¿Están vigentes los dones de poder, especialmente
el don de lenguas?
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Apreciado Roberto.
Se que el tema de los dones, que llamamos
carismáticos - como el don de las lenguas -, ha sido de mucha controversia en
la actualidad. Históricamente las iglesias cristianas han creído que
estos dones sobrenaturales, al estar relacionados con la revelación, formaron
parte de la vida eclesiástica del primer siglo, cuando no se tenían de manera
completa las Sagradas Escrituras; pero que una vez se completó el canon sagrado
y la iglesia pudo tener acceso a la revelación completa y final, entonces no se
necesitaron más, ni el don de las lenguas, ni el de la profecía ni los otros
dones relacionados con la revelación. Esta fue la creencia de la Iglesia en los
primeros siglos de la era cristiana, en la reforma evangélica del siglo XVI, en la época
puritana (XVII) y en la iglesia moderna hasta comienzos del siglo XX.
Por cierto, los grupos que profesaron
reavivar el don de las lenguas y la profecía, en siglos posteriores al I, fueron catalogados como grupos sectarios, pues, por lo general, sus lenguas y
profecías iban acompañadas de doctrinas erróneas y declaraciones escatológicas
desviadas; por ejemplo, en el siglo II, cuando el don de las lenguas ya había entrado en desuso, porque se consideraba que esto formó parte del tiempo apostólico,
surgió un hombre llamado Montano, el cual reclamaba estar viviendo un nuevo
pentecostés, con las manifestaciones de las lenguas y profecías. Montano y sus
seguidores empezaron a practicar una especie de reavivar espiritual de los
carismas del Espíritu Santo, pero realmente eran un grupo sectario: tanto él
como sus dos profetizas (Priscila y Maximila) decían experimentar éxtasis que los
transportaban espiritualmente, y estando en esa condición predecían a través de
supuestas profecías el inminente fin del mundo y la pronta venida de Cristo a
la tierra para establecer su reinado milenial. Ellos mandaban a sus seguidores
que se reunieran en la ciudad de Pepusa porque allí regresaría el Señor y se establecería la Nueva Jerusalén, que bajaría desde el cielo. Obviamente, en
el siglo II no se dio el fin del mundo, ni tampoco regresó el Señor, ni mucho
menos descendió la Jerusalén celestial.
Este grupo fue declarado herético por la
iglesia patrística.
Luego, en la época de Lutero también
surgieron algunos grupos sectarios dentro de lo que se llamó la reforma
radical, es decir, en el seno de los grupos anabaptistas, algunos de los cuales
reclamaron tener el don de las lenguas y la profecía. Ellos anunciaban también
el inminente regreso del Señor para establecer su reino milenial, pero nuevamente
se comprobó que era un movimiento falso y herético. Los reformadores evangélicos también
estaban de acuerdo con los padres de la Iglesia, en el sentido de que los dones
sobrenaturales, como el de las lenguas y la profecía, habían cesado con la
muerte de los apóstoles y en especial, porque la Revelación había sido
completada con los escritos de los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento.
A finales del siglo XIX y comienzos del
siglo XX, algunas iglesias llamadas “de santidad”, herederas del metodismo y el
pietismo, procurando un despertar en el cristianismo frío y racionalista de esa
época, buscaron experimentar un re-avivamiento espiritual y empezaron a
reclamar el tener las manifestaciones de dones sobrenaturales como el de las
lenguas y las profecías. Nuevamente este movimiento no estuvo ajeno a las excentricidades escatológicas de sus predecesores montanistas y anabaptistas,
pues, los nuevos profetas empezaron a hacer declaraciones escatológicas
respecto al inminente regreso del Señor, incluso, algunos de estos nuevos "profetas" dieron fechas para este esperado suceso.
El movimiento pentecostal moderno no ha
estado excento de escándalos de toda clase, de abusos con el tema de las
profecías, y muchas distorciones en el uso de las lenguas.
