente incómoda por esos cambios. Todos siguen al pastor en los cambios que hace, pareciera que nadie allí se preocupara por verificar con las Sagradas Escrituras si estas cosas deben ser así o no. Pero muchos dirán “bueno, el pastor tendrá que rendir cuentas ante el Señor si no hizo las cosas conforme a la Palabra”, esto es cierto, pero él también pedirá cuentas a cada creyente, pues, él nos dio la revelación escrita a todos, no solo a los pastores. Somos responsables de detectar las falsas prácticas o las falsas doctrinas, para hacerles frente con la Palabra y corregir lo torcido.
 En el Antiguo Testamento muchos de estos falsos profetas fueron condenados con la muerte, como en el caso de los profetas de Baal “Entonces Elias les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló” 1 Reyes 18:40
La misma suerte le tocó al falso profeta Hananías, quien se oponía a la sana enseñanza de Jeremías. “Entonces dijo el profeta Jeremías al profeta Hananías: Ahora, oye, Hananías; Jehová no te envió, y tú has hecho confiar en mentira a este pueblo. Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí que yo te quito de sobre la faz de la tierra; morirás en este año, porque hablaste rebelión contra Jehová. Y en el mismo año murió Hananías, en el mes séptimo”. Jeremías 28:15-17
Estos pasajes deben dar consuelo al creyente. Porque aunque los falsos profetas estarán en medio de nosotros, sabemos que Dios no ignora la situación. Él no nos abandona a la suerte de ellos, sino que, en su tiempo enviará sus juicios sobre todos aquellos que dañan o tergiversan la verdad.




Aplicaciones:
- Quiero iniciar aplicando estas sagradas enseñanzas en la vida del creyente. Revisemos con cuidado cuáles son las reales intenciones que tenemos cuando servimos en la iglesia, cuando hablamos dulcemente a las otras personas, cuando nos mostramos afectuosos para con los demás, pues, si lo hacemos con el fin de quedar bien, que los otros nos aprecien, o de mostrar cuán servicial soy, entonces estaré identificándome con una de las características más prominentes de los falsos maestros, el solapamiento. El Señor nos ayude a ser transparentes para con los demás. Que las motivaciones, cuando hacemos o hablamos algo, sean claramente presentadas, y que estas tengan como fin último y máximo glorificar al Señor.
-  Seamos diligentes en estudiar las Escrituras y conocer de manera más certera la doctrina bíblica, de manera que no seamos víctimas del engaño que promueven los falsos maestros. La mentira se enfrenta con la verdad, pero esta verdad debe ser conocida con claridad. Si solo nos conformamos con tener un conocimiento somero de la Biblia, es posible que seamos confundidos por los actuales movimientos sectarios que han entrado al cristianismo.
-  Seamos cuidadosos en asuntos espirituales. No todo el que dice Señor, Señor, realmente está sirviendo a Jesucristo, nuestro Salvador. No todo el que predica de la Palabra, realmente está enseñando la Palabra. Revisemos la doctrina que enseña, revisemos su conducta. Si bien es cierto que en esta tierra no hay un solo hombre que peque, también es cierto que los cristianos no convertimos el pecado en un hábito. Tengamos cuidado con los profetas que nos dicen “paz y prosperidad”, pues, el Señor dice “yo no los envié”. Tengamos cuidado con las predicaciones lisonjeras, donde nosotros somos presentados como los dioses que gobernamos sobre el Dios soberano.
- Apreciado amigo que aún no conoces de manera personal al Señor y Salvador, ruega al Señor te ayude a salir del error en el que te encuentras. Tú crees que Dios te ama y te acepta como eres, pero si estás practicando el pecado, y persistes en no aceptar el Señorío de Cristo sobre todas las áreas de tu vida, sino que tu decides lo que debes y no debes hacer, sin tener en cuenta al Salvador, entonces también te espera una terrible condenación. Pero el Señor hoy te invita a correr por tu vida, a escapar de los conceptos erróneos que tienes de Dios, y buscarle entre tanto puede ser hallado.
- No creas que porque algún cristiano te dijo que Dios ama al pecador y aborrece el pecado, tendrás escapatoria de la condenación que vendrá sobre los hombres que creen falsas doctrinas. Si crees que Dios no te castigará porque él ama al pecador, te recuerdo lo que dijo Pablo en las Sagradas Escrituras: “... la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia”. Col. 3:6, “...nadie os engaña con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia”. Ef. 5:6.
- Pero te invito para que acudas hoy a Cristo Jesús. Creyente, si has sido descuidado en el estudio de la Biblia, de manera que has estado tentado a seguir alguna doctrina falsa, acude a Jesús y confiesa tu pecado de descuido. Él tendrá misericordia de ti y será abundante en perdonar, pero recuerda no descuidar un solo día estudiando de manera seria las Escrituras y las predicaciones que te dan tus pastores, para que estés firme frente a los vientos de doctrina errónea que cada día soplan con mas fuerza dentro de la cristiandad.
- Amigo que aún no conoces al Salvador, míralo en la cruz sangrante, muriendo por el hombre pecador, por ese hombre que ha preferido inventarse un dios a su imagen, un dios que le permita practicar la inmoralidad sexual y toda suerte de pecados, pero la cruz nos muestra que el Dios de la Biblia no considera el pecado como algo insignificante, sino que este es tan horrible y tan perverso, que ofrecer perdón a los pecadores le costó su propia vida. Ven hoy a Jesús y empieza a disfrutar de la comunión con el Dios santo que nos ofrece su perdón.




[1] Texto Griego. Página 713
[2] Barclay. Página 1088
[3] www.wordreference.com/definicion/solapado
[4] Ibidem
[5] Kistemaker. Hebreos. Página 426
[6] Texto griego. Página 113

