sábado, 2 de mayo de 2015

Consulta sobre el don de Discernimiento

Buenos días Pastor , tengo otra inquietud con respecto a este Don , hay situaciones en mi interior que reflejan en mi este Don , inclusive cuando yo me congregaba en la iglesia X.... , el Pastor XXX me confirmó que yo tenia el Don del Discernimiento debido a situaciones que yo percibo ,en  las actitudes de las personas , en los ambientes de los lugares , y no es que escuche la voz audible o tenga visiones , si no que son cosas que suceden en mi interior involuntariamente , sobre todo en cosas, situaciones , personas , lugares negativos u oscuros , que dentro de mi se dispara una alerta involuntaria indicando peligro , falsedad , no confiar , es decir no sé como explicarle la verdad , pero es involuntario y cuando se presenta en mi estas cosas , siento una seguridad absoluta , No hay confusion en mi , me invade una seguridad de que lo que percibo es real y verdadero . Le pido su direecion y guia , y me ayude y me confirme si realmente tengo este Don , y si es asi  me guie  y me enseñe a  utilizarlo , por que me siento des orientada en esto y No se como utilizarlo . Gracias Pastor Que El Señor por medio del espiritu Santo me ayude . 

Un abrazo con amor en Cristo . 




Saludos fraternales.

Gracias por enviarme esta inquietud, la cual es muy interesante.

Respecto al don del discernimiento (bíblico) las Escrituras enseñan lo siguiente: “Porque a este es dada por el Espíritu… discernimiento de espíritus” (1 Cor. 12:10), o como debe ser traducido “distinguir los espíritus”. Este don forma parte de los dones de revelación que el Espíritu Santo dio a la iglesia apostólica, época en la cual las Escrituras no habían sido completadas y no estaban al alcance de todas las iglesias, de tal manera que el Espíritu capacitaba a algunos para hablar en lenguas, interpretación de lenguas, profecía y discernimiento de espíritus, con el fin de instruir a la iglesia en la doctrina correcta y librarla del accionar de los falsos profetas.
Es respecto a los falsos maestros que se hizo necesario el don de discernimiento de espíritus. Muchos falsos maestros estaban introduciéndose en las iglesias: “Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos” (Mr. 13:22). ¿Cómo enfrentarían todas las iglesias cristianas del primer siglo a estos falsos profetas? ¿Cómo los iban a descubrir? Hoy día tenemos las instrucciones claras de la Palabra, tenemos las cartas de Pedro, de Judas y Juan, en las cuales se dan especificaciones claras de cómo detectar a los falsos maestros o falsos profetas. Pero, en un principio, estas cartas no circulaban entre todas las iglesias, por lo tanto, se necesitaba que de una manera directa y sobrenatural el Espíritu Santo capacitara a los santos para distinguir a un verdadero profeta de uno falso.
Satanás y sus huestes tienen la capacidad de “hacer milagros” a través de sus falsos profetas, por lo tanto, si no hay quien pueda distinguir entre un espíritu verdadero de uno falso, todos serían engañados y conducidos al error, pues, el objetivo de los falsos profetas es apartar a la gente de la verdad.
Una vez que las Escrituras fueron completadas, este don, así como el de profecía, lenguas o interpretación de lenguas, cesó y no se dio más en la iglesia. No obstante, es responsabilidad de los pastores y maestros, basados en las claras instrucciones de las Sagradas Escrituras, ejercer el discernimiento para distinguir entre las verdaderas y las falsas doctrinas, tal y como enseñó el apóstol Juan: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1). Es evidente por el contexto que “espíritu” se refiere a la enseñanza de los maestros o profetas, y no a seres espirituales (como algunos han malinterpretado en los últimos años, arguyendo que este don es la capacidad sobrenatural para ver a los demonios, lo cual no es mencionado en ninguna parte de las Escrituras). No creer a todo espíritu es no creer toda doctrina que se predique sin que antes sea discernido o comprobado por las Sagradas Escrituras que ésta sea una enseñanza sana.
Hoy no tenemos el don de discernimiento, pero si tenemos capacidades espirituales que nos permiten ejercer discernimiento, especialmente los pastores y maestros, a través del conocimiento de las Sagradas Escrituras.
Ahora, las impresiones internas y subjetivas que una persona tenga sobre las actitudes de otras es un asunto que debe ser evaluado muy seriamente, pues, solo Dios puede conocer el corazón y las actitudes internas de los demás. A nosotros no nos corresponde juzgar tales cosas, ya que Cristo mismo lo prohibió cuando dijo: “No juzguéis para que no seáis juzgados” (Mt. 7:1). No debemos juzgar aquellas cosas internas que solo puede conocer Dios y la persona misma. No hubo ningún don en la Biblia sobre este asunto, y tampoco debemos pensar que hoy día alguien lo pueda tener.
Nuestro juicio sobre las actitudes de los demás, buenas o malas, debe estar basada en las Sagradas Escrituras y en pruebas contundentes y fehacientes, no subjetivas, de la realidad.
Ahora, percibir ambientes oscuros o negativos no es algo bíblico, esto es algo más relacionado con el ocultismo y las “técnicas” parapsicológicas. El cristiano sabe, por las Sagradas Escrituras, que este mundo presente es malo, invadido de oscuridad espiritual y está bajo el maligno, por lo tanto, no se requiere de ninguna capacidad sobrenatural para comprender o “percibir” esto. Cualquier otra cosa subjetiva que experimentemos es más producto de un misticismo no controlado por el poder de la Palabra y del Espíritu.
Es muy peligroso, y se corren riesgos de cometer pecados graves, cuando basados en impresiones subjetivas, juzgamos como bueno o malo, oscuro o claro, positivo o negativo a otras personas.

Mi recomendación es que lleves este asunto ante Dios y le pidas sabiduría para distinguir entre las impresiones naturales de la mente y la realidad que debe ser juzgada a la luz de la Palabra, es decir, conforme a la Ley de Dios y hechos fehacientes que nos permitan juzgar con justo juicio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracia y paz,
Por favor podría ampliar su comentario referente que el Don de Discernimiento de espíritus ceso o no es de este tiempo. Podría proporcionar la historia bíblica del caso con fechas y escenarios. Le agradezco por el conocimiento compartido.