A mediados del siglo XX el movimiento
pentecostal, que había sido exclusivo de nuevas denominaciones surgidas en EEUU
como las Iglesias de Dios, las Asambleas de Dios y la Iglesia Cuadrángular;
influenció a algunas denominaciones históricas como la Luterana, Bautista,
Presbiteriana, surgiendo así el movimiento carismático. Pero este movimiento no
sólo llegó a algunas denominaciones históricas, sino también al Catolicismo
Romano, donde cobró mucha fuerza, especialmente en las naciones
latinoamericanas. Ahora, el movimiento carismático católico, con sus prácticas
de las lenguas y profecías, tampoco ha estado excepto de errores, pues, muchas
de las profecías que se dan provienen, supuestamente, de la Virgen María.
Luego de este rápido recorrido histórico
sobre el reclamo que algunos grupos hacen de haber recibido el don de las
lenguas, después de la época apostólica, toca preguntarnos ¿Qué dice la
Biblia al respecto?
Bueno, veamos lo que ella dice sobre el
don de las lenguas. No tendremos tiempo para ahondar en este complejo tema,
pero quiero que vayamos a lo más importante, a lo que guarda estrecha relación con
la pregunta inicial.
En el día de pentecostés los creyentes
judíos que estaban en Jerusalén, esperando el cumplimiento de la promesa dada
por Cristo (Lc. 24.29), en el sentido que no debían moverse en la
evangelización hasta cuando hubiesen recibido el poder de lo Alto que los
capacitaría para ser testigos y mártires de Cristo, ellos fueron sorprendidos
por un viento recio y un temblor, que acompañaron a la venida del Espíritu
Santo en una forma especial para quedarse hasta el fin de los tiempos con la
iglesia, capacitando a los santos para la obra del ministerio y el avance del
Reino de Cristo.
Esta promesa se cumplió ese día y todos
los creyentes judíos que conformaron la iglesia de Jerusalén fueron investidos
con el poder de lo Alto, evidenciándose esto con el don de las lenguas: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”
(Hch. 2:4). Fue algo maravilloso. El regenerador, el santificador, el
Paracleto, el que convence al hombre de su pecado, el que trae a las personas a
Cristo; Él Espíritu de Dios había venido para quedarse con la iglesia.
Pentecostés tiene un profundo significado
para la Iglesia de Cristo, pues, marca el inicio de un poderoso movimiento
evangelizador que impactaría en poco tiempo a casi todo el mundo conocido y
perduraría hasta el día final. Pentecostés es el inicio de las misiones a todas las lenguas y tribus del mundo.
Ahora, debemos preguntarnos ¿Por qué los
creyentes manifestaron la llenura del Espíritu Santo hablando en lenguas o
idiomas desconocidos? ¿Qué significaban las lenguas? Bueno, el apóstol Pedro,
en el poder del Espíritu se levanta y ante una multitud de judíos y prosélitos
(gentiles convertidos al judamismo) da su primer sermón evangélico.
Uno de los textos tomados es Joel capítulo
2. Pedro dice: “Mas esto es lo dicho por
el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu
sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros
jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre
mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y
profetizarán” (Hch. 2:17-18).
En este pasaje el apóstol Pedro les dice
al pueblo judío, que se había reunido para ver este hecho sobrenatural, que las
lenguas y las profecías habladas por los creyentes en ese dia, eran una muestra de
que habían llegado los tiempos postreros en los cuales el pueblo del Señor
sería visitado de una manera maravillosa por Dios, trayendo salvación a todos.
Ese tiempo había llegado a través de Jesús, el Cristo, y las lenguas y
profecías eran una señal de ello.
Por lo tanto, las lenguas y dones milagrosos tenían como objetivo demostrar al pueblo judío que Jesús si era el Mesías, y
que el mensaje proclamado por los apóstoles, y la iglesia en general, venía del
cielo. De la misma forma como Dios hizo milagros a través de Moisés para que su
pueblo creyera que él era enviado por el Señor, así fue necesario que muchos
milagros se hicieran con el fin de confirmar ante los judíos que Dios había
puesto al Cristo como Salvador y Señor en Israel.