Judas 3: Contender por la fe Una urgencia inaplazable

Contender por la fe: Una urgencia inaplazable
Judas 3
Por Julio César Benítez

A veces se vuelve muy común escuchar a algunos predicadores cristianos decir que fueron “movidos” por el Espíritu Santo a cambiar el contenido de su sermón, cuando ya habían avanzado en la predicación de otro tema. Realmente esa situación siempre me ha inquietado, pues, no sé si se trata de falta de preparación del tema, emocionalismo excesivo del predicador, o si realmente el Señor les lleva a dar un viro sustancial al tema preparado.
Lo cierto es que en Judas se dio una situación similar a la descrita anteriormente. Este pastor se encuentra interesado en fortalecer la fe de los creyentes y experimenta, como todo pastor bíblico, una gran urgencia, una gran solicitud, por escribirles un tratado doctrinal para hablar de la común salvación que comparten él y la audiencia.
No sabemos cuál era el contenido exacto de lo que Judas estaba escribiendo o iba a escribir, pero lo que sí sabemos es que el apóstol Pablo escribió sendos tratados hablándonos de la doctrina de la salvación, es decir, del mensaje salvador o el evangelio, en Romanos, Efesios y el resto de sus epístolas.
 De manera que el verdadero autor de las Sagradas Escrituras, el Espíritu Santo, no dejó incompleta la revelación, al conducir a Judas a cambiar de tema en su carta inspirada, pues, todas las cosas que son necesarias para nuestra salvación, para nuestro andar cristiano, nos fueron dadas a través de las Sagradas las Escrituras y nada necesario quedó por fuera de ella.
Esto es lo que dice Pablo en 2 Tim. 3:16 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra
O, 2 Pedro 1:3 “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia
Es posible que Judas, el pastor de la iglesia de Jerusalén, interesado como estaba por el crecimiento espiritual de los lectores, cuando ya estaba preparado para iniciar el tratado doctrinal de su carta, recibe noticias inquietantes de cómo los falsos pastores, los falsos maestros estaban entrando encubiertamente a dicha iglesia, de manera que, en sumisión al Espíritu Santo, considera la urgencia de la situación, y decide cambiar el tema de su carta.
Ya no dará un discurso teológico, sino que exhortará a los lectores para estén alertas frente al peligro real que representa para la fe de una iglesia, la introducción de falsas doctrinas y falsos maestros.
Judas no hizo como algunos buenos y amados hermanos nos proponen hacer hoy, es decir, que no luchemos o denunciemos las falsas doctrinas o falsos maestros que se introducen a la cristiandad contemporánea, sino que oremos y esperemos a que el Señor saque a la luz la falsedad, de manera que las iglesias, algún día, se darán cuenta de quiénes eran falsos y quiénes no.
 Bueno, si bien es cierto que debemos orar fervorosamente para que el Señor nos conserve como una iglesia pura, santa y firme en la doctrina sana, no obstante es responsabilidad de los pastores e iglesias de todos los tiempos desenmascarar la falsa doctrina y los falsos maestros.
Judas no considera que esto sea algo de esperar a ver qué pasa, a ver quién tiene la razón.
Es bueno enseñar doctrina, pero es urgente denunciar la falsa doctrina y los falsos maestros.
Así que, hoy día, tenemos la corta carta que escribiera Judas, con la cual hizo un gran bien a la iglesia de todos los tiempos, como dice Barclay: “... pero el hecho es que hizo más por la Iglesia escribiendo esta urgente, breve carta de lo que posiblemente habría hecho dejándonos un extenso tratado sobre la fe[1]
Abordemos juntos el estudio del versículo 3 y analicemos porqué es necesario luchar o contender ardientemente por la fe.
Sigamos la siguiente estructura:
1. La urgencia de luchar por la fe
2. El modo de luchar por la fe
3. Poderosa razón de luchar por la fe


1. La urgencia de luchar por la fe.Me ha sido necesario escribiros exhortándoos...
¿Por qué un pastor experimenta la necesidad o la urgencia de predicar sobre la importancia de luchar por la doctrina bíblica? Hoy día pareciera que este no es el común de la mayoría de los pastores. Muy pocos se ocupan de estos asuntos. Las predicaciones más comunes hoy día se enfocan en temas como la prosperidad material, el buen nombre, la fama, la salud física, cómo mejorar su posición económica, las siembras, el poder de la palabra humana, la fe presuntuosa que dobla el brazo del Señor, entre otros.
Hay poco interés en la sana doctrina. El slogan principal de nuestra generación cristiana es “ama y se feliz”. “el amor une, la doctrina divide”. “habla del amor, no hables de doctrina”, “la letra mata”. Tal vez este sea el resultado de una iglesia materialista, pragmática, dormida espiritualmente y mundana.
Pero los pastores en la Biblia no podían dormir tranquilos al saber que los falsos maestros o las falsas doctrinas estaban entrando sigilosamente en medio de los santos.
Y es que el peligro es abismalmente terrible.
La sana doctrina preserva la verdadera fe que nos conduce a la salvación, la falsa doctrina nos aleja del Dios Santo, pervierte la conducta cristiana y conduce al infierno.
Veamos algunos ejemplos en la Palabra de Dios:
- Nuestros primeros padres. Adán y Eva fueron puestos en el paraíso para que anduvieran en perfecta comunión con el creador, disfrutando de su presencia, obedeciéndole en todo, con el fin de agradarle en todo. Por algún tiempo el hombre pudo disfrutar de este estado de perfección. La doctrina bíblica, la fe, era muy sencilla en esta primitiva iglesia: Hay un Dios creador, el cual es santo, y pide al hombre que le obedezca para que pueda disfrutar para siempre de la perfecta comunión con él, el obedecerle le garantiza vivir para siempre, el desobedecerle implica la muerte. Esta era la doctrina. Y las cosas anduvieron bien en esta iglesia, mientras se mantuvieron firmes en esta obediencia.
Pero Satanás, la serpiente, el engañador y adversario de Dios, quería dañar el buen vivir de estos creyentes, quería conducirlos a desobedecer, para que así cayeran de ese estado privilegiado. ¿Pero cómo hacerlos caer en la desobediencia? Ellos estaban entrenados en la doctrina, así que no aceptarían desobedecer simplemente porque la serpiente se los insinúe. Así que, Satanás, siendo astuto, decide corromper la doctrina, así, una vez ellos distorsionen la fe, serán presa fácil del pecado.
Satanás siembra la mentira doctrinal en la mente de Eva, cual falso profeta o falso pastor, trastorna las palabras que ha dicho el verdadero pastor y le dice que ella y su esposo no morirán realmente, por el contrario, tendrán vida eterna y serán como dioses.
Dios dijo: si desobedecen morirán, el falso pastor dice: serán como dioses.
Satanás no cambia totalmente las palabras del Señor, sino que introduce su falso sermón diciendo “conque Dios os ha dicho...” (Gén. 3:1). Esta ha sido siempre la astucia de los falsos maestros, mezclar las palabras de Dios con las palabras mentirosas de sus mentes retorcidas.
¿Cuál fue el resultado de pequeña porción de falsa doctrina? El pecado, la muerte eterna, la muerte física, la maldición sobre toda la creación material, la corrupción espiritual.
La falsa doctrina suele producir enormes estragos dentro del pueblo del Señor. Por eso ningún pastor bíblico puede estar tranquilo cuando ve venir el peligro de los falsos pastores o maestros sobre la iglesia.
- Israel. Ellos recibieron grandes bendiciones del Dios Todopoderoso. Los escogió de entre todos los pueblos, les dio Su santas leyes, les envió profetas verdaderos, hizo poderosos milagros para ayudarles. Solo les pidió obediencia a sus mandatos, y así se conservarían como el pueblo escogido, y recibirían sus abundantes bendiciones.
A pesar de haber recibido la luz de la doctrina bíblica, este pueblo se corrompió y recibió el juicio que la Ley había establecido. Pero ¿Cuál fue el medio usado por Satanás para producir semejantes estragos en este pueblo de creyentes? La falsa doctrina, los falsos maestros.
En el desierto el pueblo se desenfrenó en el jolgorio, el licor y la perversión, luego que Aarón les permitiera cambiar la doctrina de Dios. El Señor le había dicho a su pueblo que no hicieran imagen de él, pues, Moisés en el desierto, cuando fue llamado, no vio ninguna figura. Pero cuando Aarón les permitió cambiar este conocimiento de Dios, e hicieron una imagen, entonces fue muy fácil para este pueblo corromper el resto de doctrinas, y entrar en una decadencia moral impresionante.
Los falsos profetas siempre causaron estragos en el pueblo, tergiversando la doctrina, amoldándola a la cultura de la época, a lo que estaba de moda, y el resultado fue siempre el mismo, decadencia espiritual, decadencia moral, y la venida del inminente juicio del Señor.
¿Ante un peligro tan inminente será que podremos estar tranquilos?




