domingo, 3 de julio de 2022

Proverbios 10 13-31

 

Proverbios 10:13-31

Proverbios de contraste

Este sermón fue predicado por el hermano Julio C. Benítez, quien es uno de los pastores de la Iglesia Bautista Reformada la Gracia de Dios en Medellín, Colombia. Usted puede compartir este sermón con otros a través de medios digitales e impresos, siempre y cuando no sea para la venta, siempre reconociendo y dando los créditos respectivos a su autor.

Desde el capítulo 1 hasta el 9 Salomón nos dio instrucciones para que aprendamos a diferenciar la sabiduría celestial de la necedad carnal. Fueron como especie de discursos o sermones mostrando la oposición que existe entre la sabiduría y la necedad.

La sabiduría fue representada por una mujer laboriosa e inteligente, y la necedad fue representada por la mujer insensata, simple, ignorante, ramera y alborotadora.

Pero, a partir del capítulo 10 encontramos en sí lo que denominamos “proverbios”: Un conjunto de máximas o sentencias cortas de profundo contenido espiritual, moral, ético y social.

Los judíos, como muchos pueblos orientales, daban gran importancia a la sabiduría de vida como algo que debía caracterizar al buen ciudadano. Por lo tanto, los sabios, rabinos o sophos, escribían máximas o sentencias cortas que resumían un contenido profundo de vida, lo cual servía de guía para los ciudadanos.

Por ejemplo, “El que no escucha consejo no llega a viejo”, esto es sabiduría ancestral que le indica al niño o al joven que si no sigue el consejo experiencial de los padres o mayores sufrirá grandes pérdidas y daños en su vida.

Pero, la diferencia que tenemos entre los proverbios o dichos de la Biblia frente a la sabiduría humana ancestral es que los proverbios de Salomón fueron inspirados por el Espíritu Santo.

A la hora de enseñar estos proverbios el maestro debe ser hábil en mirar cómo los presentará o estructurará, pues, excepto unos pocos versículos, ellos no guardan relación estrecha o temática entre sí.

La unidad más marcada que podemos encontrar es que la mayoría de estos proverbios son paralelismos antitéticos, es decir, presentan la oposición del que camina en la senda de la necedad frente a la sabiduría.

Estos paralelismos contrastantes constan de dos frases, las cuales presentan un contraste entre la vida sabia y la vida necia, el destino feliz frente al destino miserable. La vida sabia conduce al destino feliz, la vida necia conduce al destino miserable.

Ejemplo: “El hijo sabio alegra al padre (tesis de la sabiduría), pero el hijo necio es tristeza de su madre (antítesis de la necedad)” (v. 1).

“Hijo sabio” es contrastado con “hijo necio”. “Alegra” en contrastado con “tristeza”. “Padre” con “madre”, no en el sentido de oposición, sino de completud.

Cuál sería la síntesis o conclusión para el lector: Que cuando un hijo anda en la senda de la sabiduría (conforme se enseñó ya en los capítulos 1 al 9, y se enseñará en estos proverbios contrastantes), tendrá una vida tan fructífera y buena que sus padres experimentarán gozo; pero cuando el hijo se rebela contra la sabiduría de vida y anda en necedad, en desobediencia a las instrucciones sabias de los padres y en contra de la Palabra de Dios, llevará una vida miserable, será ruin en todo, y no tendrá un buen fin, lo cual causa tristeza a sus padres, y hace que bajen a la tumba en aflicción.

Por lo tanto, revisemos los contrastes que encontramos en esta sección de Proverbios 10:

1. Contraste entre la sabiduría y la necedad en el uso de la lengua (v. 13, 14, 18, 19, 20, 21, 31, 32)

2. Contraste entre la estabilidad del sabio y la temporalidad del necio (v. 16, 17, 24, 25, 27, 28, 29, 30)

3. Contraste entre las riquezas y la pobreza (v. 15, 22)

4. Contraste entre el gozo del sabio y el placer del insensato (v. 23)

5. La necedad de confiar en el perezoso (v. 26)

Pasaje

Sabiduría

Necedad

Síntesis

10:1

El hijo sabio alegra al padre

Pero el hijo necio es tristeza de su madre

El hijo obediente es fuente de gozo y tranquilidad para sus padres, pero el desobediente será fuente de profundas tristezas, preocupaciones y zozobras.

10:2

Mas la justicia libra de la muerte

Los tesoros de maldad no serán de provecho

Las riquezas que no provienen de fuentes lícitas o no se usan para la gloria de Dios, al final, son maldición. No así con los que siguen fieles al Señor, tendrán vida aunque no tuvieran riquezas.

10:3

Jehová no dejará padecer hambre al justo

Mas la iniquidad lanzará a los impíos

 

10:13

En los labios del prudente se halla sabiduría

Mas la vara es para las espaldas del falto de cordura

El prudente usa bien su lengua y come de sus frutos, no así el insensato, recibirá azotes y dolores.