Las lenguas cumplieron un papel importante
en la confirmación de la llegada de la salvación a los gentiles. Los apóstoles
y los primeros discípulos, siendo todos judíos, pensaban que el evangelio sería
sólo para ellos. De allí que cuando el apóstol Pedro recibe la invitación para
predicar el evangelio a Cornelio, un gentil, Dios lo había preparado a través
de una visión en la cual le mostraba que ahora él no podría considerar inmundos
a los gentiles que recibieran el evangelio.
Esto no fue fácil para Pedro ni para el
resto de discípulos, pero el apóstol obedeció la voz del Señor y predicó la
Palabra a Cornelio y a su familia, los cuales creyeron en el evangelio, pero ¿de
qué manera podría Pedro y el resto de la iglesia judía ver evidencias de que
realmente el evangelio también era para los gentiles? Las lenguas cumplieron un
papel importante en esto, pues, de la misma manera que en Pentecostés los
judíos hablaron, por el Espíritu Santo, lenguas que nunca habían aprendido, los
gentiles también hablaron estas lenguas en señal de que el Espíritu Santo los
había regenerado e incorporado al cuerpo de Cristo: “Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre
todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión (los
creyentes judíos) que habían venido con
Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el
don del Espíritu Santo. (¿Cómo sabían estos judíos que sobre los gentiles
había venido el Espíritu regenerador?):
porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios (es
decir, a través de estas lenguas o idiomas no aprendidos ellos magnificaban el
nombre de Dios) (Hch. 10:44-47).
Algo interesante de hacer notar es que las
lenguas sirvieron como confirmación de que ellos, los gentiles creyentes,
pertenecían a Cristo, y por lo tanto debían ser aceptados en la iglesia, a
través del bautismo: “Entonces respondió
Pedro (a los creyentes judíos que estaban atónitos): ¿Puede acaso alguno (de ustedes los judíos creyentes) impedir el agua para que no sean bautizados
estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?” (v. 47).
La pregunta que se hacen, y se han hecho,
algunos estudios de las Sagradas Escrituras es Siendo que las lenguas y dones
milagrosos fueron usados como señal ante los judíos de que el cristianismo era
aprobado por Dios, entonces, ¿qué sentido tiene el que vinieran nuevos tiempos en
los cuales esta señal se iba a manifestar nuevamente?
A pesar de esto, algunos creyentes que
reclaman haber recibido el don de las lenguas, profecías y milagros, dicen que
los dones de lenguas en pentecostés son distintos a los dones de lenguas
mencionadas en las cartas apostólicas y que, por lo tanto, ellos están recibiendo
estos dones mencionados en las cartas de Pablo.
Por su parte, muchos comentaristas
bíblicos y maestros evangélicos de línea histórica y conservadora afirman que
los dones de lenguas, y otros dones de milagros, cesaron en la era apostólica y
no volvieron ni volverán a manifestarse más en la iglesia. Para afirmar esto
acuden a algunos pasajes conocidos, el más importante es 1 Cor. 13:8 “El amor nunca deja de ser; pero las profecías
se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará”.
Muchos intérpretes de las Escrituran
encuentran en este pasaje la cesación definitiva de las lenguas y profecías en
un determinado tiempo, pero la pregunta que nos hacemos es ¿Cuál es el tiempo en el cual cesarán las
lenguas y las profecías?
Varias intepretaciones se han dado a este
pasaje. El apóstol contrasta lo que es parcial o en parte con lo perfecto. Obviamente lo que él denomina parcial o
inmaduro son las profecías y las lenguas, pues, él dice: “Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos, más cuando venga lo
perfecto, entonces lo que es en parte se acabará” (v. 9-10). Por lo tanto,
algunos concluyen que lo perfecto que pondrá fin a las profecías y lenguas será
la culminación
de la revelación, lo cual se dio cuando se cerró el cánon bíblico con
el último libro de la biblia, es decir, Apocalipsis. Esto significa que una vez
se escribió el último libro de la Biblia cesaron inmediatamente las profecías,
las lenguas y los dones milagrosos.