2. El modo de luchar por la fe....que contendáis ardientemente por la fe...
En la exposición del primer elemento de la estructura de nuestro pasaje, ya ustedes se han hecho una idea de qué es  a lo que Judas llama “la fe”. No se trata de la confianza que depositamos en Dios, sino que se trata del cuerpo de creencias o doctrinas que conforman nuestra fe cristiana.
Este cuerpo de doctrinas deben ser cuidadas con tanto esmero y pasión, que para nosotros debe ser un asunto de vida o muerte. Lo que creemos de la Biblia, lo que creemos de Dios, de Jesucristo, del Espíritu Santo, del pecado, del juicio de Dios, de la salvación, la santificación, la vida cristiana; todo esto es tan vital para la cristiandad, que no debemos escatimar esfuerzo alguno en luchar para defenderla.
No se trata de defender a Dios, pues él no necesita que nadie lo defienda, se trata de defender la doctrina que él nos ha dado.
La palabra usada por Judas para luchar ardientemente es “epagonizesthai” de donde viene nuestra palara agonía. Cada iglesia, de cada generación debe pagar el costo de luchar por preservar y transmitir la doctrina de manera correcta.
En toda época ha sido necesario defender la fe, porque esta se transmite, como una sana tradición, de generación en generación.
El problema radica en que en cada generación surgen falsos maestros que tergiversan la verdad, y si la generación respectiva no hace nada por preservarla, entonces, las próximas generaciones corren el riesgo de recibir doctrinas erradas.
Pero este hacer algo para preservar la sana doctrina no debe ser un “bueno, vamos a ver que se hace”, no, debiera ser algo que implique tanto esfuerzo, como para decir “estoy agonizando por esta causa”, “hasta que lo falso no salga a la luz y la iglesia recupere la sana doctrina no podré dormir tranquilo”.
Los profetas del Antiguo Testamento son un reflejo fiel de esta lucha agonizante por preservar la doctrina sana:
En tiempos de la reina Jezabel la doctrina bíblica estaba en gran decadencia. Esta reina malvada había introducido la falsa doctrina por doquier. La adoración al Dios verdadero fue reemplazada por el culto a Baal. Parecía que todo el mundo estaba conforme con la doctrina errónea. Pero un pequeño grupo de profetas que dieron sus vidas para que la verdadera religión de Israel fuera preservada. Cientos de ellos murieron, como dice en 1 Reyes 18:4 “Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta, y los sustentó con pan y agua”.
¿Por qué causa morían estos profetas? Porque ellos no consideraron como algo liviano la introducción de falsas doctrinas dentro del pueblo de Dios, para ellos esto era un asunto de vida o muerte.
Jesús dijo que la doctrina cristiana proviene de Dios, por lo tanto, la falsa doctrina proviene de Satanás. Si no estamos en la verdadera doctrina, entonces no tenemos a Dios, no hay salvación, no hay cielo, sino que nos espera la más terrible condenación. “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios...
Es un asunto de vida o muerte. La verdadera doctrina bíblica nos libra de la esclavitud del pecado “Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados” Rom. 6:17. Estar en falsa doctrina es permanecer en esclavitud. No podemos estar tranquilos frente a la falsa doctrina.
En nuestro siglo corren fuertes vientos de doctrina errónea que no solo han permeado a las sectas sino que atentan con socavar las bases mismas de la fe cristiana, falsas doctrinas que han entrado encubiertamente en el grueso de la cristiandad:
- Un concepto erróneo de Dios. El Soberano creador de todo, el que es digno de adoración y obediencia, ahora es presentado como el soberano servidor, el sirviente, el hada madrina que está esperando el toque de la varita mágica para hacer todo lo que el creyente desee.
- Un concepto erróneo de la expiación obrada por Cristo. La sangre preciosa del cordero que fue derramada para la remisión de nuestros pecados, ahora es tomada para garantizar la salud, la prosperidad y toda clase de bienes terrenos al creyente. Incluso la sangre de Cristo ahora es tomada “supuestamente” para limpiar objetos, para protección contra asechanzas, etc.
- Un concepto erróneo de la salvación. Hoy día la salvación del alma y la esperanza futura de la completa y perfecta redención ya no es tan importante, pues, es más relevante para el cristiano materialista de este siglo el vivir cómoda y placenteramente en este mundo, de manera que la salvación ha sido reducida al tener más y más bienes de este mundo, riquezas que los ladrones minan y hurtan.
- Un concepto erróneo del ministerio. Ahora el ministro, el pastor, ya no es más el anciano servidor que nos presentan las Sagradas Escrituras, sino que es el gerente, el alto ejecutivo, el chamán o el iluminado, que tiene el poder para transmitir “unción”, sanidad y prosperidad, pero que de ninguna manera está al servicio de los santos. Un pastor que para poder dialogar con él se necesita primero acudir a todos los “líderes” que están por debajo de él en esa gigantesca escalera o estructura piramidal.
No podemos estar tranquilos cuando la doctrina se tergiversa de esa manera, pues, las próximas generaciones ya no tendrán el verdadero cristianismo que anuncia la salvación del hombre por medio de la obra de Cristo, sino que tendremos un infame remedo del cristianismo, donde un dios sirviente, se ofrece para satisfacer los deseos hedonistas de hombres completamente materialistas y avaros, egocéntricos y ególatras.
Judas invita a la verdadera cristiandad a combatir, lo cual “significa esforzarse sin distraerse, a fines de lograr una meta. Presupone abnegación para superar obstáculos, evitar peligros y, si fuese necesario, aceptar el martirio. Judas da a entender que los miembros de la iglesia deben esforzarse en la propagación del evangelio y en la búsqueda de la derrota de la herejía[2]
Muchos pastores no pelean la batalla contra las herejías que están entrando hoy a la cristiandad (ecumenismo, teología de la prosperidad, la palabra de fe, dilo y recíbelo, las siembras económicas, la falsa unción, entre otras) porque consideran que eso se debe dejar solamente el Señor, y él, algún día sacará a la luz los que verdaderamente son de él y avergonzará a los falsos.
Es cierto que la cizaña debe crecer junto al trigo, y nosotros no podemos arrancarla. Pero respecto a la falsa doctrina, respecto a los falsos maestros, no podemos esperar hasta el tiempo del fin, las Sagradas Escrituras son muy claras al enseñarnos que si dejamos entrar a lo falso y no hacemos nada para frenarla y denunciarla, muy pronto todo el plantío estará dañado. “las zorras pequeñas echan a perder las viñas”. (Cantares 2:15)
El apóstol Pablo, escribiendo al pastor Timoteo, no le da opciones frente al tema de la lucha contra la falsa doctrina o los falsos maestros que entran al cristianismo. Él le dice, así como dice hoy a todos los pastores y hermanos que aman a nuestro Señor Jesucristo “Te encarezco (te doy este solemne encargo) delante de Dios y del Señor Jesucristo (ellos son los testigos), que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino (un día seremos todos juzgados), que prediques la Palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo (el pastor debe ser insistente para corregir la falsa doctrina); redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán (mucha gente no soportará) la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír (apetito por cosas nuevas) se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias (hablarán lo que a la gente más le agrade oír) y apartarán de la verdad el oído (no querrán escuchar la sana doctrina) y se volverán a las fábulas (la falsa doctrina, que aunque suena agradable al oído porque promete muchas cosas, en realidad es fábula, puro cuento). Pero tú se sobrio en todo (no seas ebrio como los falsos maestros que deliran en sus mentes depravadas), soporta las aflicciones (aflicciones por causa de predicar la sana doctrina y denunciar a los falsos maestros), haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano (Pablo quiere que otros continúen su labor de extender la doctrina que produce salvación). He peleado la buena batalla (la batalla de la fe que Judas nos exhorta a luchar), he acabado la carrera, he guardado la fe (o el depósito de la fe, es decir, la doctrina que fue dada una vez a los santos). 2 Timoteo 4:17