10:14

Los sabios guardan la sabiduría

Mas la boca del necio es calamidad cercana

Los sabios retienen el conocimiento, y lo usan para el futuro; los necios no, por lo tanto, incluso cuando hablan, atraen calamidad con su torpeza.

10:15

Las riquezas del rico son su ciudad fortificada

Y el desmayo de los pobres es su pobreza

La riqueza ofrece cierta protección, mientras que la pobreza pone en desventaja al pobre. Pero no podemos confiar en las riquezas, ni codiciarlas.

10:16

La obra del justo es para vida;

mas el fruto del impío es para pecado.

La labor del justo y del impío producen fruto, pero uno es para vida y el otro es para muerte.

10:17

Camino a la vida es guardar la instrucción

Pero quien desecha la reprensión, yerra

El sabio recibe la instrucción, pero también la guarda, la obedece, el resultado es vida. Pero, el insensato no la ama, por lo tanto desobedece, y se descarría.

10:18

El que encubre el odio es de labios mentirosos y el que propaga calumnia es necio

 

El odio guardado será fuego explotado, ya sea a través de la ira o la calumnia. El sabio no lo expresa ni lo oculta, lo suprime y lo extirpa.

10:19

Mas el que refrena sus labios es prudente

En las muchas palabras no falta pecado

Hablar mucho es de necios, hablar poco es de sabios.

10:20

Plata escogida es la lengua del justo

Mas el corazón de los impíos es como nada

El justo procura hablar lo que es para edificación, pero el impío, muestra su corazón vano en lo que habla.

10:21

Los labios del justo apacientan a muchos

Mas los necios mueren por falta de entendimiento

El que adorna su vida con palabras edificantes sanará muchos corazones, pero el insensato no solo mata con sus palabras dañinas, sino que él mismo muere por ellas.

10:22

La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella

 

Las riquezas son fuentes de mucho dolor y preocupación, pero el que usa sus riquezas para la gloria del Señor no tendrá tristezas si dejan de ser.

10:23

Mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento

El hacer maldad es como una diversión al insensato

Hay dos placeres en el mundo para dos distintas clases de personas: El hacer el mal, para los malos; y el hacer el bien, para los sabios.

10:24

Pero a los justos les será dado lo que desean

Lo que el impío teme, eso le vendrá

El justo desea y anhela honrar al Señor en todo los que hace, piensa y dice; su deseo es el Señor, y él será siempre su delicia; pero el impío sabe que no todo está ben en su vida, por eso tiene miedos, y lo que teme le será dado cuando Dios visite su maldad.

10:25

Mas el justo permanece para siempre

Como pasa el torbellino, así el malo no permanece

El malo está firme en cosas inestables y pasajeras, su fin será repentino, pero el justo está firme en la Roca que es Cristo, y nunca será removido. Las tormentas de la vida harán temblar al malo, no así con el justo.

10:26

 

Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, así es el perezoso a los que lo envían

La pereza no solo causa daño al que la practica, sino al que confía en él. Causa irritación y frustración.

10:27

El temor de Jehová aumentará los días

Mas los años de los impíos serán acortados

El temor del Señor es la marca del sabio, y ese temor lo lleva a alejarse de los vicios, la maldad y el mal vivir. Por lo tanto, tendrá calidad de vida. Mientras que el impío destruye su propia vida.

10:28

La esperanza de los justos es alegría

Mas la esperanza de los impíos perecerá

El justo tiene esperanza del futuro porque su confianza está en Dios, pero el impío solo espera en su maldad y en sus logros, los cuales perecerán con él.

10:29

El camino de Jehová es fortaleza al perfecto

Pero es destrucción a los que hacen maldad

El camino de Jehová es bendición para los sabios y maldición para los necios, pues, no hacen Su voluntad.

10:30

El justo no será removido jamás

Pero los impíos no habitarán en la tierra

Los mansos heredarán la tierra, los violentos serán desalojados.

10:31

La boca del justo producirá sabiduría

Mas la lengua perversa será cortada

El habla se produce a través de la lengua, el sabio habla sabiduría, produce bienestar en otros, pero el perverso habla necedades y los sabios dejan de escucharla.

10:32

Los labios del justo saben hablar lo que agrada

Mas la boca de los impíos habla perversidades

El justo sabe qué es bueno para los oyentes, y eso habla; el perverso sabe lo que le agrada a los oyentes perversos, por eso habla perversidades.

 

 

 

 

10:1. Salomón fue un hijo sabio (1 R. 3) que causó alegría al corazón del rey David. Salomón valoró la sabiduría por encima de todas las cosas. Irónicamente Salomón resultó ser un hijo necio, pero al final de su vida.

Nuestra sabiduría o insensatez no sólo nos afecta a nosotros sino a los que nos rodean.

Salomón habla del dolor causado a la madre porque ellas son más sensibles que los padres.

10:2

10:13 La sabiduría se manifestará en los labios, pues, Cristo dijo: De la abundancia del corazón habla la boca (Mt. 12:34). La recompensa es que es prudente, no se mete en problemas por el mal uso de la lengua. En cambio, el insensato, el falto de cordura, recibirá los azotes que se le daban al infractor de la ley. Como dijo Clarke “Al que puede aprender y no quiere, se le debe hacer aprender. La vara es un instrumento de conocimiento muy poderoso. Aplicada juiciosamente, hay una lección de profunda sabiduría en cada ramita”.