Una evidencia que usan los defensores de
esta interpretación es que en los siglos II al IV los discípulos de los apóstoles,
los apologistas y los obispos griegos y latinos, a los cuales se les llama
Padres de la iglesia, hablaron de los dones milagrosos como algo que había
pasado con la era apostólica: “En los primeros días, “el Espíritu Santo cayó sobre los que creían: y
hablaron con lenguas,” que no habían aprendido, “conforme al Espíritu.” Estos
eran signos adaptados al tiempo. Pues fue el comportamiento tomado del Espíritu
Santo en las lenguas, para mostrar que el evangelio de Dios correría a través
de todas las lenguas sobre la tierra. Tal cosa fue dada para ejemplo, y luego
cesó.” (Agustín, siglo IV).
A pesar de que la historia de la iglesia
cristiana es testigo de que los dones milagrosos, como el de las lenguas, no se
dieron más, luego de la era apostólica y los primeros años de la patrística, y
tampoco se dieron en las eras gloriosas de la reforma o la era puritana;
algunos teólogos y maestros actuales (como Wyne Wrudem y John Piper) creen que
los dones no cesaron y es posible que Dios los pueda dar hoy a quien él quiera, conforme a los principios de la Escritura, y bajo su autoridad.
Por lo tanto, a quienes pretenden poseer
hoy día el don de las lenguas, les
recomiendo someterse a la autoridad de las Sagradas Escrituras, la cual
contiene varios principios para el uso de este carisma. Si no hay sometimiento
a los principios Escriturales, entonces se está en desobediencia al Señor y de
seguro que no habrá bendición alguna.
Miremos cuáles son las instrucciones que
la Biblia da para el uso del don de las lenguas (1 Corintios capítulo 14):
- El
don de lenguas es inferior al don de profecía, pues, a través de la profecía
(que incluye la proclamación de la Palabra de Dios) se edifica a la iglesia (v.
1-5), por lo tanto, no se debiera buscar tanto el hablar en lenguas, sino el
profetizar.
- El
don de lenguas debiera ser usado siempre acompañado del don de interpretación
(v. 5)
- En
la iglesia siempre debemos orar, hablar y predicar en el idioma de los oyentes, pues,hablar en
lengua extraña es como tocar una trompeta desafinada o hablar al aire, porque
nadie entenderá nada (v. 6-9)
- Las
lenguas dadas por el Espíritu Santo son idiomas que se hablan en otras partes
del planeta, pero que el hablante no aprendió de manera natural. No son
geringonsas o articulaciones ridículas, o repeticiones sin control de palabras
sin sentido, inventadas por las personas. Si la lengua hablada no tiene la
estructura de un idioma, entonces es una falsa lengua. (v. 10, compare con
Hechos 2:7-12). Algunas personas se confuden cuando leen 1 Corintios 13:1 y
creen que Pablo está diciendo que podemos hablar las lenguas de los ángeles,
pero esto es una falacia. Pablo sólo está afirmando que sí nosotros pudiésemos
hablar las excelsas lenguas de los ángeles, y no tenemos amor, de nada nos
sirve. El apóstol sólo está suponiendo, no está afirmando que podamos hablar
lenguas celestiales. El don de las lenguas, claramente, se trata de la facultad
de hablar idiomas humanos que no hemos aprendido. Y el don de interpretación,
consiste en la capacidad sobrenatural para entender un idioma que no hemos
aprendido naturalmente y que otra persona lo habla por la acción sobrenatural
del Espíritu Santo.
- Orar
en lenguas, así sea a solas, no trae edificación para la vida cristiana, pues,
el entendimiento queda sin fruto, porque no puede comprender lo que su boca
habla (v. 14). De manera que el que habla en lenguas debe pedir al Señor el don
de interpretarla, así ore a solas, pues, de esa manera podrá comprenderlas y
será edificado. Mientras no tenga la capacidad de interpretar la lengua,
entonces es mejor, ni siquiera orar a solas en dicho idioma. Sólo se puede orar
en lenguas (a solar o en público) cuando se tenga la capacidad de interpretarlas,
de esa manera se podrá orar en el
espíritu y con el entendimiento. Las
dos cosas deben ir juntas. (v. 15-17).