3. Poderosa razón de luchar por la fe.... por la fe que ha sido una vez dada a los santos.
La doctrina bíblica no es una doctrina que cambia de tanto en tanto, amoldándose a las filosofías de la época. No, Judas dice que fue dada una sola vez a los santos, es decir, que fue transmitida una vez por todas (hapax paradotheisëi)[3].
La fe cristiana es un depósito sagrado que Dios encargó a la Iglesia de todos los tiempos, para que lo transmitieran de manera fiel a las siguientes generaciones, este depósito, es la revelación escrita, es decir, las Sagradas Escrituras, las cuales deben ser estudiadas, explicadas y aplicadas, tal como fueron entregadas a través de los profetas y apóstoles autorizados. Esta sagrada doctrina tiene enseñanzas y aplicaciones para los hombres de todas las generaciones.
El adverbio hápax, que significa “de una vez por todas” da a entender que estas verdades doctrinales “son inmutables: no se pueden alterar, no se les puede quitar ni añadir...”[4].
Parece que la iglesia del primer siglo estaba siendo afectada por falsos profetas que pretendían recibir revelaciones del Espíritu Santo adicionales a lo que el Señor había hablado una vez por todas a través de los profetas y apóstoles autorizados. Pero este ha sido siempre un peligro latente en la cristiandad. De vez en cuando se levantan algunos hombres, o mujeres, que dicen estar recibiendo revelaciones directamente del cielo, que pretenden escuchar directamente la voz de Dios.
Pero debemos tener cuidado con esa clase de personas, pues, lo que Judas está diciendo aquí es que la falsa doctrina siempre está relacionada con estas pretendidas revelaciones nuevas o adicionales que algunas gentes dicen estar recibiendo.
La doctrina, la fe, todo lo que necesitamos para ser “... perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” nos ha sido dado a través del depósito sagrado al cual llamamos la santa Biblia.
La fe se dio una vez para siempre, y no buscamos nuevas revelaciones.
Las sectas que han surgido dentro de la cristiandad siempre han estado asociada con las “nuevas revelaciones” o las voces que algunos pretenden escuchar directamente del cielo.
En el siglo II de la era cristiana, un pagano llamado Montano se convierte al cristianismo, y luego ser bautizado, se une a dos supuestas profetizas, y diciendo que ha empezado un nuevo pentecostés, una nueva era del Espíritu Santo, empieza a enseñar falsas doctrinas, supuestamente reveladas directamente por Dios a él y a sus profetizas. La iglesia del primer siglo había sido bendecida por los carismas o dones sobrenaturales de revelación del Espíritu Santo, pero estos habían cesado, la iglesia ya no requería mas de estos dones espectaculares, porque ahora tenían la relevación, el depósito de la fe completo, ya la fe había sido dada una vez a los santos.
No obstante Montano pretende recuperar estos dones cesados, e inicia un movimiento sectario. Él decía que el Señor regresaría por su iglesia en ese mismo siglo e instalaría a la Jerusalén celestial en la ciudad de Pepuza.
Esto mismo sucedió con los testigos de Jehová, los mormones y los adventistas, los cuales pretendieron recibir revelaciones adicionales a la que fue dada una vez para siempre a través de las Sagradas Escrituras, y el resultado fue el error, el engaño, lo falso, una secta.
Debemos luchar con agonía por la pureza de la fe, porque ella es un depósito sagrado que no puede ser cambiado.
La Iglesia del primer siglo lo entendió así, de manera que ellos solo estudian la doctrina apostólica.
Hechos 2:42 “Y perseveraban en la doctrina apostólica...” No les interesaba conocer lo que soñó el pastor, o la experiencia espiritual de los demás. Lo único que nos garantiza ser libres del pecado es el permanecer en Cristo, en su doctrina, la cual fue dada una sola vez para siempre, al ser completada por los apóstoles del Cordero.
El apóstol Pablo, escribiendo al pastor Timoteo, le advierte de no enseñar sus propios sueños, experiencias o visiones, sino que su deleite y su responsabilidad debe ser enseñar la doctrina apostólica, esa que fue dada una vez para siempre:
1 Tim. 1:3 “Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina”, diferente a lo que los apóstoles del Cordero enseñaron.
1 Tim. 6:3-4 “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe...
2Jn 1:9  Cualquiera que se extravía,  y no persevera en la doctrina de Cristo,  no tiene a Dios;  el que persevera en la doctrina de Cristo,  ése sí tiene al Padre y al Hijo.