10:22 Las riquezas añaden tristezas cuando se obtienen de manera ilícita, y esto no solo se refiere al narcotráfico o cosas prohibidas por la ley, sino cuando se miente para obtenerlas, cuando ultrajamos a otros para lograrlas, cuando tenemos que sacrificar a la familia para poseerlas, cuando destruimos a las amistades en el proceso, etc. Hay muchos ricos que son miserables, porque sus riquezas no las ven como provenientes del Señor, y mucho menos las dedican para Su gloria. Ellos temen a los tres grandes buitres que acompañan a las riquezas: Preocupación por obtener, miedo por guardar, dolor por perder.

Conclusiones:

En esta primera sección de proverbios contrastantes el sabio resaltó las siguientes virtudes que se deben cultivar por todo aquel que desea andar en sabiduría de vida:

Hablar sabiamente. Esto significa ser prudente en lo que decimos, ahorrar palabras, pues, no queremos pecar con nuestra lengua y ella es difícil domarla una vez que se le sueltan las riendas. La persona sabia piensa para hablar y escoge las mejores palabras, las más edificantes, las más constructivas, medita antes de expresar algo, de manera que, como el buen escriba, escoge las joyas más preciosas en su hablar. El mejor ejemplo del hablar sabio es Jesucristo, quien estaba lleno de gracia y verdad. De sus labios siempre salieron palabras de vida para los elegidos del Padre, de perdón para los malhechores, ni una sola palabra corrompida. Calló cuando fue necesario hacerlo y respondió cuando consideró apropiado responder una pregunta. Sus palabras trabajaban para el reino de Dios y no para satisfacer un gusto personal.

La estabilidad del sabio. La sabiduría de vida lleva a su poseedor a una buena vida, así falten los recursos económicos o la salud, el sabio no permitirá que la amargura de espíritu lo invada. Es una persona feliz, confiada en el Señor, tranquila respecto al futuro. Como usa bien su lengua, y la lengua es el reflejo de lo que hay en el alma, no vive enojado contra nadie, no guarda rencor, no habla mal de nadie, no permite que las injusticias o pecados de otros le roben su paz; entonces, es una persona estable en todos los sentidos y vive una buena vida. Pero, lo más importante, heredará la tierra y reinará con el bendito Jesús, quien dijo: Bienaventurados los mansos porque ellos heredarán la tierra, y solo los sabios son mansos.

Sabiduría en el uso de los bienes terrenos. Las riquezas no son malas en sí mismas, la Biblia no las condena ni exalta la pobreza económica como signo de fidelidad al Señor. Pero el sabio no confía en ellas aunque son de mucha ayuda en las cosas de la tierra. El sabio no busca enriquecerse de manera ilícita o haciendo daño a otros. Las riquezas deben ser para el servicio al Señor y a los más necesitados. Cuando las riquezas tienen el corazón de la persona esta es más pobre y miserable que los que no las tienen, pues, no sabría vivir en este mundo sin ellas, por lo tanto, constantemente teme perderlas. El sabio puede tener riquezas, pero ellas no lo tienen a él.

El gozo y el placer del sabio es ser cada día más sabio. Él estudia constantemente el libro de Proverbios, medita en la Ley divina, profundiza en el Sermón del Monte, imita a Cristo Jesús, lee los buenos libros de los padres de la iglesia, de los reformadores, de los puritanos, y sigue el buen ejemplo que ellos nos dieron. Pues, uno de sus mejores placeres es ser sabio, vivir como sabio, hablar como sabio, actuar como sabio.

El sabio y la pereza. La pereza es opuesta al mandato cultural que Dios dio al hombre cuando le ordenó cultivar o culturizar la tierra. Somos responsables de usar sabiamente el tiempo en todo lo que es provechoso para nosotros, para la iglesia, para la familia y la sociedad. La pereza es tan nociva que no solo le hace daño al que la practica sino a los que están alrededor, a los que le asignan alguna responsabilidad al perezoso. La pereza no va con la vida cristiana, no va con la persona sabia. Dios hizo el mundo en 6 días y trabajó, y sigue trabajando hoy en desarrollar su plan para con el mundo que creó. Jesús cumplió su obra redentora, y sigue trabajando hoy como Rey sobre la iglesia. El Espíritu Santo está trabajando haciendo que los beneficios de la redención alcancen a todos los electos. El cristiano también trabaja asiduamente en hacer la voluntad de Dios.

Concluyamos recordando estas preciosas verdades en nuestra alma a través de los títulos o epítetos que Salomón usa para distinguir al sabio del necio:

Del sabio se dice: Hijo sabio, de labios prudentes, justo, prudente, hombre de entendimiento, perfecto

Y del necio se dice: Hijo necio, impío, falto de cordura, malo, perezoso, lengua perversa

 

 

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