- Nadie
está autorizado para hablar en lenguas durante el culto público o en las oraciones
congregacionales, al menos que sean interpretadas. Esto es un abuso del don con
el fin de ostentar orgullo espiritual. Ningún predicador está autorizado para
hablar en lenguas mientras predica. Cuando alguien hace esto está actuando como
un niño, como una persona inmadura en su modo de pensar (v. 18-20).
- Hablar
u orar en lenguas durante el culto o las reuniones de la iglesia, es un mal
testimonio ante los incrédulos y los aleja del evangelio, pues, siendo que
ellos no pueden entender, entonces creen que los evangélicos son personas
locas. (v. 23). Es una insensatez cuando se ora en lenguas durante un culto.
- En
vez de hablar en lenguas durante el culto, se debe profetizar, es decir,
proclamar las Sagradas Escrituras, pues, ella es la que convence al pecador de
su error (v. 24-25).
- Si
hay una persona que tiene el don de interpretación, entonces se puede hablar en
lenguas (si éste las puede interpretar), pero varias personas no pueden hablar
al mismo tiempo, sino que debe haber orden, y a lo máximo pueden hacerlo tres
personas, por turno. (v. 26-27)
- Si
no hay quien interprete las lenguas, entonces el mandato de la Biblia es claro:
Calle en la iglesia. (v. 29).
- La capacidad de hablar en lenguas o idiomas extraños no es para todos los creyentes. El apóstol Pablo hace unas preguntas retóricas, cuya respuesta obvia es un no. Respecto a las lenguas él pregunta: "¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos?" (1 Cor. 12:30).
Ahora, las Sagradas Escrituras no se contradicen a sí mismas. Algunas personas mal utilizan las instrucciones de Pablo cuando él dice en 1 Cor. 14:39 "Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas". Ellos creen que Pablo está diciendo que las personas pueden hablar en lenguas en cualquier lugar, en medio del culto, mientras predican, mientras oran, así no haya intérpretes. Pero llegar a esta conclusión es contradecir todas las instrucciones que Pablo dio para regular el uso de este don. Seamos sabios en la interpretación de la Palabra, y no tomemos de manera aislada los textos, pues, esto será para nuestra perdición y confusión.
- La capacidad de hablar en lenguas o idiomas extraños no es para todos los creyentes. El apóstol Pablo hace unas preguntas retóricas, cuya respuesta obvia es un no. Respecto a las lenguas él pregunta: "¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos?" (1 Cor. 12:30).
Ahora, las Sagradas Escrituras no se contradicen a sí mismas. Algunas personas mal utilizan las instrucciones de Pablo cuando él dice en 1 Cor. 14:39 "Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas". Ellos creen que Pablo está diciendo que las personas pueden hablar en lenguas en cualquier lugar, en medio del culto, mientras predican, mientras oran, así no haya intérpretes. Pero llegar a esta conclusión es contradecir todas las instrucciones que Pablo dio para regular el uso de este don. Seamos sabios en la interpretación de la Palabra, y no tomemos de manera aislada los textos, pues, esto será para nuestra perdición y confusión.
Su servidor en Cristo,
Julio César Benítez
Nota: Usted puede ver la respuesta a esta y otras
preguntas ingresando a: http://forobiblico.blogspot.com/
5 comentarios:
que haya gente que no hable en lenguas es cierto o que no profeticen es cierto y hagan ruido en un culto(cristiano) es cierto pero esto no quiere decir que no existan
ademas dice el texto de 1corintios 13:8-10 las lenguas, la profecia y la ciencia acabara cuando venga lo perfecto
el texto nombra 3 dones osea que los demas dones estan vigentes (1co12)
Pablo dijo lo mas importante es el amor pero nunca dijo que los dones cesaran cuando se termine el canon de la escrituras
mas que una interpretación es una suposición
pregunto por que el apostol en el siguiente capitulo explica como utilizar los dones y que sentido tiene si iban a desaparecer
I Corintios 14:39
"Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas"
el apostol pedro dijo
1 Pedro 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Hasta algunos se atreven a menospreciar el don de lenguas fijense lo que dice Santiago 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación.