Siendo que solo tenemos una fuente de doctrina, una fuente segura y sin error, entonces debemos mantenernos firmes en ella, estudiando las Sagradas Escrituras, escudriñándolas, como ordenó Jesús, de manera que no nos apartemos de ella, ni a diestra ni a siniestra. Que no sigamos el error de los que pretenden recibir revelaciones adicionales.
Siendo que esta fe es un depósito sagrado del cual mana la vida, la verdadera libertad y el perdón de nuestros pecados, entonces luchemos sin descanso para que esta verdad sea conocida por todos.

Aplicaciones:
- ¿Cuál es tu reacción cuando ves un programa “cristiano” en la televisión, en el cual la mayor parte del valioso tiempo de transmisión se concentra en hablar de cosas que no son esenciales a la fe cristiana como la prosperidad material, la sanidad física, principios para hacer crecer las empresas, etc?
- Hoy el Señor, a través de la corta carta de Judas, te invita para que despiertes a una gran realidad: estamos siendo invadidos por falsas doctrinas. El grueso de la cristiandad, como en las épocas antiguas, corre detrás de los baales, detrás de lo falso. ¿Y tú qué haces al respecto? ¿Te amoldas al espíritu pluralista y relativista de la época, pensando que no es tu responsabilidad meterte en problemas por defender la sana doctrina? ¿Consideras acaso que los profetas antiguos, los apóstoles y los valientes adalides de la reforma fueron unos tontos por defender la doctrina pura que viene directamente de Dios? ¿Crees que eres más inteligente que estos humildes servidores de Dios? ¿Acaso no te das cuenta que tú mismo podrás ser afectado por las doctrinas erróneas sino las denunciamos? ¿Olvidas como la falsa doctrina afectó paulatina pero progresivamente al pueblo de Dios en tiempos antiguos, así como el cáncer no se queda fijo en un solo lugar, sino que cuando ha empezado no cesa de extenderse en todo el cuerpo, hasta abarcarlo todo?
- Oremos al máximo general que tenemos, a Jesús, para que él nos de fuerza, vigor y ánimo pronto para luchar hasta la sangre, defendiendo la sana doctrina, orando por los hermanos que están en iglesias donde los pastores han trastornado la fe, amoldándola al espíritu de la época. Oremos para que el Señor ayude a estos pastores a encontrar el camino de regreso a la doctrina apostólica, oremos para que si estas iglesias persisten en su error, el Señor saque de en medio de ellos a los que verdaderamente le pertenecen.
- Esforcémonos en conocer cada día mas y mas las Sagradas Escrituras, estudiándola de manera apropiada, encontrando el verdadero sentido de lo que allí se dice, de manera que no nos dejemos confundir por los falsos maestros que han entrado al cristianismo.
- Tengamos cuidado con los programas o predicaciones “cristianas” que escuchamos por la radio o la televisión, tengamos cuidado con los libros gratis que se envían a través de internet, muchas sectas usan estos medios para llevar confusión a los verdaderos creyentes.






[1] Barclay, William. Comentario al Nuevo Testamento. Clie. Página 1088
[2] Kistemaker, Simón. ¡ y 2 Pedro, Judas. Desafío. Página 425
[3] Robertson, A.T. Comentario al texto griego del Nuevo Testamento. Clie. Página 713
[4] Henry, Matthew. Comentario bíblico. Obra completa. CLIE. Página 1911

Judas 1 y 2. Característica espiritual de los que luchan vigorosamente por la doctrina

Cuidándonos de las falsas doctrinas:
Característica espiritual de los que luchan vigorosamente por la doctrina.
v. 1-2
Por Julio César Benítez
Introducción:
La vida cristiana es un caminar por en medio del desierto de este mundo, en el cual, al igual que el peregrinaje de Israel rumbo a Canaán, encontraremos gigantes, fieros enemigos, incredulidad, deseos de regresar a Egipto, es decir, regresar al mundo, falsos profetas como Balaam que buscarán maldecir al pueblo para que no prospere en el camino que el Señor le ha demarcado.
La historia del pueblo del Señor ha sido una historia de luchas, de contiendas, porque como dice Pedro, tenemos a un adversario, el diablo, quien como león rugiente anda buscando a quién devorar (1 Pedro 5:8).
Adán y Eva fueron creados para vivir en comunión perfecta con su Dios, pero muy pronto que ellos son puestos en el paraíso, Satanás les insinúa la rebelión contra la Palabra de Dios, mostrándoles de manera engañosa los buenos y codiciables frutos que generaría dicha desobediencia, entrando así el pecado en el mundo bueno que había creado el Señor.
Los hijos de Dios, es decir, los hijos de la línea de la fe, de la línea de la salvación, son atrapados por el engaño de la belleza de las hijas de los hombres, es decir, la línea de la rebelión y la desobediencia, de manera que en esta mezcla el pueblo del Señor se ve grandemente afectado y el engaño y la desobediencia se generalizan en el mundo, de manera que Dios envía el diluvio para castigar a esa generación perversa.
A pesar del nuevo inicio que se da con Noé y sus hijos, de nuevo la maldad, el engaño y el pecado asedian al pueblo de Dios tratando siempre de conducirlos a una rebeldía flagrante contra el creador.
El resto de la historia bíblica, y de la historia universal, es testigo de cómo el pueblo del Señor, el pueblo escogido, es atrapado una y otra vez por las mentiras de Satanás, entrando en períodos de decadencia espiritual, de manera que se aparten del Dios vivo.
Israel sufrió mucho como consecuencia de los falsos profetas, pues, estos no solo hablaban falsamente en nombre de Dios para conducir al pueblo hacia la apostasía, sino que lo hacían de una manera tan convincente y atrayente, que la mayoría del pueblo seguía tras sus mentiras.
A pesar de que el Señor una y otra vez les daba indicaciones de cómo detectar a los falsos profetas o maestros, el pueblo fácilmente se dejaba engañar por ellos, pues, los falsos maestros o profetas siempre hablaron lo que era agradable a los oídos pecaminosos de ellos.
 Cuando Cristo viene a este mundo trae el mensaje final de la revelación divina, a través del cual el hombre puede encontrar el camino de reconciliación con Dios. Jesús mismo es la revelación encarnada del Padre. De manera que los discípulos pueden ver con claridad esa verdad que les hará libres.
No obstante de tener una revelación más clara y final, Jesús advirtió a sus discípulos que tengan cuidado con los fasos pastores, profetas o maestros, porque Satanás no se quedará tranquilo, a pesar de la derrota que recibió por la obra de Cristo.
Jesús advierte a sus seguidores en Mateo 7:15 “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”, luego, hablando de lo que caracterizará a los tiempos del fin dice que “... muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos” (Mt. 24:11).
Jesús conoce la astucia de los falsos maestros y sabe que estos cuentan con el respaldo del principal engañador, es decir, Satanás, siendo así que estos falsos maestros o falsos profetas “...harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mt. 24:24).
Muy poco tiempo después de la ascensión de Jesús a los cielos, cuando la iglesia cristiana estaba aún en su etapa infantil, los falsos profetas o falsos maestros hacen su aparición. Ellos se presentaban con la misma apariencia que siempre los ha caracterizado: Como seres de luz, como personas interesadas en el bienestar de sus oyentes, como mensajeros celestiales, engañando con sus obras y señales mentirosas, hablando adulaciones y lisonjas con el fin de atrapar a los hombres y mujeres amantes de sí mismos.
De allí que los apóstoles y los escritores del Nuevo Testamento consideren de suma importancia advertir a la iglesia en cómo detectar a un falso pastor, a un falso profeta, a un falso apóstol, a un falso maestro, a una falsa doctrina.
Pues, aunque ellos cuenten con muy buena capacidad para engañar, porque hablan conforme a los deseos del corazón humano, no obstante, ellos no podrán ocultar su verdadero carácter, la podredumbre que llevan por dentro es tal, que un cristiano puede agudizar su olfato para oler la corrupción pecaminosa que les caracteriza.
La epístola de Judas, aunque nos es la carta mas estudiada del Nuevo Testamento, ella fue ha escrita con el fin de ayudar a los creyentes a detectar el carácter moral y espiritual de los falsos maestros que entran encubiertamente a la cristiandad.
Analicemos con pasión y profundidad el contenido de esta pequeña y casi desconocida carta, pues, su contenido tiene gran relevancia para la situación de la iglesia cristiana evangélica en la Latinoamérica del siglo XXI, pues, muchos falsos maestros han permeado las iglesias con el fin de engañar, seducir y atrapar en sus doctrinas erróneas.

Característica espiritual de los que luchan vigorosamente por la doctrina.
v. 1-2
En los versículos 1 al 2, Judas, saluda a los lectores, identificándose él mismo como siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo.
Luego identifica a los lectores o receptores de la carta como los que son amados por Dios el Padre, guardados por Jesucristo y llamados a la salvación.
Y a estos, al autor de la carta les desea abundancia de misericordia, paz y amor.
Inmediatamente el escritor inicia su lacónico pero profundo discurso, diciendo a los lectores que ha deseado intensamente escribirles respecto a la salvación que ellos tienen en común, y ahora ha llegado el momento de hacerlo, pues, hay poderosas razones para ello.
Los falsos maestros, a los cuales él denomina como impíos, se han infiltrado en la iglesia, lo cual hace necesario que los creyentes, receptores de la carta, luchen con vigor y esfuerzo para la fe que ha sido dada una vez a los santos.
Hoy vamos a analizar el mensaje de Judas en estos dos primeros versículos. Mensaje que he titulado característica espiritual de los que luchan vigorosamente por la doctrina.
1. Judas, ejemplo de lucha vigorosa.
“Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo”. V. 1
Es interesante notar que el autor de la carta se identifica como siervo de Jesucristo. Se debe notar que las palabras usadas en griego (Iesou Cristou) dan a entender pertenencia, es decir, Judas no solo está diciendo que él es un siervo asociado al mensaje de Jesucristo, sino que él mismo pertenece a su Salvador.  
Solo un pastor o maestro que ha llevado su orgullo personal a la cruz, puede llamarse a sí mismo siervo. La palabra griega usada aquí es doulos, la cual significa literalmente esclavo. Un pastor o maestro es esclavo de Jesucristo. Le sirve sin esperar nada a cambio, así como el esclavo no esperaba una paga de su amo.
Solo un verdadero esclavo o siervo de Jesucristo puede estar interesado verdaderamente en las almas de los hombres. Los que no son siervos solo están interesados en su propio bienestar.
Es por eso que Jesucristo se presenta como el buen pastor, ejemplo de lo que debe ser un pastor cristiano, cuando dice: “Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el buen pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo, y deja las ovejas y huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas”. Juan 10:11-12
Judas se atreve a escribir en contra de los falsos maestros, a pesar de que eso no le hará el pastor más popular, ni el maestro más admirado, pues, de seguro que al cuestionar la vida y la doctrina de los falsos pastores recibirá ataques de los mismos hermanos, quienes le dirán: “Judas, ¿por qué eres tan intransigente? ¿Por qué eres tan falto de amor?, no juzgues para que no seas juzgado, recuerda que el amor une y la doctrina divide,  abandona ese espíritu hipercrítico y ama a los hermanos aunque ellos  no piensen como tú. Judas qué te crees tú para hablar de falsos maestros, recuerda que estamos en un mundo relativista, la verdad es relativa al individuo. Si tú crees que los pastores no deben trabajar en el ministerio esperando lucro personal, está bien, es tu verdad, pero no condenes a los que no piensan como tú, este es un mundo pluralista, hoy todos cabemos en el mundo y por lo tanto todos cabemos dentro de la iglesia, sin importar tanto la doctrina. Abandona esa vieja costumbre de los profetas, de estar discutiendo respecto a la fe, mejor dedícate a hacer el bien al prójimo.”
Advertir en contra de la falsa doctrina o la falsa religión fue el motivo por el cual los judíos mataron a los profetas. Judas se expone a lo mismo al hablar en contra de las falsas doctrinas, pues, siempre han sido más los que siguen lo falso que los que siguen la verdad. Tal vez esa sea una de las razones por las cuales hoy no se estudia mucho la epístola de Judas, y las predicaciones basadas en esta necesaria carta sean muy escasas.
Por eso, solo un siervo de Jesucristo puede escribir o predicar de lo que Judas escribió.
Sabemos que el que escribe esta carta no es Judas, el apóstol que traicionó a Jesús, el Iscariote, pues, él distaba mucho de ser un siervo de Jesucristo, ya que su interés no era la salvación de los hombres, sino el amor al dinero. Estaba con Cristo porque encontró en la religión un medio para satisfacer su corazón codicioso. Él aparentaba amor y cuidado por los pobres, pero en realidad solo quería satisfacer su propia codicia.
Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: ¿Porqué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella”. Juan 12:4-6
Judas tiene autoridad para escribir esta exhortación, porque es un siervo de Jesucristo, él está dispuesto a ser rechazado por algunos cristianos, a sufrir por la causa del evangelio, a luchar por la pureza de la doctrina apostólica, aunque eso le cueste la vida o el rechazo de su preciosa carta.
Habiendo dado este saludo con tan profundo significado ahora prosigue hablando del estado espiritual de aquellos que podrán continuar con esta lucha a muerte por la preservación de la sana doctrina y el rechazo de los falsos maestros o falsos profetas.
2. Tres características espirituales de los que han de luchar vigorosamente por la doctrina.
 A los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo”. V. 1