los dones son para el que cree no para el que no cree y no los anhela o menosprecia ....bendiciones
La Palabra Dios no es Palabra muerta. Es viva y eficaz. Enseña, y no o que vaya a enseñar acerca de algo cesado. Y menos teniendo que ver con los carismas. Debemos tener cuidado con no tergiversar la Santa Palabra de Dios. El Espíritu Santo sopla donde quiere, dice Jesús mismo. No limitemos su acción a interpretaciones salidas de contexto. Los carismas siguen tan vigentes y hasta más que en el momento en que iba surgiendo la Iglesia. Pidamos más bien a Dios que nos colme de ellos para llevar a cabo nuestra misión en la Iglesia de una manera más completa.
Que LA paz De Dios sea con todos el armor as mayor que cualquier son eapieirual debemos set llenos De armor antes que los dones el amor LA esperanza y LA fe permanesen para siempre amen......
Es claro que muchos cristianos tradicionalistas, niegan la vigencia de los dones, porque no hacen una sincera y hermenéutica explicación del capítulo 14 de 1° de Corintios.Tratan de torcer y desviar lo que bi licamente y traducido del original griego dice con respecto a los dones.¿Que hay hermanos que hacen un mal uso de los mismos?, seguro, como algunos cristianos hacen tan bien un mal uso de la doctrina biblica, muchas de ellas iglesias tradicionales.Y entran muy seguido en las mentiras de que los padres de la iglesia no hablaron so re los dones despues de la muerte de los apostoles.Un sincero y profundo estudio de los escritores de los primeros siglos despues de Cristo, da de bruses con esas tergiversaciones escriturales.Tratar de acomodar el versículo en que Pablo dice que todo don cesara cuando venga lo es perfecto, es una manipulacion y una gran mentiradecir que fue con la terminación del canon biblico.Y lo mas triste es que siguen empeñados en manipular y dar una interpretación acomodada a sus teorías.No sigan incurriendo en manipulaciones y preconceptos sobre lo que está muy claro enlos escritos del apóstol Pablo.
Respecto a la herejía catafrigia o el montanismo es de notar también que en el siglo II, cuando como hemos visto por Ireneo aún se daba el "Don de Lenguas" genuíno entre las iglesias, estos innovadores Montanistas oponen a aquellas unas lenguas "RARAS" y manifestaciones corporales extrañas, según nos comentan los cristianos de la época:
"Por el excesivo anhelo de su alma por ser el primero, permitió al enemigo entrar en su vida y quedó sujeto por el espíritu (malo). De pronto quedó como arrebatado y entró en éxtasis como un poseído; empezó a hablar y a pronunciar "RARAS PALABRAS", profetizando desde entonces" (Escritor del siglo II en cita de Eusebio en su H.E. Libro V, cap. 16: 7).
Otra de las manifestaciones que pusieron en guardia a la iglesia primitiva contra estos "carismáticos" del siglo II fueron además de estas "LENGUAS RARAS" el desorden de sus reuniones y el no cumplimiento de los requisitos para hablar en lenguas que hay en 1ª Corintios 12 y 14 (y que tan poco se respeta en las actuales iglesias carismáticas):
"...hasta incluso levantó a otras mujeres más y las llenó del espíritu corrupto, de modo que también HABLABAN EN DELIRIO, fuera de tiempo, y de manera EXTRAÑA" (Escritor del siglo II en cita de Eusebio en su H.E. Libro V, cap. 16: 9).Tambien el apóstol Santiago respecto a la falta de dominio de la lengua dice Si alguien se cree religioso pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada. 27 La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta: atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo.
Santiago 1,26 al 27).
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