No todos podrán luchar en contra de la falsa doctrina. A algunos les dará lo mismo estar en lo verdadero que en lo falso, porque estas personas no están buscando a Dios con el fin de vivir para Él como sus siervos, sino que le buscan por intereses personales: para que Dios le alivie todos sus problemas, para que les de salud, para que les de dinero y riquezas, para que los libre de las deudas, para aliviar su soledad,  en fin, para cualquier cosa, menos que ser su siervo.
Pero hay un grupo, no tan numeroso como quisiéramos, que si está interesado en la doctrina bíblica, que si le importa el contenido de lo que creemos, que considera vital para la salvación y la salud espiritual el estar cimentados en la doctrina de Cristo y los apóstoles del cordero.
¿Por qué a algunos creyentes no les importa mucho la doctrina bíblica o el luchar en contra de la falsedad? Bueno, algunos no lo hacen por ignorancia. Porque han crecido poco en la fe, son, como dice Hebreos, niños o bebés en Cristo. A pesar de los años que llevan en la vida cristiana prefieren seguir tomando leche que comer alimento doctrinal sólido.
Otros no lo hacen porque no son creyentes. Están dentro de nosotros pero no son de nosotros. A ellos no les importa la doctrina cristiana, solo quieren lo que les satisfaga en su ego, en su orgullo y en sus deseos materialistas. Y las Sagradas Escrituras nos presentan claros ejemplos de ello:
“Porque Demas me ha desamparado, amando a este mundo” 2 Tim. 4:10 Demas había colaborado por un tiempo al apóstol Pablo, pero luego se fue, no quiso seguir como siervo, porque amaba a este mundo.
Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” 1 Jn. 2:19
Ahora ¿Quiénes son los que deben y pueden luchar para defender la doctrina bíblica? ¿Quiénes son los que pueden y deben denunciar a los falsos maestros o a las falsas doctrinas? Judas, el hermano de Jesús, autor de esta carta, describe las características espirituales de esta valiente gente.
Estos creyentes necesitan consejo y aliento.
Primero dice que son llamados.
Aquellos que están siendo motivados, aconsejados y exhortados para luchar en contra de las falsas doctrinas que enseñan los falsos maestros, primero que todo, han sido llamados por Dios. Aquí no se trata del llamamiento general que el Espíritu hace a los pecadores al arrepentimiento, pues, Dios manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan (Hch. 17:30), no obstante no es de todos la fe (2 Ts. 3:2); más bien se trata del llamamiento especial que el Espíritu hace a los hombres, a través del cual nadie resiste ese santo llamado, sino que con presuroso paso acudimos a la cruz del calvario para contemplar la belleza extasiante de la gracia, belleza que nos atrapa y de la cual nunca más vamos a querer distanciarnos.
Solo lucharán en contra de las falsas doctrinas los que “han dejado el mundo del pecado y han entrado en la luz de la vida[1]
Estos llamados forman parte de aquel pueblo que es un “...linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” 1 Pedro 2:9
Estos llamados son los que en otro tiempo no eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios, los que en otro tiempo no habían alcanzado misericordia, pero ahora han alcanzado misericordia. 1 Pedro 2:10
Los llamados son aquellos que un día, escucharon el evangelio ya sea a través de una predicación en la iglesia, una predicación en la radio, un estudio en los hogares, un tratado que recibió u otro medio, pero que estando escuchando, no entendían el mensaje, no eran conscientes de su estado pecaminoso y de rebeldía contra su creador, y por eso no podían venir a Cristo, pero en medio de la predicación el Señor, el Señor hizo con esa persona, lo que antes había hecho con Lidia “...el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta al mensaje de Pablo” Hch. 16:14.
Los llamados son aquellos que habiendo estado atentos al mensaje del evangelio, acudieron con total convicción a Cristo, reconocieron su pecaminosidad, ya no se vieron mas como personas buenas, sino como enfermos que necesitaban del médico eterno; se despojaron de su propia autoconfianza espiritual y depositaron toda su confianza en la cruz del calvario.
Solo estas personas que han escuchado el llamado celestial, el llamado del Espíritu Santo, podrán luchar en contra de la falsa doctrina, anunciando y proclamando la verdadera fe que ha sido dada para siempre a los santos.
¿Cómo podemos estar tranquilos cuando escuchamos a muchos predicadores motivando a la gente a venir a Cristo usando como anzuelo o gancho las necesidades económicas, una precaria salud física, el deseo de ser más ricos, el anhelo de ser más popular? ¿Cómo estar tranquilo frente a esta clase de predicación, cuando nosotros mismos hemos sido llamados por Dios, hemos visto la cruz sangrante de Cristo, hemos visto sus padecimientos y el Espíritu Santo nos ha mostrado que solo al ver nuestra miseria espiritual podemos acudir al Calvario?
¿Cómo estar tranquilos cuando vemos como muchos predicadores están llamando a la gente a Cristo, sin que ellos sean concientizados de sus pecados y maldades? ¿Acaso cuando el Espíritu Santo nos llamó a Cristo, primero no nos mostró el estado de pudrición en el que estábamos como consecuencia de nuestras maldades y nuestras rebeliones? ¿Será posible que alguien venga verdaderamente a Cristo sin que primero el Espíritu Santo, a través de la predicación fiel de las Sagradas Escrituras, no les muestre su condición pecaminosa y rebelde contra el Dios Santo?
Solo los que han sido verdaderamente llamados por el Señor pueden entender la importancia de permanecer en la doctrina bíblica correcta.

Segundo, son amados (o santificados) en Dios Padre. (ëgapëmenois o hëgiasmenois)
Una segunda característica de los que han de contender ardientemente, con pasión, por la doctrina sana, consiste en que han sido amados por Dios el padre. En nuestras versiones dice santificados debido a los manuscritos que usan, en los cuales se encuentra la palabra hegiasmenois; no obstante, los manuscritos griegos más antiguos usan la palabra egapemenois, es decir, amados.
Aunque ambas características son totalmente ciertas del verdadero creyente.
Ahora, en qué sentido son amados los creyentes. ¿Acaso Dios no ama a todo el mundo? Las Sagradas Escrituras dicen que “... de tal manera amó Dios al mundo...” Juan 3:16. Hay un sentido en el cual Dios ama a su creación. Él la cuida, es suya, por eso la preserva. Él hace salir su sol sobre justos e injustos, y eso es amor, él hace llover sobre justos e injustos, eso también es amor (Mt. 5:45), pero este amor está acompañado también de su ira. Porque estos injustos viven bajo la ira de Dios.
Juan 3:36 “...el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él
Romanos 2:5 “Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios
Efesios 5:6 “...porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia
Así que el sentimiento que Dios expresa al mundo entero, a todos los hombres, se encuentra dividido entre su amor y su ira.
Pero el amor de Dios para con los que han sido cobijados por el sacrificio expiatorio del sufriente Salvador, ya no se encuentra dividido por la ira, sino que, ahora, su amor es infinito para con ellos, es una amor eterno, y ya no los mira más como objetos de su ira.
Ahora estos que han sido amados por Dios, no esperan su ira, sino que tienen confianza en que su amor siempre los cobijará.
Este amor es tan grande e incomprensible que el apóstol Pablo declara:
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos – es decir, por nosotros, que hacíamos obras malas delante del Dios santo – Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno – pero ya el apóstol Pablo ha dicho que entre los hombres y mujeres nadie ha sido bueno o justo – mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” Romanos 5:6-8
¿Siendo que hemos experimentado amor tan grande, será que podemos quedarnos quietos y tranquilos cuando vemos cómo algunos hombres entran encubiertamente a la cristiandad y solo con el fin de obtener ganancia o lucro personal pervierten este mensaje que trae consuelo a los hombres que sufren en la miseria de sus pecados? ¿Será que aquellos que han conocido y experimentado el perdón de sus pecados, solo por confiar plenamente en Cristo, se quedarán dormidos frente a movimientos sectarios que desvirtúan el mensaje de salvación, cambiándolo por un mensaje de motivación psicológica o prosperidad material, cuando la necesidad más grande de todo hombre se relaciona con su vida impía, con sus pecados y rebeliones?
Son guardados o protegidos por Jesucristo.
Estos que han de contender ardientemente por la doctrina sana, son aquellos que cuentan con la garantía de salvación ofrecida por nuestro Señor Jesucristo.
Estos no viven en el temor de perder su salvación, sino que tienen como firme certeza de su salvación las palabras de Jesús, quien dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de las manos de mi padre
Estos que han de contender por la doctrina sana, denunciando a los falsos maestros, no temen ni siquiera a Satanás porque cuentan con la oración intercesora de Jesús “Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre... cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre..., pero ahora voy a ti... no ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.” Juan 17:9-15
Estos creyentes, aunque sean pocos, tienen la certeza que todo su ser será guardado en santificación para la  consumación final de la salvación: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
¿Será que teniendo tan grande garantía de salvación y cuidado salvador, podremos estar tranquilos cuando las falsas doctrinas corroen a la cristiandad llevando a los hombres a confiar en sus propios medios, en sus donaciones o siembras económicas, en sus ayunos orgullosos, en sus buenas obras? ¿Acaso no sabemos que cuando los hombres confían en estas cosas para alcanzar el favor divino, viven en temor, inseguridad, miseria espiritual, tratando de hacer una y otra obra con el fin de calmar sus intranquilas conciencias?
A todos aquellos que han sido llamados, amados y guardados por Dios en Jesucristo, Judas les desea abundancia de misericordia y paz y amor.[2]
¿Y cómo no podremos experimentar la verdadera misericordia, la verdadera paz y el verdadero amor habiendo recibido una salvación tan grande y completa de nuestro redentor?
¿Seremos tan egoístas en disfrutar solos de estas enormes bendiciones y no haremos nada por ayudar al resto de creyentes y personas que caen presas de los estafadores religiosos que hacen mercadería con la fe cristiana?
Aplicaciones:
- Amado hermano en la fe, nuestra primera responsabilidad como contendores de la fe consiste en someternos en todo al autor de nuestra salvación. Llevemos ante él todo nuestro ser y ofrezcámosle nuestra vida como una ofrenda, digámosle hoy y siempre, yo soy tu siervo, estoy dispuesto a perder mi vida con el fin de ganarla. Dejémonos de amarnos tanto y de preocuparnos tanto por nuestro bienestar mundano, y amemos mas al Señor y dueño de nuestras vidas, a aquel que nos compró con sangre preciosa para darnos vida eterna.
-   Si no sientes preocupación por aquellas personas que están siendo víctimas de los falsos maestros o falsos pastores o falsos apóstoles, entonces recuerda lo que eres en Cristo, recuerda el llamamiento santo que recibiste del Señor, recuerda el eterno e inmenso amor que ha cubierto todo tu ser, recuerda cómo el Señor intercede por ti, garantizándote una salvación eterna. ¿No te compadeces de las personas que viven en temor constante porque las falsas doctrinas les han llevado a confiar en sus buenas obras, en sus siembras económicas, en sus pactos terrenos?
- Iniciemos esta contienda por la doctrina bíblica reconociendo y viviendo lo que somos en Cristo, gozándonos en estas grandes verdades, alimentando en nosotros la misericordia, la paz y el amor, luego estaremos tan henchidos de estos gozos espirituales que nos será imposible retenerlos y entonces seremos movidos a compartirlo con otros hombres y mujeres que, así como nosotros un día, no conocíamos verdaderamente la abundante gracia del Evangelio de Cristo.
- Apreciado amigo que aún no conoces a Jesús como tu salvador y Señor, no te quedes tranquilo en tu miseria espiritual, para ti también hay esperanza de gozar y disfrutar de este llamamiento santo, de este amor abundante y de este cuidado seguro, acude hoy al Salvador y suplícale tenga misericordia de ti, concediéndote el don de la fe para que puedas ver tu estado de rebeldía contra del Dios santo, y que te conceda mirar a la cruz del calvario, mirar la sangre del Hijo de Dios que es derramada para dar perdón y seguridad de salvación a todo el que acude con fe a ella.





[1] Kistemaker, Simón. 1 y 2 de Pedro y Judas. Desafío. Página 419
[2] La expresión “multiplicados” hace referencia a la abundancia.